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Clínica de Marly, 120 años de historia e innovación

La Clínica de Marly conmemora 120 años y se consagra como la institución privada más antigua y con mayor tradición en Colombia. Su gerente general, Luis Eduardo Cavelier, habla de su evolución, proyectos, retos y de cómo la entidad se ha convertido en un referente en tecnología y atención. Coomeva Medicina Prepagada celebra el aniversario de este importante aliado en servicio y dedicación a los pacientes.

 En realidad, esos diferenciales se centran en estar siempre a la vanguardia trayendo al país tecnología de punta. Eso sí, siempre cuidándonos de que estos avances cuenten con los avales científicos y las aprobaciones en el mundo médico para innovar en tecnologías que en verdad le aporten al país y también cuidando que estas sean asequibles al mismo sector de la salud y a los pacientes en Colombia. De tal manera que la Clínica de Marly, tradicionalmente en sus 120 años, se ha caracterizado por innovar y hoy en día contamos con grandes adelantos tecnológicos que con frecuencia son un punto de partida para que otras instituciones también los adquieran.

Por lo general, la clínica en las últimas décadas ha innovado en servicios y en tecnología como en su momento fue, por ejemplo, ser pioneros en la litotricia extracorpórea para el tratamiento de los cálculos renales y, por supuesto, en tecnología para el tratamiento de cáncer en próstata con la braquiterapia; en imágenes diagnósticas; en la cirugía robótica hace cerca de 11 o 12 años con el primer equipo Da Vinci y diagnósticos para el cáncer, como las biopsias de próstata por fusión, y siempre a la vanguardia en equipos de última generación, en salas de cirugía y así cada vez más hemos puesto la pauta para que el país progrese en ese sentido.

Yo diría que, sin lugar a dudas, nuestros pilares se centran en la ética que siempre nos ha caracterizado. En esto juega un papel de gran importancia esa mezcla de la tradición que tenemos en Colombia, con más de 120 años, y la tecnología. Eso pesa enormemente en mantener la cultura institucional, uno de los grandes retos que tienen todas las instituciones y más en salud y es algo que resalta con fuerza en Marly.

La Clínica siempre ha sido reconocida, se nos otorgó ya hace algunos años la Cruz de Boyacá, así como el máximo galardón que concede la Academia Nacional de Medicina, y Sociedades Científicas y entidades del sector de la salud han destacado la trayectoria de la clínica a lo largo del tiempo y los servicios que se prestan a la comunidad.

He sido una persona muy inquieta en preservar la historia y reconocer la de Marly. Hace alrededor de unos quince años empecé a organizar y guardar todos los equipos que teníamos en diferentes depósitos y finalmente logramos hacer una elección muy especial de aquellos que están hoy expuestos en nuestro museo. Este espacio tiene una particularidad y un valor especial: solo hay piezas que han pertenecido a la Clínica de Marly o a los médicos que han trabajado aquí. El 100% de lo que uno observa ha sido parte de nuestra institución. Eso es determinante.

Coomeva MP hizo entrega de una placa conmemorativa al Doctor Eduardo Cavelier, gerente General de la Clínica de Marly como reconocimiento a los 120 años de la institución. Lo acompañan el Doctor Humberto Ortiz, director médico CMP Centro Oriente; Jesica Paola Díaz, ejecutiva de Relacionamiento con Prestadores Centro Oriente; Lina Isaza, directora Comercial de Marly; y Carlos Mario González, gerente regional Centro Oriente CMP.

Este es un nombre francés, por eso le ponemos acento a la “y”. Fue fundada en 1903 en una finca que se llamaba ‘La Rosita’, propiedad de un tío abuelo de mi padre, el doctor Jorge Cavelier Gaviria. Después esa finca se la vendió a un ciudadano francés, el señor Arturo de Cambill, quien le puso Marly a la finca en honor al palacio del mismo nombre que era el sitio de descanso del rey Luis XIV y entonces así quedó cuando la clínica compró esta propiedad. Eso fue lo que generó que el barrio Chapinero tomara el nombre de nuestra institución y así sucesivamente.

La institución, que siempre ha estado aquí en la Calle 50, ha vivido el progreso de la ciudad y del sector. Era una institución para pacientes que requerían algún tipo de atención médica hospitalaria de internación, pero poco a poco fue creciendo. Fue fundada por un grupo de eminentes médicos de la ciudad y del país y fue ampliando sus servicios en las distintas especialidades. Aquí, como dato curioso, funcionó el primer Hospital Militar y a través del tiempo fue ampliando sus espacios y creciendo en sus alrededores. Hoy tenemos lo que llamamos el Complejo Marly, pues contamos con edificaciones aledañas a la manzana donde está el edificio de hospitalización.

El proyecto en Chía nació porque mi padre, que fue gerente durante 30 años, en su época consideró que la Clínica a futuro debía tener una sede fuera de Bogotá. Él y mi abuelo tenían unas fincas en Cajicá y en un momento dado mi papá —con una visión extraordinaria— compró lotes en el municipio de Chía pensando en que a futuro podía ser el sitio para una nueva sede y con esa ambición que lo caracterizaba no se equivocó. Luego del fallecimiento de mi padre empecé yo a trabajar en el proyecto, a considerar la opción de construir una clínica que llenara las falencias que tenía el sector en salud y me correspondió ser el gestor y fundador de la Clínica de Marly Jorge Cavelier Gaviria, en honor a papá. Se trata de una institución de una bella arquitectura, con grandes espacios, mucha luz, aire y realmente es el sitio perfecto para recibir servicios de salud y ha venido creciendo de una manera significativa, ya que en el sector era poca la oferta de instituciones de alto nivel de complejidad, como es la nuestra.

Había muchos pacientes que venían a nuestra institución en Chapinero desde el norte, pero ahora mismo es muy conveniente por la cercanía de sus hogares a la clínica y la calidad de los servicios. Eso sin contar con que próximamente realizaremos un proyecto de expansión de todas las zonas hospitalarias con un centro de rehabilitación cardiaca y hospital de día.

Esa es la enorme ventaja de trabajar en una institución de tanta tradición porque la cultura institucional contagia a todos nuestros colaboradores y esa cultura impregnada de la ética de quienes hemos dirigido la institución y el cariño que implica trabajar en esto hace que finalmente hagamos nuestra labor siempre pensando en la persona, en el ser humano, en su familia, sin descuidar todos los aspectos científicos y asistenciales; pero todo se centra en ese cariño y en esa ética que envuelven a la institución.

El punto más fuerte es esa mezcla de la tradición y cultura institucional con la modernidad en tecnología y aspectos científicos del cuerpo médico y asistencial de la clínica.

En Bogotá continuamos con proyectos de expansión, pero primero en Chía. Esperaría que el sector de la salud salga de ese bache que está cruzando en la actualidad para ir creciendo innovando y favoreciendo a tantas personas.

El sector de la salud en líneas generales hoy en día está funcionando bien, creo que la población en general se ha visto beneficiada con el actual modelo sin desconocer que hay una serie de aspectos y líneas para corregir, de tal suerte que ojalá que, a nivel gubernamental, yo me enfocaría en resolver los problemas concretos que tal vez todos conocemos que tiene el sector a nivel rural, de oportunidad de atención en las poblaciones más alejadas del país. Yo veo que es un sistema bueno, importante, que ha crecido notablemente en beneficio de los usuarios, que requiere ajustes y creo que la mejor manera de afrontar la crisis es ajustar lo que se considere que no funciona bien.

Desde que nací, nací aquí en la clínica y he estado empapado de lo que sucede. En aquella época mi abuelo era el director, el gerente de la institución por 25 años, posteriormente mi padre, por 30 años y yo ya llevo 17. Entonces en mi casa de lo único que se habla es de la clínica de Marly, de temas médicos y es lo que recuerdo desde mi infancia. Siempre he estado vinculado de alguna manera.

Yo no concibo la gerencia sin ejercer la medicina. Todos los días estoy en salas de cirugía a las 6:30 de la mañana, tres días a la semana hago consulta médica y eso me permite vivir la clínica y gerenciar conociendo los problemas que se dan diariamente. Para mí es fundamental el ejercicio profesional como urólogo, es algo que no pienso dejar, por lo menos en los próximos años.

Coomeva Medicina Prepagada felicita a la Clínica de Marly por sus 120 años de servicio y se siente orgullosa de contar con esta prestigiosa institución como aliada estratégica en la atención de sus afiliados desde 1999 en Bogotá, y en su sede de Chía desde su apertura en el 2018, por eso le hizo entrega de un reconocimiento como homenaje a su trayectoria.

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