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Adiós a los plásticos de un solo uso

Adiós a los plásticos de un solo uso

Colombia cuenta con la Ley 2232 de 2022 que regula los denominados plásticos de un solo uso. ¿Qué sigue después de esta aprobación?, ¿cuáles son los retos que enfrenta la empresa privada al respecto?, ¿qué puede hacer usted como ciudadano para mitigar este efecto nocivo para el planeta?

Para el año 2050 habrá en el mundo alrededor de 12.000 millones de toneladas de basura plástica. La aprobación en Colombia de la normativa elimina la utilización de aquellos plásticos que están hechos, la mayor parte, a base de combustibles fósiles y se desechan inmediatamente después de su uso y busca mitigar el efecto de estos productos en la sostenibilidad ambiental del país.

La fecha clave para que los plásticos de un solo uso desaparezcan en Colombia será 2025.De esta manera, se prohíbe la fabricación, la comercialización y utilización de este tipo de material, que deberá sustituirse por otros más sostenibles, además, se establecen medidas tendientes a la reducción gradual de la producción y consumos de ciertos productos básicos de un solo uso.

Asimismo, la ley contempla que las aerolíneas no podrán ingresar plásticos de este tipoen la Amazonía y en la Orinoquía, ni tampoco en parques nacionales naturales, páramos, humedales y ecosistemas marinos.

Esta ley es un avance histórico en favor de las fuentes hídricas de Colombia, del mar y en contra de la contaminación plástica, aseguró el senador Juan Carlos Losada, autor del proyecto de ley. “Se trata de un paso vital para el medio ambiente y la salud pública, también confirmó la senadora Angélica Lozano, otra de las impulsoras de la ley.

La iniciativa legislativa le pone la tarea ahora al Gobierno Nacional de expedir una política que promueva materiales más razonables que puedan ser un sustituto del plástico.

LOS PROHIBIDOS

La normativa prohíbe el uso de 14 plásticos, algunos de ellos de los más usados en el día a día de la población, como las bolsas de plástico en los comercios, bolsas para embalar periódicos o facturas, los copitos de algodón, los pitillos, los envases y recipientes para transportar comida, así como los platos y cubiertos de plástico desaparecerán de Colombia gradualmente.

En el tema médico interesa saber que de estas restricciones quedan excluidos los plásticos de un solo uso utilizados para propósitos médicos. “Hay unas excepciones que contempla la iniciativa como los plásticos para propósitos médicos, aquellos que sirven para contener químicos que constituyen riesgos para la salud o para el medio ambiente, los que conservan alimentos y bebidas de origen animal, y los que tienen fines específicos por razones de higiene o salud, afirmó la senadora Maritza Martínez, ponente del proyecto de Ley.

Dentro de las sanciones por el incumplimiento de la disposición se contemplan multas, decomisos y clausuras temporales, cuyo dinero será destinado a programas de limpieza y recuperación ambiental.

Entre tanto, para la implementación de la ley, el Gobierno deberá adecuar un Plan de Adaptación Laboral y reconversión productiva en trabajadores y empresas que participanen la industria del plástico.

Para esta última, el proyecto no es de su total agrado y visto como “una manera unidireccional de ver al plástico como un enemigo de la humanidad cuando este ha sido un colaborador de la vida del ser humano”. En este sentido Cristian Halaby Fernández, presidente de la Cámara Ambiental del Plástico, asegura que la ley “generaría el fin de una industria por completo”.

Pese a todo, para la agremiación, ese material es el producto más resistente del mundo cuando se mira la relación resistencia-peso y afirman que en su fabricación se requiere menor cantidad de recursos naturales, energía y agua como el vidrio y el papel.

LAS CIFRAS 

En el país, actualmente, se reciclan más de 300.000 toneladas de plásticos. De conformidad con cifras de Acoplásticos y una reciente encuesta que realizó el gremio, el reciclaje de este material posconsumo en Colombia creció, en 2021, 19 % en toneladas y 145 % en ventas, con un incremento en las inversiones totales en los últimos dos años de 120 %.
Cada colombiano consume anualmente el equivalente a 24 kilos de plástico y el 93 % de los plásticos de un solo uso no se reciclan, según datos de la Procuraduría mencionados este miércoles en el debate del Senado.

En virtud de un informe del WWF, la contaminación por plásticos afecta a los océanos de la siguiente manera:  

Al año, 11 millones de toneladas de residuos plásticos entran a los océanos, lo que es equivalente a arrojar al mar un camión lleno de plástico por minuto.
Si no se toman acciones urgentes ahora, se espera que la producción de plástico se duplique para 2040, lo que provocará que los desechos plásticos que terminan en el océano se cuadrupliquen para 2050.
Para final del siglo, la cantidad de microplásticos marinos podría aumentar en más de 50 veces, lo que sin duda causaría riesgos ecológicos significativos.
Más de dos mil especies marinas encuentran contaminación por plástico en sus entornos naturales. Se calcula, además, que el 88 % de estas especies se han visto afectadas negativamente por esta situación.
En las últimas dos décadas hemos producido el doble de plástico que antes se producía en casi un siglo.

¿QUÉ VIENE CON LA LEY?

La aprobación de la Ley 2232 de 2022 representa un notable cambio del modelo del uso plástico en el país, sin embargo, hay varios desafíos para su ejecución.

En ese sentido, María Alejandra González, asesora de política regional para plásticos delFondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por su sigla en inglés) para Latinoamérica y el Caribe, explica que la ley es positiva. “Es un paso importante. Colombia está reconociendo que estos productos son problemáticos y la ley permite, por ejemplo, dinamizar la demanda de plástico reciclado y productos sustitutos, que garanticen una alternativa ambientalmente sostenible”, agregó.

“Esta nueva ley va a impulsar mucho más rápido la transición, pero también está el reto para formalizar a cerca del 40 % de la industria del plástico, que trabaja en la informalidad,y tiene, en promedio, ocho intermediarios en la cadena de transformación”, confirma Laura Reyes, directora del Compromiso Empresarial para el Reciclaje (Cempre).

En Colombia ya existe una legislación que regula este tipo de usos. En 2019, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible emitió la Resolución 1558 de 2019, por medio de la que prohibió el ingreso de plásticos de un solo uso al Sistema de Parques Nacionales Naturales (PNN). “Lo que buscábamos con la misma era generar un ejercicio de concientización y sensibilización en quienes visitan los Parques frente a la afectación que genera el plástico de un solo uso en los ecosistemas”, aseguró Carolina Jarro, subdirectora de Gestión y Manejo de Áreas Protegidas de PNN.

Lo cierto es que este cambio exige un proceso de educación y sensibilización que permita generar hábitos y cambiar las prácticas inadecuadas de uso del plástico y esto incluye laparticipación de laempresas productoras, gremios, consumidores y comunidades del país.

Recientemente, la aerolínea Latam lanzó la estrategia Un destino necesario con la que busca eliminar los plásticos de un solo uso y alcanzar la carbono neutralidad, estrategia que pretende incorporar y comprometer a los pasajeros, colaboradores, proveedores y comunidades en reducir y compensar el 50 por ciento de las emisiones domésticas para el año 2030.

“La iniciativa de conservación de la biodiversidad y las sabanas inundables del Casanare, Arauca, Vichada y Meta, permite que nos podamos involucrar directamente, generar una economía alrededor de la conservación y convertirnos en un aliado estratégico que apoya y da cierto valor”, precisó María Lara, directora de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de la compañía.

SALUD INTEGRAL

Asimismo, es preciso recurrir a alternativas como las bolsas de tela o botellas de vidrio,donde el consumidor se convierte en un actor primordial; incluso, los profesionales llegan a tener una repercusión determinante cuando se requiera de recomendaciones de la salud que impacten a los colombianos con la exclusión del uso de plásticos en su cotidianidad.

El sector salud reflexiona también con esta normatividad, más si se tiene en cuenta que con la emergencia del Covid-19 se han generado diferentes cambios en los patrones de consumo de la ciudadanía, con el aumento de la demanda de elementos plásticos denominados de un solo uso para la salud, como tapabocas, polainas, ropa quirúrgica desechable, guantes, entre otros.

No obstante, los expertos dicen que simplemente descartar los plásticos desechables y optar por productos de un solo uso hechos de otros materiales no es la solución.

De acuerdo con Claudia Giacovelli, oficial de programas de la Unidad de Ciclo de Vida del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, “la naturaleza de producir objetos de un solo uso es lo más problemático para el planeta, más que el material del que están hechos. La mejor solución puede no ser la misma en todas las sociedades, pero adoptar un enfoque de ciclo de vida puede ayudar a establecer la base hacia el camino correcto, añade Giacovelli.

Darles prioridad a los productos reutilizables resulta fundamental para la salud ambiental, y la rentabilidad. Las empresas que permiten a los consumidores usar sus propias bolsas, vasos o contenedores pueden ahorrar en gastos de suministro y almacenamiento asociados a los plásticos desechables, mientras que los clientes pueden evitar pagar costos adicionales por bolsas o contenedores de compras.

Las bolsas de compras de algodón y polipropileno no tejido son cada vez más comunes, al igual que las botellas, vasos y vajillas de plástico y acero inoxidable reutilizables y portátiles.

También la reutilización es cada vez más viable para los productos de higiene personal, por ejemplo, las copas menstruales de silicona y los pañales de tela. Es decir, pasar “de un solo uso” a “multiuso”.

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