Los adultos mayores que mantienen un peso estable a medida que envejecen tienen menos probabilidades de experimentar un declive cognitivo acelerado.
Los adultos mayores que mantienen un peso estable tienen menos probabilidades de experimentar un declive cerebral. “Existe alguna relación entre mantener el peso y el índice de masa corporal (IMC) que parece reflejar cierta resiliencia de la salud”, afirmó Michal Schnaider Beeri, autora del estudio y profesora de Psiquiatría de la Escuela Icahn de Medicina en Mount Sinai, de Nueva York.
Según la experta, un IMC estable en la vejez puede otorgar protección contra el deterioro cognitivo y con el seguimiento del IMC, que es fácil de medir, en las visitas médicas anuales es posible identificar a las personas en riesgo de deterioro cognitivo y permitir una intervención temprana.
El trabajo analizó los datos de 16.000 adultos mayores del Centro Nacional de Coordinación del Alzheimer. Las personas tenían al menos 60 años, y ninguna había sido diagnosticada de demencia cuando comenzó el estudio. Se sometieron a pruebas para evaluar su memoria, lenguaje, capacidad de pensamiento y otras funciones mentales. El IMC se midió cada año.
Después de una media de 3,8 años de seguimiento, todos mostraron cierto grado de deterioro mental, pero fue un 60 por ciento más rápido en el grupo con IMC fluctuantes en comparación con aquellos cuyo IMC se mantuvo estable.
Estos hallazgos se sostuvieron, incluso, después de que los investigadores tuvieran en cuenta otros factores relacionados con el deterioro mental, entre ellos fumar, la diabetes, la depresión y los genes que aumentan el riesgo de Alzheimer.
Los análisis han relacionado a las placas amiloides, observadas en el cerebro durante las autopsias, con la inestabilidad del IMC, dijo la experta. Estas son características de la enfermedad de Alzheimer, la forma de demencia más frecuente.
“La fluctuación del IMC a lo largo del tiempo puede servir como una señal de alerta para que los médicos evalúen la cognición y hagan recomendaciones de cambios en el estilo de vida”, concluyó. Llevar una dieta saludable y hacer ejercicio de forma regular es bueno para el cerebro y el resto del cuerpo, añadió la profesora bioestadística Campuano.
Michal Schnaider Beeri, PhD, professor, psychiatry, Icahn Mount Sinai, New York City; Ana Capuano, PhD, MPS, MS, associate professor, biostatistics, Rush Alzheimer’s Disease Center, Chicago; Alzheimer’s & Dementia: The Journal of the Alzheimer’s Association, Jan. 20, 2022