La ambientación de los consultorios médicos es fundamental para brindar un espacio de bienestar, sanación y bioseguridad, esto sin dejar de dar cumplimiento a las reglas para edificaciones y establecimientos hospitalarios.
En Colombia, la normativa de infraestructura en salud está regulada por el Ministerio de Salud y Protección Social. Hoy en día existe una resolución en la que está consolidada toda esta información: la 3100 de 2019.
La regla varía dependiendo del alcance del servicio que se presta, pero existen algunos requisitos básicos para considerar, independientemente de las funciones que se llevarán a cabo como, por ejemplo, garantizar el fácil acceso a personas en condición de discapacidad, el uso de materiales continuos y de fácil limpieza, la separación de espacios e implementos de aseo y la desinfección, así como el manejo correcto de los residuos; en cuanto al diseño estaríamos hablando de tener sitios destinados a estos.
Ante todo, la norma se enfoca en establecer unas condiciones mínimas de los espacios para el buen funcionamiento del consultorio, teniendo en cuenta la variedad de servicios que prestan, al igual que los lugares de apoyo como salas de espera, de aseo, baños, entre otros.
Ambientes agradables
En un espacio de salud, lo principal es cumplir con la norma, sin descuidar la experiencia del usuario final, que es el paciente. Los establecimientos de salud muchas veces producen ansiedad y estrés, para lo cual se pueden implementar varias estrategias de diseño:
Usar colores claros, que además de ser ideales en ambientes asépticos transmiten tranquilidad y hacen que el entorno sea relajado.
Utilizar acabados naturales en algunos elementos de mobiliario, en particular, melaminas tipo madera, que le aportan calidez al espacio.
Alternar la iluminación funcional con iluminación decorativa.
Usar elementos decorativos como cuadros, espejos, plantas y flores.
Hacer uso de pantallas informativas, así como revistas o impresos de temas que puedan ser de interés del paciente para los tiempos de espera.
Ambientar el área escogida con música relajante.
Pensar los espacios de manera que den privacidad al paciente, para que este se sienta seguro y cómodo.
Buscar mobiliario funcional y a la vez confortable.
El lugar ideal
Es aquel que está pensado tanto para el paciente como para el médico. Por esta razón, el mobiliario debe ser cómodo tanto para el profesional que va a estar trabajando en el espacio durante el día, como para el paciente que puede experimentar ansiedad y estrés durante la consulta.
La iluminación también debe ser elegida de manera que el profesional de salud pueda realizar los exámenes sin dificultad, pero teniendo en cuenta que una luz muy fuerte puede llegar a ser incómoda para el paciente (para esto se pueden usar lámparas de apoyo). La decoración debe ser mínima y es mejor optar por elementos que no obstruyan el espacio.
Todos los objetos, incluyendo los decorativos como el mobiliario y los acabados arquitectónicos, deben ser lavables e impermeables, para así minimizar el riesgo de contagio y la propagación de enfermedades infecciosas.
Consejos al médico
El ideal es trabajar de la mano con un asesor en temas de habilitación, pues dependiendo del uso del consultorio tendrá que cumplir con diferentes requisitos. Una vez hecho esto, haga una lista de chequeo, para asegurarse que está acatando todos los requerimientos que exige la norma.
“Luego se puede buscar un concepto de diseño que le dé coherencia y cohesión al espacio y que dependerá del público al que está dirigido y de la especialidad del médico. Por ejemplo, para un consultorio pediátrico se puede utilizar un lenguaje infantil en la elección de colores para muros y pisos y tener en cuenta la escala para un mobiliario pensado para los niños. Con esto se busca que el paciente se sienta cómodo y que la experiencia sea un poco más cercana al usuario, contrario a lo que estamos acostumbrados en los espacios de salud tradicionales, que son impersonales y fríos”, recomienda Laura Solarte, arquitecta diseñadora de interiores con especialización en el sector Salud de la empresa Soluciona Arquitectura.
Diseñe su consulta
Una parte importante en el área de la experiencia de los pacientes en el consultorio médico es que se sientan a gusto, en un ambiente que les despierte confianza y un espacio acogedor. El diseño de interiores es decisivo para “diseñar su consulta”; por consiguiente, tenga en cuenta:
Genere confort en el consultorio: las consultas privadas y los centros de salud deben concebirse como recintos en los que se cree un vínculo médico-paciente en poco tiempo e intentar que, dicha estancia, sea lo más agradable posible. Debe pensar que en el espacio de una atención médica se va a prestar un servicio, por lo que hay que cuidar que sean lugares adaptados para esta actividad.
Conozca su público para aportar soluciones adaptadas: no es lo mismo pensar en el diseño de una clínica dental que en el de una consulta pediátrica o un centro de estética. Por este motivo, debe tener claro qué tipo de pacientes acuden a la consulta y adaptar eso a sus necesidades. Por ejemplo, en el caso de una consulta de pediatría, podríamos adecuar una zona de juegos para los niños. E incluso en el caso de una clínica dental, podría también habilitarse una zona infantil.
Aplique la practicidad en un lugar higiénico: la consulta médica debe ser un lugar práctico en el que, además se disponga de un espacio aséptico. En este sentido, un mueble puede convertirse en una herramienta de trabajo y, al mismo tiempo, ser un elemento decorativo. Una buena iluminación ayudará a potenciar esta sensación de higiene en todas las zonas del consultorio.
Combata los entornos fríos: en la actualidad se evita el uso de revestimientos en blanco y se buscan soluciones lumínicas más agradables, con un mobiliario atractivo y de calidad. Y no solo eso: es indispensable pensar en la señalética, los accesorios, los elementos textiles e incluso los olores. La combinación de todos estos aspectos ayudará a crear ambientes acogedores.
Implemente la arquitectura curativa: esta disciplina que parte de la idea de que un buen diseño puede contribuir de forma positiva en el bienestar de los pacientes, así como en la comodidad de los trabajadores. La satisfacción de los pacientes durante las visitas a la consulta es un elemento esencial a tener en cuenta para impactar en su estado de ánimo; por ello, generar un entorno agradable, una atmósfera apropiada y ámbitos que, estéticamente, resulten bellos, puede ayudar a que todos los ocupantes del espacio se sientan mejor.
En tal caso, se trata de ofrecer una experiencia llena de sensaciones agradables al paciente adaptando su espacio de consulta a los nuevos y modernos tiempos, creando estructuras y diseños fundamentados en el bienestar. Un consultorio ordenado y que transmita serenidad solo traerá consigo comodidad y tranquilidad a los pacientes y sus familiares.