Los esfuerzos para reducir el número de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares se estancan por el aumento de peso y de la prevalencia de la diabetes, de acuerdo con un análisis de los datos de salud escoceses.
Entre 1990 y 2014, la tasa de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares se desplomó impulsada por la disminución de la presión arterial, los niveles de colesterol y las tasas de tabaquismo, encontró la investigación.
El número de ataques cardíacos en Escocia se redujo de 1.069 por cada 100.000 personas en 1990 a 276 por cada 100.000 personas en 2014.
Sin embargo, el índice de masa corporal (IMC) medio subió de 27,2 a 28,1 y la prevalencia de diabetes se duplicó del 4% al 9% de la población.
Se estimó que esto había provocado un aumento del 20% en los ataques cardíacos y del 15% en los accidentes cerebrovasculares isquémicos, atribuibles a estos dos factores de riesgo.
The Lancet Regional Health. DOI: 10.1016 / j.lanepe.2021.100141