Dos pacientes con leucemia lograron la remisión luego de una infusión de células CAR-T y los investigadores lo describen como una posible cura.
Un reciente estudio publicado en la revista Nature describe «un seguimiento de 10 años de los primeros pacientes tratados con células CAR-T, células T modificadas con receptores de antígenos quiméricos». Este estudio demuestra que es la primera terapia celular hecha con el propio sistema inmunitario del paciente y basados en sus resultados los investigadores y autores afirman que las células CAR-T pueden curar a los pacientes con Leucemia.
De acuerdo con el Instituto de Cancer Dana-Farber, la terapia con receptores quiméricos de antígenos o células CAR-T es una forma de inmunoterapia que utiliza células T especialmente alteradas para dirigirse a las células cancerosas. El sistema inmunológico está compuesto por células y órganos específicos que protegen al cuerpo de infecciones y cáncer, entre estos se encuentran las células T, que cazan y destruyen células anormales, incluidas las células cancerosas. La terapia de células T con CAR es un enfoque innovador para programar que el sistema inmunológico ataque el cáncer.
Después de que se ha recogido una muestra de células T de un paciente de la sangre, las células se redisetizan para que broten estructuras especiales llamadas receptores de antígeno quimérico (CAR) en su superficie. Cuando estas células T CAR se reinyectan en el paciente, los receptores pueden ayudar a las células T a identificar y atacar las células cancerosas en todo el cuerpo.
El descubrimiento
Este procedimiento permitió la remisión de 2 pacientes de leucemia linfocítica crónica, luego de 11 años de tratamiento.
El estudio describe las dos fases por las que pasaron los pacientes. La primera representada por las células CAR-T CD8+ o CD4-CD8 que expresaban un marcador llamado Helios y luego un cambio hacia una fase de remisión a largo plazo dominada por la población de células CAR-T CD4+.
Los investigadores explicaron que las células CAR-T siguieron siendo detectables luego de más de diez años después de la infusión, con una remisión sostenida en ambos pacientes.
Sin embargo, David Porter, oncólogo y autor del estudio, señaló que este tipo de inmunoterapia puede tener efectos secundarios graves, aunque también dijo que estas terapias se han vuelto más seguras con los años y se administran a cientos o miles de personas al año.
Entre los efectos secundarios se encuentra el síndrome de lisis tumoral, un fenómeno en el que se mata a un gran número de células cancerosas al mismo tiempo y estas derraman su contenido en la sangre. Este síndrome puede provocar anomalías electrolíticas y daños en los riñones.
Otro efecto secundario es el síndrome de liberación de citoquinas, que provoca un síndrome grave similar al de la gripe, con fiebres muy altas, náuseas, vómitos, dolor muscular y articular.
Así mismo, la toxicidad neurológica, que provoca dificultades para hablar o pensar con claridad. En algunas situaciones, las personas pueden entrar en coma o sufrir convulsiones.