Quienes beben café con regularidad tienen un riesgo reducido de desarrollar una enfermedad hepática crónica. Oliver Kennedy, científico y profesor de la Universidad de Southampton en el Reino Unido y sus colegas analizaron los datos de 384.818 bebedores de café y de 109.767 personas que no lo son.
Los individuos fueron monitoreados durante un período medio de 10,7 años para detectar afecciones del hígado que incluían enfermedad hepática crónica o esteatosis (enfermedad del hígado graso) y muerte por enfermedad hepática crónica, de las cuales hubo 3.600, 5.439 y 301 casos, respectivamente.
“En general, el café parece ser beneficioso. Esto no es solo para la enfermedad hepática crónica, sino también para otras, como la enfermedad renal crónica y algunos tipos de cáncer”, dice Kennedy.
Las personas que consumieron un promedio de dos tazas de café descafeinado, instantáneo o molido cada día tuvieron un riesgo 21% menor de desarrollar enfermedad hepática crónica que sus contrapartes que no bebían café. También un 49% menos de probabilidades de morir a causa de una enfermedad hepática crónica. “Creo que es necesario establecer cuántas tazas de café se necesitan beber al día”, dice Ludovico Abenavoli, gastroenterólogo de la Universidad Magna Græcia de Catanzaro, en Italia.
https://bmcpublichealth.biomedcentral.com/articles/10.1186/s12889-021-10991-7