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El trasplante cardíaco infantil, una oportunidad para los niños del occidente colombiano

El trasplante cardíaco infantil, una oportunidad para los niños del occidente colombiano

A través de su Unidad de Trasplante Pediátrico, la Clínica Imbanaco de Cali brinda una luz de esperanza a los niños que requieren de un nuevo corazón para seguir adelante. 

La historia de Isabela Salamanca*, una niña de dos años nacida en Popayán, es la de muchos menores en nuestro país que padecen de una falla cardíaca severa, frente a la cual la única opción posible para seguir viviendo es el trasplante de corazón.

A diferencia de otros niños que empiezan a dar sus primeros pasos, desde muy temprana edad Isabela empezó a familiarizarse con los entornos hospitalarios, ya que sus problemas de salud llevaron a sus padres a hospitalizarla, cuando tan solo tenía ocho meses. Gracias a la atención médica que recibía de manera constante le fue detectado un soplo en el corazón, justo después de cumplir su primer año de vida.

Tras una serie de pruebas diagnósticas practicadas en la Clínica Imbanaco de Cali, los especialistas determinaron que la bebé presentaba una anomalía cardíaca de origen genético y la eventualidad de sufrir de una muerte súbita, ante las cuales era inminente la realización de una cirugía de trasplante de corazón.

Un procedimiento exitoso

De acuerdo con Milena Prada, jefe de la Unidad de Trasplante Pediátrico de la institución, uno de los principales retos era la selección del donante que “tenía que ser un paciente antropométricamente similar, de la misma edad y de un peso parecido. Sin embargo, conseguir un donante de esa edad, con un órgano en muy buenas condiciones, es muy raro”.

Para fortuna de Isabela y de sus médicos tratantes encontraron un donante compatible, que además era de la misma región. Sin embargo, debido a que tenía un corazón un poco más grande que el de la pequeña, los profesionales extendieron los criterios de sobredimensión para acometer el trasplante cardiaco infantil.

El pasado 8 de febrero, un equipo multidisciplinario de la Clínica Imbanaco, integrado por siete especialistas en anestesiología cardiovascular, cirugía cardiovascular, cardiología pediátrica y falla cardíaca, junto a un grupo quirúrgico asistencial, tuvo a su cargo la compleja intervención, que luego de seis horas de duración fue llevada a feliz término.

“Inmediatamente fue operada, Isabela pasó a la unidad de cuidados intensivos. Cuatro días después, la niña estaba prácticamente desconectada de los soportes, sin drenajes y sin catéteres. Al séptimo día de la operación, la trasladamos al piso de hospitalización”, señaló la doctora Prada.

Desde entonces, la paciente recuperó no solo la alegría de vivir, sino también las actividades básicas que había abandonado casi por completo como el hecho de ingerir alimentos. Durante el año previo a su trasplante de corazón, la menor llevaba un año alimentándose por jeringa, a causa de su inapetencia total.

“Ahora la principal preocupación de la mamá es que come mucho, al contrario de lo que pasaba antes. Durante más de cinco meses, Isabela no alcanzó a ganar ni siquiera medio kilo de peso. Después de la operación, ha ganado dos kilos, comiendo muy bien y creciendo. Como médicos lo que hacemos es devolverles a los pacientes calidad de vida”, afirmó la profesional tratante.

Compromiso con la región

Si bien la corta edad de Isabela era un factor que jugaba en contra del resultado del trasplante, existían otros inconvenientes. Aunque los datos no son precisos, debido a que el Instituto Nacional de Salud, organismo gubernamental encargado de las listas de espera de donantes, no discrimina entre mayores y menores de edad, la opinión es que son muy pocos los órganos disponibles para niños que requieren este tipo de procedimientos.

Así mismo, hasta hace algún tiempo, el occidente colombiano no disponía de un centro especializado para asumir operaciones de alta complejidad en población infantil, como esta que le suministró el impulso definitivo a la protagonista de la historia.

“En 2019 la Clínica Imbanaco abrió la unidad de falla cardíaca pediátrica crónica infantil, brindando la opción de trasplante y respondiendo a una necesidad regional, pues teníamos muchos pacientes que debían ser remitidos a Bucaramanga, Medellín o Bogotá, haciendo muy compleja la interacción al tener que llevarlos lejos y separarlos de sus familias”, comentó la doctora Prada.

A la fecha, esta área, adscrita a la Unidad de Trasplante de Órganos y Tejidos de la Clínica Imbanaco Grupo Quirónsalud, ha logrado intervenir a tres niños que necesitaban de un nuevo corazón, siendo Isabela la primera menor de 5 años en ser operada en el suroccidente colombiano.

“La idea es intentar que todos estos pacientes se recuperen y vuelvan a su vida normal. Para nosotros la experiencia ha sido muy gratificante, porque hacer un trasplante cardíaco infantil demuestra la capacidad de trabajo en equipo que hay en la Clínica Imbanaco”, indicó la doctora Prada.

*Publicamos el nombre y el rostro de la menor, con la autorización de sus padres. Las fotografías fueron suministradas por cortesía de la Clínica Imbanaco.

 

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