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Rasgos de personalidad que prolongan la vida

Ciertos rasgos de personalidad pueden ayudar a llegar a una edad avanzada. Así lo revela un estudio de la Universidad Complutense de Madrid, cuya conclusión es que a menudo son individuos que comparten características distintivas, entre ellas ser sociables, positivos y resilientes.

El análisis de la vida de centenarios sanos aporta conocimientos que ayudarían a la comunidad médica a encontrar el modo de alcanzar una vejez saludable. Además, el estudio de ocho rasgos de personalidad abre nuevas líneas de exploración.

La investigadora y psicóloga Dolores Merino y sus colegas de la Universidad Complutense de Madrid, entrevistaron a 19 mujeres y tres hombres con edades entre 100 y 107 años en España y detectaron que los rasgos de personalidad pueden contribuir a que las personas vivan hasta los 100 años o más.

 

El estudio español llamado “Personalidad centenaria: ¿existen recursos psicológicos que distingan a los centenarios?” se preguntó si quienes son más felices tienen probabilidades de vivir más tiempo.

 

La investigación pretendió descubrir si las personas mayores sanas comparten recursos psicológicos o características de personalidad positivas que les permiten afrontar con mayor éxito las situaciones traumáticas y los desafíos de la vida.

Se trató de una estrategia mixta con análisis cualitativo donde se realizaron entrevistas semiestructuradas y en profundidad sobre historias de vida, y análisis cuantitativo para controlar los resultados. Como tal, la investigación se estructuró en dos estudios: (1) exploratorio y cualitativo, y (2) de control y cuantitativo.

En un primer momento se identificaron 35 recursos psicológicos, de los cuales 19 fueron recursos centrales o identificativos de los centenarios, y 16 periféricos o producto de diferencias individuales. 

Los recursos centrales se agruparon en seis categorías: vitalidad, placer en la interacción, compromiso, control, motivación intelectual y positividad, a los que se añade resiliencia e inteligencia. Los resultados en un segundo análisis fueron completamente concordantes. 

SER VIEJO, UN DESAFÍO

La Organización Mundial de la Salud confirma que el envejecimiento saludable es un proceso de fomento y mantenimiento de la capacidad funcional que provee el bienestar durante la vejez.

El envejecimiento de la población mundial es actualmente el mayor de la historia de la humanidad y es uno de los grupos poblacionales de mayor crecimiento, por eso llegar a viejos sanos se convierte en un gran desafío, de acuerdo con la OMS.

Frente a la personalidad, el estudio describe que está expuesta a cambios biológicos y ambientales (Helson et al., 2002). Y que los cambios más significativos en la vejez están relacionados con la presencia de una enfermedad orgánica, como en el contexto de síndromes de demencia o de una condición médica subyacente. Sin embargo, los rasgos de personalidad son relativamente estables a lo largo del ciclo vital. 

Algunos estudios, citados en el análisis español, identifican a los centenarios sanos como personas activas, con intereses, satisfechas con su vida, optimistas, alegres, tranquilas, con objetivos de vida, fuertes creencias religiosas, fuertes vínculos afectivos con su familia, y que han sabido afrontar las adversidades; o sea, son resilientes (Puga, 2007; Darviri et al., 2009; Hutnik et al., 2012; Jopp et al., 2016; Scelzo et al., 2018; Lagacé & Bergeron, 2021; Poulain & Herm, 2021).

RESULTADOS CLAVE

“Se trata de uno de los pocos estudios que indaga específicamente los recursos psicológicos en centenarios desde una metodología mixta, cualitativa y cuantitativa, lo que da validez a los resultados encontrados. Estos identifican seis grandes constructos globales, a los que se suman la resiliencia y la inteligencia, como típicos de los centenarios. Todos ellos están relacionados con la salud física y mental, por lo que es consistente que sean propios de centenarios sanos”, aseguran los investigadores. 

 

  1. Vitalidad: las personas mayores entrevistadas están fuertemente ligadas a la vida y no solo viven, sino que claramente quieren seguir viviendo. Transmiten energía a través de su actitud y voz, que generalmente es de buen volumen, rápida y fuerte. Los recursos psicológicos que se agruparon en esta dimensión fueron: actividad y participación. 

 

  1. Placer de la interacción: los entrevistados son sociables, tienen vínculos cálidos con sus familias, amigos y cuidadores, y son altruistas. Esto ayudó que se estableciera fácilmente una buena relación durante las entrevistas y que se proporcionara mucha información. Más aún, afirman haber tenido siempre amigos y disfrutado de las relaciones sociales durante toda su vida. 

 

  1. Vínculos cálidos: esto sugiere que se sienten y se han sentido amados. Incluso, en sus infancias difíciles, siempre han tenido un modelo adulto (normalmente una profesora) del que han recibido afecto y apoyo. Entre quienes viven en residencias de ancianos, la frase “aquí me quieren mucho” es una de las más escuchadas textualmente. 
  2. Altruismo: la ayuda desinteresada es otra característica que se infiere del discurso, pues han estado dispuestos a apoyar a quienes lo necesitan sin pedir nada a cambio y sin que se les solicite que lo hagan. 

 

  1. Compromiso: en este ítem se agruparon varios recursos psicológicos: competencia, responsabilidad, honestidad y perseverancia. 
  2. a) Competencia, referida a experiencia o aptitud para hacer algo. Del análisis de las entrevistas se infiere que los centenarios son personas que muestran alto desempeño en lo que hacen.
  3. b) Responsabilidad, con sentido del deber, sintiendo que ha hecho lo que tenía que hacer. 
  4. c) Perseverancia, o determinación de hacer algo para lograr un fin.
  5. d) Honestidad, denominada auténtica, confiable.

 

  1. Control: bajo esta descripción se agruparon los recursos que implican acción/influencia del sujeto sobre las situaciones que enfrenta. En este sentido, a partir de un análisis profundo del discurso de las entrevistas se infiere que los centenarios, en general, muestran autonomía, dominio ambiental y practicidad.
  2. a) Autonomía: han tomado el control de su propia vida y la han dirigido hacia donde quieren ir. 
  3. b) Dominio ambiental: han sabido organizarse, aprovechar el entorno, entienden dónde estaban las oportunidades para ir tras ellas. 
  4. c) Practicidad:entendido como pensar o actuar adaptándose a la realidad y persiguiendo normalmente un fin provechoso.

 

  1. Motivación intelectual: se refiere al placer de tener la mente activa, ya sea leyendo, jugando a las cartas, haciendo crucigramas o sudokus. Dentro de esta dimensión se encontraron recursos como la curiosidad, el amor por aprender y el autodidacta.
  2. a) Curiosidad, entendida como el afán por conocer, viajar y estar actualizado.
  3. b) Amor por aprender, han sido lectores voraces, con grandes colecciones de libros. Incluso aquellos que no pudieron ir a la escuela aprendieron a leer y escribir por sí solos.
  4. c) Autodidacta: muchos aprendieron sus oficios por su cuenta, sin que nadie les enseñara. 

 

  1. Positividad: los centenarios son positivos, en el sentido de que son agradecidos por la vida y han sabido disfrutarla a pesar de las dificultades. 

 

  1. Resiliencia: las historias que cuentan reflejan episodios extremadamente difíciles de su vida, como: separación de padres durante la infancia, maridos abusivos, pérdida de pareja o incluso de hijos, estar encerrado en una habitación de una residencia de ancianos a causa del COVID-19, etc. Aparte de la Guerra Civil Española, que todos ellos vivieron al final de su adolescencia o en su juventud. Pese a todo ello, han sabido seguir adelante con sus vidas, en algunos casos reconducirlas y, sobre todo, no verse dañados psicológicamente por la experiencia de la adversidad. 

 

  1. Inteligencia: los comportamientos de varios de ellos los conducen a la inteligencia, por ejemplo, tienen resultados académicos y profesionales exitosos, son autodidactas, resolutivos, asumen desafíos, aunque no estén específicamente capacitados y triunfan, les encanta aprender y son curiosos, su conversación es rápida, ágil y cuentan con buena memoria.

 

“Además de estas características positivas de personalidad que consideramos centrales, encontramos que algunos centenarios son asertivos y defienden sus derechos con claridad. Sin embargo, otros se muestran complacientes. Es decir, se adaptan a lo que sea, evitando los conflictos. Lo mismo ocurre con la religiosidad. Algunos se declaran muy religiosos y practicantes de la fe católica, mientras que otros dicen ser agnósticos y otros abiertamente ateos. Al igual que ocurre con la calma o la tranquilidad emocional, algunos afirman estar tranquilos mientras que otros dicen haber estado siempre muy nerviosos. En total encontramos 16 recursos periféricos: confiado, franco/claro, tranquilo, autoestima, alegre, religioso, asertivo, flexible, tolerante, valiente, con sentido del humor, optimista, creativo, complaciente, dominante, innovador. Finalmente, es necesario señalar que los resultados de esta investigación reflejan que los recursos psicológicos no cambian significativamente con el tiempo”, concluye Dolores Merino, una de las académicas de la Universidad Complutense de Madrid.

 

La evidencia presentada sugiere una correlación positiva entre los rasgos distintivos de las personas mayores y una longevidad saludable. Para los especialistas es razonable postular que la sociabilidad, la positividad y la resiliencia pueden actuar como factores protectores contra los desafíos del envejecimiento, promoviendo una mejor calidad de vida y potencialmente una mayor longevidad. La sociabilidad, en particular, está vinculada con redes de apoyo social más robustas, que son cruciales para la salud mental y física en la vejez.

 

OTROS DATOS

 

  • Se utilizó una escala tipo Likert de 5 puntos que recogía el nombre y la definición de cada uno de los 35 recursos psicológicos identificados en el Estudio 1 (1 = completamente en desacuerdo; 5 = completamente de acuerdo). 
  • En el procedimiento de recopilación de datos, se contactó al apoderado a través de la aplicación WhatsApp, se le explicó el propósito del Estudio 2.
  • Un investigador independiente, que aún no conocía los resultados del estudio, realizó el análisis estadístico.

 

RECOMENDACIONES

El envejecimiento es un proceso que está presente durante todo el ciclo vital. La OMS (2012) define el envejecimiento saludable como un proceso que ocurre a lo largo de la vida. Esto es, factores que operan a lo largo de la vida determinan la salud y la autonomía en edades avanzadas. Estos factores, en gran medida, tienen que ver con las condiciones de vida y de trabajo, así como con la exposición a acontecimientos vitales estresantes y la capacidad de tener los recursos para afrontar estas situaciones difíciles y crear oportunidades a partir de ellas. 

 

Este análisis de la vida de los centenarios sanos ofrece ciertas lecciones que, con toda probabilidad, podrían ser útiles para alcanzar una vejez vigorosa, aunque conviene practicarlas desde la juventud y no iniciarlas en la vejez. Por eso, el estudio recomienda a médicos y especialistas dirigir a sus pacientes a:

  • Tener una actitud animada, ser activo y participativo.
  • Mantenerse activo, física e intelectualmente.
  • Cuidar las relaciones sociales.
  • Estar dispuesto a ayudar a los demás.
  • Hacer saber a sus seres queridos que los ama.
  • Promover actitudes de compromiso, responsabilidad, honestidad y perseverancia a lo largo de la vida.
  • Tratar de ser dueños de su propia vida, sintiéndose responsables de sus actos y de sus consecuencias, como agentes activos.
  • Contar con objetivos realistas a corto/medio plazo y perseverar en su consecución.
  • Tener una visión amplia, pudiendo encontrar oportunidades más allá de su entorno cercano o zona de confort.
  • Establecer orden y ciertos hábitos en la vida diaria, para que las exigencias cotidianas no abrumen.
  • Mantenerse intelectualmente activo, incluso encontrando nuevas áreas de conocimiento y aprendizaje (como pintar, escribir, etc.).
  • Ser curioso, por ejemplo, aprender sobre nuevas culturas, viaje, leer.
  • Practicar la gratitud, siendo consciente de todo lo bueno que hay en la vida.
  • Disfrutar, aprender a identificar y explotar las experiencias positivas diarias.
  • Desarrollar habilidades que permitan aceptar los acontecimientos negativos y estresantes como parte de la vida.
  • Desafiar la mente; intentar resolver problemas que se vuelven progresivamente más exigentes.

 

Al respecto el psicólogo colombiano y magíster en neuromanagement, Mauricio Cadena Rodríguez, considera que el estudio aborda un tema de gran relevancia en el campo de la psicogerontología, y que la metodología mixta empleada, que combina entrevistas cualitativas con un análisis cuantitativo utilizando representantes (proxy), proporciona una visión amplia.

“Sin embargo, es importante señalar que el uso de proxy puede introducir un sesgo en la interpretación de los resultados, ya que las percepciones de terceros no siempre reflejan con precisión las experiencias internas de los centenarios” y complementa que “es crucial reconocer las limitaciones del estudio, como la posible falta de representatividad de la muestra y la necesidad de comparar estos recursos con otros grupos etarios para establecer su especificidad y potencial predictivo”, asegura el también consultor en desarrollo del talento humano, speaker y capacitador.

El especialista consultado por la Revista Coomtacto también sugiere que, desde la atención médica, es fundamental que los profesionales estén conscientes de estos factores psicosociales y su impacto en la salud de los pacientes. La promoción de la sociabilidad puede incluir el fomento de actividades grupales y la integración social, mientras que la positividad puede ser reforzada a través de intervenciones psicológicas que se centren en la gratitud y el optimismo. La resiliencia puede ser fortalecida mediante programas de afrontamiento y desarrollo de habilidades para manejar el estrés y la adversidad.

 

RIESGOS Y PROYECCIONES

 

A juicio de los investigadores, la principal limitación del estudio es no poder asegurar que los recursos psicológicos encontrados sean propios del momento histórico y social que vivieron los centenarios consultados. Por eso ven la necesidad de hacer un segundo proyecto de investigación en el que contrasten los recursos identificados (tanto centrales como periféricos) con otros grupos de edad. 

 

“De particular interés es la comparación de personas de la misma generación que nuestros centenarios, es decir, nacidas en 1921 o antes, pero fallecidas antes de los 100 años. El resultado de esta investigación permitiría concluir si los recursos son generacionales. o característicos de los centenarios”, concluyen.

 

Futuras líneas de investigación llevarán a estos especialistas a trabajar con otros grupos de edad, comunidades de otros países y analizar las bases biológicas de la longevidad saludable en centenarios y cómo esta se relaciona con los recursos psicológicos.

 

 

 

 

 

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