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Hospitales de campaña: un apoyo invaluable

Hospitales de campaña: un apoyo invaluable

La curva ascendente de contagios por Covid-19 altera el funcionamiento de la red hospitalaria de todos los países. Las estrategias para evitar un colapso de salud pública van desde incrementar las UCI hasta implementar los hospitales de campaña. La eficacia de estos últimos ha permitido brindar una atención oportuna y humanizada a los pacientes, incluidos los no Covid.

La expansión hospitalaria se posicionó en el mundo como una estrategia para la atención del Covid-19. Frente a la pandemia de enfermedad por coronavirus, varios países han tenido que construir hospitales de campaña para dar abasto a las necesidades de su población. Espacios que son habilitados como unidades móviles útiles para prestar atención médica oportuna y transitoria en la emergencia.

Además, con equipos médicos (médicos de urgencia, enfermeros) experimentados y material médico condicionado para ser fácilmente transportable. Es por eso que, ante la pandemia, coliseos, auditorios, terrenos, escuelas, estadios, centros de convenciones, entre otros lugares con capacidad para albergar la infraestructura, fueron habilitados como hospitales de campaña.

Es así como muchos países siguen montando hospitales temporales para añadir miles de camas y áreas de cuidados intensivos, intermedios y observación que ayuden a combatir la pandemia. La mano de obra para construirlos ha sido variada, desde personal militar y de la aviación que se quedó sin trabajo por la suspensión de operaciones.

La implementación de hospitales de campaña evita muertes prevenibles a causa de una atención no inmediata de la urgencia del paciente.

Un reto que ha permitido el monte y desmonte de estas unidades que, por lo general, están elaboradas en material aeroespacial y cuentan con óptimas condiciones de asepsia y de temperatura, espacios para camas, literas de descanso para el cuerpo médico, organizadores para suministros médicos, centros higiénicos –duchas, unidades sanitarias y lavamanos–, vestíbulos de libre uso, kit de distribución eléctrica para conexión de equipos médicos y dispositivos para manejo de agua potable y aguas negras.

“La implementación de hospitales de campaña evita muertes prevenibles a causa de una atención no inmediata de la urgencia del paciente. De la misma forma, es económica por el despliegue inmediato que garantiza las condiciones mínimas de salud, aunque deben ser claras las condiciones entre los donantes y los beneficiarios con el fin de evitar malos entendidos o falsas expectativas”, apunta Astrid Maritza Gómez, odontóloga, especialista en auditoría de calidad.

¿Qué requisitos deben tener?

En el caso colombiano, los requisitos van encaminados a cumplir la reglamentación en salud para las instituciones prestadoras del servicio incluida en el Sistema Obligatorio de Garantía de la Calidad en Salud y a llenar los estándares de habilitación: capacidad instalada, capacidad técnico-administrativa, capacidad tecnológica-científica y suficiencia patrimonial-financiera.

Todo hospital de campaña debe satisfacer ciertos requisitos fundamentales que garanticen el beneficio a la población afectada, y cumplir con algunos criterios. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sugieren los siguientes en su Guía para el uso de hospitales de campaña extranjeros en caso de desastres (2003):

  • Capacidad operativa in situ en el transcurso de las primeras 24 horas siguientes al desastre.
  • Capacidad para funcionar de manera totalmente autosuficiente (energía eléctrica, suministros médicos y equipos suficientes para funcionar de modo independiente durante las primeras 48 horas). Su personal debe necesitar el mínimo o ningún apoyo.
  • Estándares de atención médica comparables o más elevados que los existentes en el país afectado. El personal médico debe estar calificado y contar con experiencia previa en la gestión de víctimas en masa y el tratamiento de víctimas con lesiones agudas múltiples.
  • Conocimiento de la situación sanitaria y de la cultura del país afectado. Un idioma y una cultura comunes, y el conocimiento de los sistemas sanitarios y del nivel tecnológico del territorio afectado.
  • Mínima necesidad de apoyo por parte de las comunidades locales.
  • Disponibilidad de determinadas especialidades. Entre el personal del hospital de campaña deben figurar profesionales de la salud especializados en otras ramas además de la ortopedia, como cirugía general, anestesiología, medicina interna, ginecología y obstetricia, pediatría, junto con personal paramédico y auxiliar, capaces de prestar el tipo y la variedad de servicios que se exigirá de ellos.
  • La mayor parte de la asistencia que se preste en un hospital de campaña podría consistir en consultas ambulatorias y atención hospitalaria de rutina.
  • Evaluación de la relación costo-eficacia y del costo-beneficio en la utilización de hospitales de campaña (costos asociados, preparación del lugar de ubicación, mantenimiento, gastos operacionales, personal).

La implementación de hospitales de campaña en Colombia no es nueva, su uso se ha acrecentado en las últimas décadas con los desastres naturales.

Personal humano e implementos tecnológicos

En Colombia, la adecuación del personal humano que labora en los hospitales de campaña debe estar inscrita en el Registro Único Nacional del Talento Humano en Salud (ReTHUS) e incluye los siguientes profesionales: un director o administrador general, psicólogo, trabajadores sociales, administrador de seguridad y salud en el trabajo, médicos generales, y, en algunas ocasiones, especialistas médicos, jefes de enfermería, auxiliares de enfermería, bacteriólogas y todos aquellos profesionales que se requieran de acuerdo con la necesidad.

Los implementos tecnológicos mínimos para su adecuación deben estar coordinados en un punto de mando control unificado bajo el esquema del plan operativo normalizado y planes de emergencia. Los requisitos mínimos de los estándares de habilitación de índole extramural, modalidad aérea, terrestre o marítima, generalmente se ubican bajo los estándares de habilitación (dotación y mantenimiento, insumos, medicamentos y dispositivos médicos, historia clínica y registros clínicos, procesos prioritarios asistenciales).

Si se trata de requerimientos específicos, algunas de las zonas modulares del hospital están diseñadas y equipadas para brindarles apoyo a la atención y tratamiento, consiguiendo total separación entre ellas y permitiendo a los especialistas centrarse en su propia área de trabajo. Estas son:

  • Recepción y triage de pacientes
  • Atención para curaciones menores
  • Sala de reanimación
  • Atención de urgencia
  • Pabellón para cirugías
  • Sala de radiografías
  • Sala para atención dental
  • Laboratorio
  • Toma de muestras
  • Cuidado posoperatorio
  • Oficinas y centro de información
  • Espacio para personal
  • Lavabos
  • Sala de espera
  • Consultas médicas con especialistas (ginecología, oftalmología, medicina preventiva, etc.)
  • Consultas para tratamiento

Recurso humano para campaña

La disponibilidad de recurso sanitario e insumos de trabajo resulta fundamental para la operatividad de los hospitales de campaña. Los gobiernos deben planear la contratación inmediata de profesionales de la salud, quienes deben formar parte de un ‘banco de profesionales’ con quienes es factible responder ante la emergencia.

En Colombia varias entidades locales, como en el caso de Bogotá y el Departamento de Cundinamarca, contrataron en tiempo récord profesionales de la salud capacitados para responder a la emergencia

Muchos países siguen montando hospitales temporales para añadir miles de camas y áreas de cuidados intensivos, intermedios y observación que ayuden a combatir la pandemia.

Así, se suplieron cargos especializados (bacteriólogos, enfermeras – vacunadores para la etapa de inmunización, etc.). Además, muchas academias de medicina realizaron exhortos para fortalecer los sistemas de salud, con especial énfasis en los recursos humanos, de infraestructura y materiales.

La epidemia ha sido una importante oportunidad para mejorar la práctica de la enfermería y de los médicos, en general, y para reevaluar de la capacidad instalada y la capacitación en diversas áreas del trabajo cotidiano, especialmente en la bioseguridad y biocustodia. Algo que para los
profesionales de la salud repercute en su crecimiento y reivindica su quehacer. .

La experiencia en Colombia

La implementación de hospitales de campaña no es nueva en nuestro país, su uso se ha acrecentado en las últimas décadas tras el conocimiento, prevención y mitigación de los desastres naturales. Con la llegada de la pandemia, el Estado colombiano priorizó un plan de expansión hospitalaria que incluyó la implementación de hospitales de campaña en el marco de una política pública de articulación con las entidades de la salud y otros entes gubernamentales frente a la gestión del riesgo por el Covid-19.

“Colombia es el país de América Latina que más desastres tiene al año, y es el más afectado en la región por el cambio climático, según lo informan las evaluaciones realizadas por el Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD) y el Ideam. Los servicios sanitarios como el hospital de campaña dan soporte a las políticas públicas en salud y permiten ofrecer un servicio que va en garantía al derecho a la vida y a la salud”, explica la auditora Gómez.

Un concepto similar sobre la utilidad y necesidad de implementar hospitales de campaña en el país lo maneja Carolina Calderón Villamizar, magíster en Gestión y Políticas Públicas de Salud, quien señala en su investigación “Hospital de campaña como una propuesta de política pública en salud desde la gestión del riesgo en Colombia” que “al implementar hospitales de campaña en Colombia, son satisfechos derechos fundamentales”.

La experta Calderón, quien también es fisioterapeuta y especialista en alta gerencia del talento humano, aclara que la eficiencia de la inversión de los recursos en el hospital de campaña permite optimizarlos; así, en términos económicos, resulta más favorable desplazar una o dos unidades del hospital al lugar que se requiera que trasladar a miles de heridos en busca de servicios asistenciales.

En concordancia con lo anterior, planteó en su investigación que en Colombia un hospital de campaña requiere un riguroso estudio a nivel de gestión y políticas en salud, que permita en situaciones ordinarias garantizar los derechos humanos y fundamentales, como el derecho a la salud, a la vida y a la dignidad humana.

“El Estado, a través del Sistema de Seguridad Social Integral, compuesto por los subsistemas de pensión, riesgos laborales y salud –en especial por medio del subsistema de salud–, está llamado a generar e implementar una política que garantice el ejercicio del derecho para la institucionalización de un hospital de campaña aplicado a la gestión del riesgo en Colombia”, un concepto que con la pandemia se fortaleció.

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En el país, la atención a emergencias y desastres se legisla de acuerdo con el Decreto 2157 de 2017, que da los lineamentos y dirección que los sistemas integrados deben seguir para implementar actuaciones en casos de riesgo y los cuales son coordinados por la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgo de Desastres.

La implementación de dichos hospitales en Colombia ante la emergencia por Covid-19 resulta ser un reto y una misión para el Estado. En la mayoría de los casos, fueron las Fuerzas Militares, conformadas por el Ejército Nacional, la Armada Nacional y la Fuerza Aérea Colombiana, las llamadas, de manera conjunta con la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, a instalarlos. Aunque hubo entes territoriales (alcaldías locales) que apostaron por su adecuación de manera autónoma.

Casos en el país

Con la pandemia, Colombia habilitó hospitales de campaña en varias ciudades del país en el marco del plan de expansión hospitalaria de emergencia. Pero, por su pertinencia y respuesta casi inmediata a la situación, vale resaltar la experiencia de Bogotá, que en un primer momento habilitó en Corferias, en 22 días, un centro hospitalario transitorio con disponibilidad para 2.200 camas y un costo de 200 mil millones de pesos.

Este fue el primero en Colombia y el tercero en Latinoamérica después de los de Lima y Buenos Aires. Su objetivo fue descongestionar los centros médicos públicos y privados, y tener listas más camas disponibles en las unidades de cuidados intensivos debido a ocupación por Covid-19.

Bogotá alcanzó a finales de enero el 91,3% de ocupación en su red hospitalaria y, aunque el hospital transitorio se desmontó después del primer pico de la pandemia, varios hospitales de campaña fueron habilitados en instituciones de salud para sobrellevar la emergencia, en parqueaderos, zonas verdes e inmediaciones, descongestionando los servicios de urgencias y disminuyendo la presión en consulta externa y hospitalización.

En Colombia, la adecuación del personal humano que labora en los hospitales de campaña debe estar inscrita en el Registro Único Nacional del Talento Humano en Salud (ReTHUS).

En la actualidad, las instituciones de la red privada de salud de Bogotá que cuentan con hospitales de campaña en sus alrededores son el Hospital Militar, el Hospital Universitario Mayor Méderi, el Hospital Central de la Policía y la Clínica Colombia. Entretanto, en la red pública tienen instalaciones los hospitales Simón Bolívar (30 camillas), Engativá (26), el Tunal (23) y Kennedy (20).

Así mismo, se adecuaron hospitales de campaña en Soacha (Cundinamarca) (Hospital Mario Gaitán Yanguas), este con apoyo de la ONU.

En Cúcuta, el Hospital Universitario Erasmo Meoz, en articulación con el ACNUR y la Cruz Roja, acondicionó una carpa médica y un container con equipos destinados a la atención de pacientes Covid y manejo de cadáveres a causa de la pandemia.

El Ejército colombiano, junto con la empresa privada, por ejemplo, también adecuó un hospital de campaña en el Hospital Local del Norte.

La experiencia

Con la pandemia, los hospitales de campaña se han ido fortaleciendo, incluso en países pobres han puesto en evidencia, ejecutando acciones de ayuda humanitaria, una nueva necesidad o las falencias que tienen los hospitales para responder a emergencias sanitarias.

Con su implementación se han creado y fortificado planes o políticas públicas para la gestión del riesgo en procesos sanitarios, “que garanticen la maximización de herramientas como el hospital de campaña, para la protección de los derechos fundamentales de los colombianos, como el derecho a la vida, la salud, la dignidad y la protección, fortaleciendo la gestión del riesgo y la respuesta a emergencias inminentes en el país”, concluye la especialista Calderón.

Los Estados se vieron obligados a crear lineamientos de política sobre el nivel de protección que los gobiernos deben ofrecer a los afectados por eventos peligrosos; además de incentivar a asumir sus riesgos y tomar medidas de prevención o mitigación, y a entender que los servicios sanitarios como el hospital de campaña dan soporte a las políticas públicas en salud.

En el mundo

Estos son algunos de los hospitales emblemáticos que se dispusieron:

Londres: el auditorio ExCel fue habilitado como hospital y se instalaron camas para 500 pacientes, capacidad que podría incrementarse eventualmente hasta 4 mil.

Nueva York: en el epicentro del brote de coronavirus de los Estados Unidos, se habilitó el Central Park, el buque hospital de la marina estadounidense Comfort (con mil camas y 12 quirófanos, entre otros equipamientos) y el Centro de Convenciones Javits Center, así como una morgue temporal frente a uno de los hospitales más importantes de la ciudad.

Italia: en Crema (Lombardía), el Ejército instaló tiendas de campaña con el apoyo de médicos cubanos que apoyaron a los profesionales de la salud locales.

Irán: un hospital creado por los militares en la capital, Teherán, está habilitado para recibir hasta 2 mil pacientes. Igualmente, se levantó un hospital de emergencia en un centro comercial de la capital iraní.

Brasil: clubes de fútbol ofrecieron instalaciones que fueron usadas durante el Mundial de 2014 para que el sistema de salud. El estadio de fútbol y sala de conciertos Pacaembú, en Sao Paulo, ha sido convertido en un hospital temporal con espacio para 200 camas.

Florida (Estados Unidos): un centro de convenciones alberga 250 camas de hospital, y se construyó otro sitio similar en el aeropuerto de Fort Lauderdale.

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