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¡Es hora de hablar de la menopausia!

¡Es hora de hablar de la menopausia!

Esta puede ser una etapa de cambios positivos; no obstante, todo depende de la forma de vida, el conocimiento adecuado del tema y del apoyo de médicos, pareja y entorno.

La caída hormonal que se inicia en la mujer en promedio al llegar a los 37 años puede tener diversas consecuencias, incluso psíquicas, pero hoy por hoy lo que causa daño son los mitos y tabúes que existen frente al asunto, más que la propia realidad.

“Hay una serie de mitos mal infundados y, muchas veces, la poca información en las mujeres genera pánico a vivir esta etapa. Una adecuada asesoría brinda tranquilidad y cambio de actitud, concientiza y se convierte en la mejor estrategia”, señala la doctora Martha Lucía Marrugo Flórez, ginecóloga y obstetra, expresidenta de la Asociación Colombiana de Menopausia.

En su concepto, es fundamental el acompañamiento del médico y del equipo de salud para analizar las condiciones de cada mujer; así como entender estos aspectos y poder evaluar alternativas de tratamiento dirigidas a mejorar los síntomas, enfocados siempre en el objetivo de prevenir enfermedades a futuro que deterioren la salud.

Aquí, más que nunca, es determinante la relación médico-paciente y, en ese sentido, la doctora Marrugo es enfática al destacar cómo la interacción del médico con la mujer cumple un rol esencial en esta etapa de la vida. Él se convierte en su terapeuta, amigo, consejero y guía. Es muy importante que la mujer conozca sus cambios, entienda su entorno y sea consciente de las actitudes y modificaciones, si se requieren, en su estilo de vida, para poder llevar una madurez saludable”.

 

¡Es hora de hablar de la menopausia!

Cambios innegables

La disminución en la producción hormonal, que se traduce en la reducción de la capacidad fértil, la detención de la menstruación y algunos problemas derivados de no producir los estrógenos, que brindaban incluso una protección cardiovascular, se reflejarán en algunas molestias, pero no estamos ante unaenfermedad ni es el fin de la vida con calidad; es un proceso fisiológico.

“Se observa que la disminución de la producción hormonal se acentúa tres a cincoaños antes de la llegada de la menopausia, período conocido como perimenopausia”, explica la doctora Marrugo.

Con la menopausia, definida como la ausencia total de menstruación por más de un año debido a la pérdida de la actividad de los folículos en los ovarios, y que suele presentarse en promedio a los 50 años, llegan signos y síntomas que no se dan por igual en todas las mujeres, y se pueden agrupar así:

– Mentales: trastornos del sueño, estados de ánimo depresivo, ansiedad, irritabilidad, olvido, sentimientos de pánico y niebla mental.

– Vasomotores: oleadas de calor y sudoración nocturna.

– Somáticos: dolor de cabeza, palpitaciones, mareo, agotamiento, sequedad en piel.

– Sexuales: sequedad vaginal, dolor con las relaciones sexuales, disminución de la lubricación y del deseo sexual.

“A largo plazo se pueden desarrollar algunas enfermedades crónicas relacionadas con la disminución de estrógenos, como las cardiovasculares (infartos, trombosis), la sarcopenia (atrofia de la masa muscular) y la osteoporosis (disminución de la densidad mineral ósea con aumento de la fragilidad y riesgo de fracturas)”, dice la doctora Marrugo.

Estudios liderados por el doctor Álvaro Monterrosa Castro y su grupo de investigación ‘Salud de la mujer’, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena, han encontrado que, en Colombia, los síntomas de mayor impacto están asociados con el agotamiento físico (76%) seguido de los sofocos (72,4%), los problemas de sueño y trastornos osteomusculares (70,6%).  (*)

De igual forma, expertos en menopausia de Mayo Clinic, en Estados Unidos, han encontrado en sus estudios una interrelación entre las diversas molestias que presenta la mujer; por ejemplo, “los síntomas físicos, como los sofocos, y los emocionales, pueden alterar el sueño, disminuir la energía o afectar la salud mental”.

Recientemente se habla de uno menos conocido, pero clínicamente relacionado, y es la niebla mental o cerebral (‘brain fog’) que, según la doctora Gayatri Devi, neuróloga del Hospital Lenox Hill en Nueva York, en una entrevista para BBC News este año, se conecta con esa dificultad para concentrarse en diversas tareas a la vez o terminar diciendo frases como ‘lavar la ponedora’ en vez de ‘poner la lavadora’ u olvidar por segundos el nombre de un objeto, para terminar señalándolo como ‘esa cosa’ o no recordar en donde dejaron las llaves.

Todo ello parece estar vinculado con la afectación que sufre el hipocampo por la caída abrupta de los estrógenos, y no es una consecuencia permanente, sino temporal, que pasa a medida que el cerebro se acostumbre a ‘vivir’ sin los estrógenos o cuando algunas mujeres reciben una terapia con estrógenos.

(*)https://www.grupodeinvestigacionsaluddelamujer.com.co/Html/trayectoria.html

 

Otras relaciones que preocupan

Recientemente se ha encontrado que las mujeres tienen el doble de posibilidades que los hombres de sufrir ansiedad o depresión, tres veces más probabilidades de esclerosis múltiple y cuatro de padecer migrañas, y que dos de cada tres pacientes con Alzhéimer son mujeres, y se está estudiando la aparición de dichas enfermedades a propósito de los cambios hormonales.

Al respecto, la doctora Marrugo explica que: “Múltiples estudios de Psiquiatría, Psicología y Ginecobstetricia coinciden en señalar que en estas etapas de la vida de las mujeres suele presentarse un malestar emocional que no depende solamente de las fluctuaciones, sino que resulta de una compleja interacción de fenómenos biológicos, psicológicos y sociales que coinciden. Realmente lo que marca la diferencia de cómo vive una mujer si la comparamos con la otra, es su propia historia de vida, que en ocasiones viene cargada de experiencias traumáticas o de antecedentes de problemas o trastornos mentales”.

En cuanto al Alzheimer, “se está estudiando su relación con muchos aspectos en la vida de la mujer, en lo referente a temáticas como duelos mal elaborados, menopausia temprana (antes de los 45 años), ser histerectomizadas en etapa reproductiva o con castración ovárica temprana, pero aún no hay nada que confirme porqué la incidencia es mayor en mujeres”.

Incluso, la Sociedad Internacional de Menopausia (IMS, por sus siglas en inglés) y la Asociación Colombiana de Menopausia han solicitado en sus consensos que se haga una evaluación integral de las mujeres, para conocer sus factores de riesgo de enfermedades crónicas como sobrepeso u obesidad; la individualización de la terapia de reemplazo hormonal si se considera una opción, el inicio lo más cercano a la perimenopausia o a los primeros años de la menopausia, e insistenen la necesidad de que se hagan más investigaciones para determinar el impacto de las alternativas actualmente utilizadas.

Todo en su justa medida

Por el momento, no hay evidencia concluyente que demuestre que la menopausia natural afecte la memoria o las funciones mentales. Tampoco la hay frente a muchos otros tópicos, o todavía no se cuenta con los resultados definitivos.

Es lo que sucede con los tratamientos con estrógenos que, según los especialistas de Mayo Clinic, han tenido resultados mixtos: “Muchos de los beneficios esperados no se manifestaron para una gran cantidad de mujeres”.

Lo que hoy se afirma es que estos tienen más beneficios que riesgos, pero no son para todas las mujeres, y es aquí en donde también resulta fundamental la elección adecuada de las candidatas a terapia hormonal para la menopausia, porque hay que derribar otros mitos.

Sobre aspectos como su relación con el cáncer de mama o los problemas cardiovasculares no hay estudios concluyentes. Para el doctor Bernardo Moreno Escallón, especialista en Ginecología y Obstetricia: “En cuanto al cáncer de mama podemos observar que hay mujeres con cáncer de mama sin haber recibido THM(Terapia Hormonal para la Menopausia), lo que significa que no es necesario que la reciban para tener la enfermedad, y mujeres que la recibieron, unas presentaron cáncer de mama y otras, no”, por lo que podríamos estar ante un mito desvirtuado’, indicó durante el simposio ‘Terapia hormonal de la menopausia’, organizado por la Asociación Colombiana de Menopausia.

Esto significa que hay mucho por conocer y estudiar, y que “la menopausia debe dejar de ser un dolor para muchas mujeres; por el contrario, con un conocimiento adecuado y con el apoyo por parte de los profesionales, su pareja, su entorno, puede ser una etapa de cambios positivos, que vale la pena ser vivida”, insiste la doctora Marrugo, especialista en Ginecología y Obstetricia, investigadora y experta en temas de climaterio y menopausia.

Consejos clave

Es conveniente que la mujer se concientice de que “es el momento de hacer una evaluación de sus condiciones de salud y sus estilos de vida que involucranalimentación, ejercicio físico, actividades lúdicas, tiempo con la pareja, evitar el estrés, decirle no al alcohol y al cigarrillo, y con este check list de nuestras condiciones en salud integral, corregir los errores y buscar una mejora en la calidad de vida que la llevarán a una vejez saludable”, aconseja la doctora Marrugo.

El primer punto: una actitud positiva hacia la vida es fundamental.

El segundo: tener estilos de vida saludables que incluyan actividad física y cognitiva regular, adecuada y controlada; mantener un corazón sano, ya que lo que es bueno para el corazón es bueno para el cerebro; una dieta saludable, que incluya frutas, verduras, pescados y otros nutrientes básicos; fortalecer y mantener las relaciones y los lazos sociales; estar en un continuo aprendizaje, salir y explorar cosas nuevas; gastar tiempo en actividades que tienen un significado y un objetivo, y relajarse y ser feliz.

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