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Un día para rendir homenaje a todos los médicos

Un día para rendir homenaje a todos los médicos

©2023 SHUTTERSTOCKPHOTOS

Este 3 de diciembre, Coomeva Medicina Prepagada destaca el trabajo de su red de médicos y da una mirada al rol de estos profesionales en la sociedad.

Si bien los médicos han sido fundamentales para el progreso de la civilización humana y su existencia determinante en la historia, fue hasta el año 1953 cuando en el Congreso Panamericano de Salud, en Dallas (Texas, Estados Unidos), se escogió el 3 de diciembre como un día para rendir homenaje a todos los médicos, hacerles un reconocimiento y destacar su labor. ¿La razón? Un 3 de diciembre había nacido, en Cuba, el profesor Carlos Finlay Barrés, descubridor del papel del mosquito aedes aegypti como transmisor de la fiebre.

Son 190 años del natalicio del profesor Finlay (Puerto Príncipe, actual Camagüey, 3 de diciembre de 1833-La Habana, 19 de agosto de 1915) y en su honor no solo se celebra el Día Panamericano del Médico, sino el Día de la Medicina en las Américas. Una oportunidad para recorrer la historia, pero también para analizar los desafíos y peligros de esta profesión y para destacar los esfuerzos de quienes tienen en sus manos, muchas veces, la vida de las personas.

Así, aunque desde hace cuatro mil años ya existían registros del desarrollo de la medicina, encontrados en la antigua Mesopotamia, la base de este conocimiento en el mundo occidental se atribuye a Hipócrates en la antigua Grecia y a Galeno, en la antigua Roma. 

En referencia a Hipócrates, quien nació en la isla de Cos (antigua Grecia) en el año 460 a.C., no solo se reconoce la escuela que fundó y que lleva su nombre, sino las bases para el juramento hipocrático, que todo médico debe hacer al finalizar sus estudios, y se considera el primero en separar la superstición del conocimiento racional del cuerpo humano, y en dar un origen racional a las enfermedades que padecían las personas de su tiempo. 

Por su parte, Galeno de Pérgamo, además de ser el primero en elaborar tratados de anatomía humana y apoyar al emperador Marco Aurelio en sus esfuerzos por salvar a Cómodo, su hijo y futuro emperador, de la epidemia que azotó a la población de la antigua Roma durante el siglo II antes de Cristo, pudo establecer —mediante la observación— los patrones para frenar la expansión de la peste entre los soldados que defendían las fronteras del imperio de los ataques germanos y reducir las bajas. 

En el Renacimiento, médicos como Andreas Vesalius (1514) darían las pautas para la anatomía moderna, y sus estudios del cuerpo humano facilitarían a las nuevas generaciones los conocimientos sobre el funcionamiento de cada una de las partes del cuerpo, sus interconexiones y estructuras, de una forma nunca vista, lo que iría apalancado de investigaciones y trabajos en busca de nuevas terapias y formas de entender las enfermedades.

En la modernidad, la labor médica e investigativa se fue integrando gracias a expertos como el británico Edward Jenner, a mediados del siglo XVIII, quien inventó las primeras vacunas, como una herramienta para enfrentar la viruela. Luego, en el siglo XIX, fuente de la industrialización moderna, el alemán Robert Koch no solo descubrió el bacilo de la tuberculosis, sino cómo muchas de las enfermedades que afectan a la humanidad son causadas por virus y bacterias; esto dentro de una larga e interminable lista de avances y resultados de manos de los médicos en pro de la salud y el bienestar de la humanidad.

Los retos del mundo moderno

Desde las grandes epidemias de viruela en la antigua Roma, pasando por la peste bubónica de la Edad Media, las dolorosas epidemias en el Renacimiento y la Ilustración hasta llegar a los tiempos modernos con la pandemia de COVID-19 —ocasionada por el Sars-CoV-2—, la labor de los médicos ha sido primordial para salvar millones de vidas, asumiendo una gran capacidad de resiliencia y liderazgo absoluto.

En cada rincón de la región y del mundo se reconoció su trabajo incansable, y desde entonces muchas voces se han levantado para rendirles tributo.

Coomeva destaca su labor en un día para rendir homenaje a todos los médicos

En este 3 de diciembre, Coomeva Medicina Prepagada que está cumpliendo 50 años cuidando la salud de generaciones de colombianos destaca el trabajo de todos sus médicos, una labor misional sin la cual no hubiera sido posible alcanzar tantas realizaciones y desarrollar programas y estrategias por el bienestar de la población a lo largo y ancho del país.

En estas décadas hemos logrado conformar una red sólida, humana, que acompaña, protege, guía, orienta y ayuda a prevenir la enfermedad y a superar aun los retos más difíciles y complicados, apoyando a cada familia en cada proceso.

Tenemos una red conformada por 5.801 aliados, de los cuales 1.464 son instituciones de salud y 4.337 profesionales de la salud (3.618 médicos, 83% y 719 profesionales de otras disciplinas de la salud, 17%).

Ellos nos acompañan en nuestras seis regionales (Caribe, Noroccidente, Suroccidente, Nororiente, Centroriente y Eje Cafetero) y en las 28 ciudades principales en donde hacemos presencia, desde Barranquilla hasta Pasto, desde Quibdó hasta Barrancabermeja, entre otras.

Relevancia en el cine

Programas de televisión como ER y Doctor House muestran el compromiso de los médicos con su labor y su saber científico, reforzando desde la ficción la relevancia que esta profesión ha tenido en la vida real de las personas. 

El cine también nos ha acercado a su rol, con películas biográficas como Patch Adams, protagonizada por Robin Williams (1951-2014), mostrando su rostro más humano y cómo se centran no solo en resolver intrincados dilemas médicos, sino también en buscar alternativas para llegar al corazón de sus pacientes, en este caso mediante el humor y la alegría.

Bajo esta misma tónica, películas como Despertares (1990), inspirada por la obra narrativa del neurólogo Oliver Sacks, les daría a los espectadores la oportunidad de ver al doctor Malcolm Sayer como un héroe dispuesto a buscar una oportunidad para ayudar a las víctimas de la epidemia de encefalitis letárgica, de 1911 a 1928, destacando la inmensa responsabilidad social y la participación dentro de la comunidad que tienen los médicos.

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