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Una vida inspirada en el servicio

Una vida inspirada en el servicio

Ese es el título de libro escrito por María Mercedes Pulgarín que cuenta la vida del doctor Armando González Materón, uno de los líderes humanistas más destacados de Colombia. Se trata de una publicación del Centro del Pensamiento Coomeva, el cual preserva y comunica la memoria institucional del grupo empresarial cooperativo. Hablan el protagonista y su autora.

El pensamiento, la trayectoria y el legado para la salud del país, de uno de los líderes que más han influido en la historia del Grupo Coomeva, se plasman en el libro Armando González Materón: Una vida inspirada en el servicio.

El lanzamiento se llevó a cabo el 30 de noviembre en Medellín y el 2 de diciembre en Cali, en el marco de la celebración del Día Panamericano del Médico, una fecha, por lo demás, significativa para el doctor González y para todo el equipo de Coomeva, que honra a sus fundadores y reconoce su profesión.

A su autora, la consultora de Gestión Empresarial, María Mercedes Pulgarín, el Centro del Pensamiento Coomeva le encomendó la tarea de escribir este libro en febrero de este año. Recuerda que el insumo inicial para abordar este proyecto fueron unas notas autobiográficas que el doctor González había escrito en el año 2018, pocos meses después de su retiro como gerente del Centro Médico Imbanaco. “Lo que siguió fue una rigurosa investigación documental y testimonial, apoyada por mi equipo de trabajo, que abarcó revisar fuentes de información de las seis décadas pasadas y más de 63 entrevistas”, comenta.

Y añade que “ha sido un proceso donde ha primado la confianza y la inmensa generosidad de muchas personas: el doctor González que aceptó la idea de que se escribiera un libro sobre su vida y legado; además, compartió sus notas, su archivo personal de discursos, presentaciones y fotografías”.

 

El libro

Según la autora, el libro resume en cinco capítulos el pensamiento, la vida y el legado del doctor Armando González Materón. En el primero de ellos se aborda su historia personal y sus primeros años en su Buga natal. El segundo, da cuenta de su vida universitaria, el paso de estudiante a líder y pionero en la cirugía ambulatoria. De allí, a directivo del Hospital Universitario del Valle. Le siguen su carrera como docente en la Universidad del Valle, su trabajo científico y grandes aportes al gremio de la cirugía de la región y en el país.

El tercero explica las claves del éxito de la estrategia del Centro Médico Imbanaco, hoy Clínica Imbanaco, desde los modelos teóricos pasando por los aprendizajes, la cultura de calidad, la seguridad y el servicio, las vivencias organizacionales y el crecimiento exponencial de los servicios y la infraestructura.

El cuarto, permite apreciar todo el apoyo que recibió como asociado de Coomeva para su formación administrativa, su ingreso al Consejo de Administración y a la Presidencia de este estamento, cargo que ocupó por cerca de 17 años. Así mismo, se muestra su decisivo papel en el crecimiento y la consolidación de Coomeva, hoy una de las mejores cooperativas de América Latina y uno de los grupos empresariales más importantes de Colombia.

El último recoge las lecciones aprendidas por colaboradores y especialistas de Imbanaco, colegas y condiscípulos, directivos y personal de Coomeva, evaluadores de premios, amigos, familia y allegados. La recopilación de esos aprendizajes se hizo a partir de testimonios de más de 63 personas.

Las frases e historias, los mapas mentales, instrumentos de evaluación del aprendizaje organizacional y discursos significativos son otros de los valores de esta obra que divulga el legado del doctor González, con el firme propósito de inspirar y contribuir, igualmente, a la formación de los futuros administradores y emprendedores del país. Se complementa con los resúmenes de los libros que más influyeron en su pensamiento, liderazgo y gestión.

El libro estará disponible en el Centro de Documentación Virtual del Centro del Pensamiento de Coomeva al que se puede acceder a través del portal y en las redes sociales de Coomeva.

Una vida inspirada en el servicio

La visión de un líder

Revista Coomtacto habló con el doctor Armando González Materón y esto nos respondió:

¿Cómo ha sido su trayectoria en el ejercicio de la gestión administrativa?

Desde el segundo año como residente de Cirugía descubrí que podía convocar con facilidad a mis compañeros y otros internos y residentes en torno a las causas que nos unían, en ese entonces por ejemplo, una huelga nacional, que logró mejorar las condiciones de trabajo y una pequeña remuneración para los residentes. A partir de ese momento, pude acceder a muchos cargos que me permitieron, con el apoyo de los equipos de trabajo que me acompañaron, avanzar en los cambios y las transformaciones que se requirieron en su momento.

¿Por qué se inclinó por esta rama y no por otra de la medicina?

Mi génesis y pensamiento siempre han sido los de un cirujano, que ante un ser humano busca siempre brindarle la mejor solución costo/efectiva. Esto, sumado a mi interés por la teoría de los sistemas, aplicada en un principio a los quirófanos y luego a las instituciones, me inclinó a cuidar y a inspirar, ya no solo a un ser humano, sino a personas y equipos de trabajo, para trabajar en pro de sueños compartidos.

¿Cómo fueron sus comienzos en Imbanaco?

La idea y gestación del Centro Médico Imbanaco, hoy Clínica Imbanaco, se inició entre 1969 y 1970. Un año después, al culminar mi especialización en cirugía, solicité pertenecer a Aspromédica (Asociación Profesoral Médica), un grupo conformado por docentes de diferentes especialidades que laboraban en la Universidad del Valle y el Hospital Universitario Evaristo García.

Para participar en Aspromédica, tenía que nivelarme en capital con los montos aportados por los otros profesores. Esto no fue nada fácil. Yo acababa de iniciar mi trabajo como docente en la Universidad del Valle y devengaba como instructor un poco más de $7.000 mensualmente.

El Centro Médico Imbanaco abrió sus puertas en agosto de 1976 y casi 10 años después de mi ingreso como cofundador, la Junta Directiva me designó por unanimidad, el 1⁰de abril de 1986, como gerente de la institución. Recibí un centro médico con una edificación de dos pisos, incluyendo el sótano y la estructura de la nueva edificación, denominada Imbanaco II, cuya culminación se constituyó en todo un desafío para la empresa y la premonición de que estaríamos en constantes ampliaciones y obras por las tres décadas siguientes.

¿Alguna vez se imaginó el crecimiento de la institución? ¿Cómo lo consiguieron?

En los 70, exactamente en 1976, los miembros del grupo médico que inauguró Imbanaco éramos muy jóvenes y nunca dimensionamos este crecimiento. Quienes formamos parte de esta familia estamos contentos de tener esta clínica de primer nivel en Colombia y Latinoamérica.

El crecimiento se logró por la confianza y lealtad de los pacientes, empleados y médicos accionistas, además de otros grupos de interés como las aseguradoras, los proveedores, la banca, el gobierno y la comunidad en general. Siempre nos motivó dar respuesta a la demanda de los pacientes y hacerlo con excelencia. Procuramos mejorar continuamente en infraestructura, en las tecnologías médicas, informáticas y administrativas, y en la formación y actualización del cuerpo médico y del personal.

¿Cuáles son, a su juicio, las claves del éxito en el liderazgo y la gestión administrativa?

Centrarse en las personas, creer en la gente y en sus inmensas posibilidades para aprender e innovar. Las empresas no son los ladrillos ni los equipos. Son las personas que las conforman, sus equipos de trabajo y sus líderes. Todas las transformaciones son posibles si las personas están comprometidas e inspiradas por un propósito superior. Cuando las organizaciones están centradas en las personas, es posible construir una cultura sólida y coherente, difícil de imitar, que fusione el pensamiento, la palabra y la acción.

¿Qué diferencias existen entre el ejercicio en la práctica privada y en la pública?

Tal vez la mayor diferencia es el tiempo de permanencia de los líderes en los cargos decisorios. Muchos son nombrados y removidos de sus cargos, al vaivén de las corrientes políticas de turno. Esto no da continuidad a muchos de los planes y las estrategias de mejoramiento que están en curso. Otra diferencia, en algunos casos y sectores, es que no siempre las decisiones se toman con la rigurosidad técnica y académica que lo ameritan. No veo más diferencias pues en ambos escenarios, tanto en el público como en el privado, hay gente muy valiosa que asume, con responsabilidad, los desafíos que enfrenta en su momento.

¿Cómo ve la salud en el país? ¿Qué nos falta? ¿En qué vamos bien?

Aunque estoy retirado del ejercicio de la medicina y la gerencia desde hace varios años, puedo decir que la cobertura en salud en nuestro país, casi universal, es un logro de grandes proporciones para el bienestar de las mayorías, pese a las falencias y asimetrías del sistema. Nos falta, tal vez, ponerle más gerencia y liderazgo a la salud, entendida como la capacidad de lograr el cierre de las brechas identificadas, convocando a las personas en torno a visiones compartidas, aplicando el pensamiento sistémico y con equipos autodirigidos.

Desde su experiencia, ¿qué recomendaciones les daría a los profesionales de la salud de hoy para contribuir a su mejoramiento?

Hacer las cosas bien y con mucho amor. Apoyarse siempre en la academia y en la evidencia científica que se basa en hechos y datos. Actualizarse, leer, adaptar, aprender, desaprender y volver a aprender

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