Es clave educar a la población en el autocuidado y sus beneficios. Esto significa no solo proteger el bienestar de las personas, sino también reducir costos para el sistema. Conviene empoderar a los pacientes como agentes activos de su propia salud.
Autocuidado en salud
Autocuidado en salud
Autocuidado en salud
 
											Educación y empoderamiento en salud
En la prevención de enfermedades y para mantener la calidad de vida de los pacientes es fundamental fomentar estrategias de autocuidado. De hecho, la investigación El valor económico del autocuidado, llevada a cabo por la Asociación Latinoamericana de Autocuidado (ILAR), reveló que el conjunto de acciones y medidas preventivas podrían generar un ahorro de USD $7.2 mil millones para los sistemas de salud en Latinoamérica.
Por otro lado, dice que en Colombia, si el 50% de los casos de condiciones no graves como resfriado, diarrea, lumbalgia y candidiasis se gestionaran mediante estrategias de autocuidado, se ahorrarían 139 millones de dólares anualmente.
Los profesionales de la salud están llamados a promoverlo, más cuando las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre intervenciones de autocuidado señalan que al menos 400 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a los servicios sanitarios más esenciales y cada año 100 millones de personas caen en la pobreza debido a los costos de la atención sanitaria. Bajo este panorama se busca fomentar la alfabetización en salud y la conciencia del autocuidado, que garanticen comportamientos saludables y el uso responsable de productos, tales como medicamentos de venta libre y suplementos alimenticios.
¿Qué es el autocuidado?
La OMS lo define como la capacidad de las personas y comunidades para promover, mantener y recuperar la salud, con o sin el apoyo de un profesional. En otras palabras, es todo lo que se hace de forma consciente para sentirse bien física, mental y emocionalmente.
“El autocuidado es más que una tendencia: se trata de una herramienta poderosa para transformar la salud integral y contribuir así con la sostenibilidad de los sistemas de salud. Además de ser la primera línea de defensa para la salud, es una inversión inteligente que ayuda a manejar síntomas leves y a prevenir el avance de algunas enfermedades. Adoptarlo de forma responsable permite que cada colombiano se sienta empoderado con herramientas, información y productos seguros para que pueda tomar decisiones informadas sobre su bienestar integral”, comenta Rogelio González, responsable de la división Consumer Health de Bayer para la región de países andinos.
Evidencia científica sobre el autocuidado
Los estudios que demuestran los beneficios de adoptar las medidas de autocuidado invitan a las comunidades a tomar conciencia y acción sobre sus hábitos en distintos aspectos.
Asimismo, el autocuidado se aplica en la higiene oral. El estudio Development of Tooth Brushing Recommendations Through Professional Consensus, publicado en 2024 en la revista International Dental Journal, muestra que una mala salud bucodental está asociada a diversas afecciones sistémicas, como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y las complicaciones del embarazo. En este caso, el simple hábito de cepillarse los dientes con una crema dental que contenga flúor al menos dos veces al día y usar hilo dental podría prevenir o evitar complicaciones.
“Una higiene bucal deficiente puede provocar inflamación de las encías y periodontitis, que a su vez tienen el potencial de liberar bacterias y mediadores inflamatorios en el torrente sanguíneo, contribuyendo a la formación de placas ateroscleróticas y aumentando el riesgo de infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares. También pueden interferir en la regulación de la insulina y exacerbar afecciones como la diabetes, e incluso causar problemas respiratorios”, añade Rodrigo Santacoloma, director médico de Haleon Colombia.
Así, el autocuidado es un medio sencillo, eficaz y esencial para promover la salud, por esto “los espacios de conversación sobre prevención y bienestar son esenciales para destacar la importancia de empoderar a las personas en la gestión de su salud y comprometer a los gobiernos a desarrollar estrategias de autocuidado. Estas iniciativas, además de fortalecer las políticas públicas, educan a los ciudadanos en la toma de decisiones responsables para el cuidado de su salud”, agrega Antonio Hernández, presidente de Haleon Colombia y Perú.
 
											Automedicación responsable VS autoprescripción
Con el auge de las redes sociales y el acceso inmediato a la información, cada vez más personas deciden sobre su salud por cuenta propia. Según un estudio de la Asociación Latinoamericana de Autocuidado (ILAR), el 90 % de los colombianos afirma leer las etiquetas e insertos de los medicamentos de venta libre y usarlos con responsabilidad, pero un 18% admite no seguir esas indicaciones y dice que prefiere pedir consejo a conocidos.
El mismo estudio destaca que el 74% de los colombianos confía en su capacidad para manejar los síntomas de afecciones comunes a través del autocuidado. Su primera opción para lograrlo es el uso de medicamentos de venta libre.
Igualmente, dicho estudio señala que más del 40% de los colombianos prefiere acudir directamente a las droguerías para adquirir medicamentos. De estos, uno de cada tres busca la recomendación del personal de las farmacias, lo cual resalta el rol de los farmacéuticos en las decisiones de autocuidado e igual refuerza la necesidad de información clara y educación responsable.
Pero existe una diferencia entre automedicación responsable y autoprescripción. La primera es el uso de medicamentos de venta libre para síntomas leves como aquellos de gripa, fiebre o dolor de cabeza. Aunque forma parte del autocuidado, debe hacerse con criterio, sin exceder dosis ni tiempo de uso, siguiendo al pie de la letra las indicaciones que vienen especificadas en las etiquetas o insertos.
En cambio, autoprescripción es usar medicamentos que requieren receta médica sin orientación profesional, como es el caso de antibióticos, corticoides, hormonas o ansiolíticos. Esta práctica puede causar efectos muy graves, generar resistencia a tratamientos o enmascarar enfermedades serias. “La salud comienza por decisiones informadas. El autocuidado es un pilar esencial para mejorar la calidad de vida, partiendo de la premisa de que nadie debería aceptar vivir con dolor o molestias, ya que permite a las personas tomar un rol más activo en el cuidado de su propia salud.
Aunque la automedicación responsable es, sin duda, un componente valioso de este hábito es fundamental encontrar ese equilibrio entre la autonomía y la precaución, siempre priorizando la seguridad, el consejo médico cuando sea necesario y, nunca caer en la autoprescripción” resalta la doctora Melissa Kallmann, gerente médica para la región Andina de Bayer Consumer Health.
De ahí que se deba insistir al paciente en escuchar al cuerpo y buscar atención médica cuando se requiera y priorizar hábitos saludables para prevenir enfermedades, como la actividad física y una alimentación balanceada en tu día a día.
 
											El impacto de los factores socioeconómicos
La Investigación para la Equidad en el Autocuidado (RISE), cuyos resultados provienen de la revisión de más de 400 estudios realizados en los últimos 30 años, con datos de 80 países, analiza cómo los factores socioeconómicos afectan el acceso y los resultados en salud, destacando que —para poblaciones de bajos ingresos—, el autocuidado es con frecuencia la única opción, pero es por sistemas de salud y políticas públicas.
“El estudio RISE es una de las investigaciones más completas sobre los factores socioeconómicos que afectan a la salud, abarcando el estilo de vida, la demografía y las influencias ambientales en diversas áreas terapéuticas, como las enfermedades alérgicas, las infecciones de las vías respiratorias superiores, el tratamiento del dolor, la salud íntima de la mujer, los trastornos digestivos, las deficiencias nutricionales y las enfermedades cardiovasculares. En línea con los hallazgos de esta investigación, se presenta el compromiso de todos los actores del sector a impulsar el debate sobre políticas para mejorar el acceso al autocuidado”, recomendó Rogelio González.
Alfabetización en salud: clave para el bienestar
Lo cierto es que un incremento del 25% en los niveles de alfabetización en salud (la habilidad de las personas para entender y utilizar información determinante para tomar decisiones sobre su bienestar) podría traducirse en un ahorro anual de 303 mil millones de dólares en 40 países. En el caso de Colombia, esto representaría un ahorro potencial de 9,4 billones de pesos (alrededor de 2.200 millones de dólares) cada año, de acuerdo con los nuevos hallazgos del Índice de Inclusión en Salud, desarrollado por Economist Impact y Haleon.
El índice, conformado por tres fases de investigación en 40 países, ha estudiado el impacto de cerrar las brechas que afectan a cuatro grupos históricamente desatendidos: personas con baja alfabetización en salud, de bajos ingresos, mujeres y adultos mayores. La tercera entrega analizó los beneficios económicos y en salud de avanzar hacia sistemas más inclusivos, demostrando que no solo pueden prevenir millones de muertes, sino también generar ahorros considerables.
Las personas con poca alfabetización en salud suelen tener dificultades para comprender información médica, desenvolverse en los sistemas de salud y tomar decisiones informadas sobre su atención. Esto se traduce en mayores costos médicos debido a tratamientos tardíos, mayor uso de servicios de urgencias y un aumento en las hospitalizaciones. En el país esta situación afecta al 30% de la población, mientras que solo el 70% cuenta con un nivel alto de comprensión en salud.
Por otra parte, el impacto económico es evidente: en Colombia, una persona con baja alfabetización en salud gasta, en promedio, 4,6 millones de pesos al año en atención médica, casi tres veces más que alguien con un nivel alto, cuyo gasto promedio anual es de 1,7 millones de pesos. Esta misma tendencia se observa en el mundo, donde el estudio indica que una persona con bajo nivel de alfabetización en salud incurre en costos promedio de 2.408 dólares al año, mientras que quienes tienen un mayor nivel de comprensión gastan en promedio solo 868 dólares anuales.
A la par, los resultados reflejan que la alfabetización en salud es un componente decisivo para avanzar hacia sistemas de salud más inclusivos. Las personas que comprenden mejor la información médica están en condiciones de adoptar hábitos de autocuidado en temas como salud bucal, prevención de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, nutrición adecuada y el cuidado de los huesos y músculos.
“El índice muestra que la salud inclusiva es un catalizador del progreso económico. Los efectos en cadena de contar con sistemas de salud inclusivos ayudan a reducir la desigualdad, fortalecen las economías y permiten que las sociedades resistan mejor los choques económicos. En un contexto global marcado por el aumento de las desigualdades en salud, el envejecimiento poblacional y la incertidumbre económica, el llamado a priorizar la salud inclusiva nunca ha sido tan urgente”, concluyó Jonathan Birdwell, director global de Políticas y Perspectivas en Economist Impact.
Recomendaciones de autocuidado
 
											La OMS recomienda tener en cuenta en la gestión de salud:
- Hábitos de vida saludables: para los adultos es indispensable hacer entre 150 y 300 minutos de ejercicio a la semana, así como mantener una alimentación equilibrada para cubrir todas las necesidades nutricionales y evitar el consumo de alcohol y tabaco.
- Reconocimiento y atención: identificar y manejar los síntomas de cualquier enfermedad a tiempo es primordial, ya sea de forma individual o en colaboración de profesionales de la salud.
- Hacer uso responsable de medicamentos con y sin receta: es importante completar los tratamientos y leer el prospecto e instrucciones de uso de los medicamentos y productos de autocuidado, guardándolos en un lugar adecuado y revisando su caducidad.
- Prestar atención a enfermedades no transmisibles: comprendidas como aquellas condiciones crónicas, de larga duración y que progresan lentamente, incluyendo problemas de salud mental (depresión y ansiedad), enfermedades del corazón (hipertensión e infartos), diabetes y cáncer.
- Cuidado de la salud sexual: la promoción y asistencia de la salud sexual y reproductiva, incluidas opciones de autocuidado para la prevención de infecciones de transmisión sexual.
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Bibliografía
cosmostrial.org/results/ Acesso en: 4 julio, 2024
Development of Tooth Brushing Recommendations Through Professional Consensus – ScienceDirect
Asociación Latinoamericana de Autocuidado (ILAR). (2025). Alfabetización en Autocuidado. En:
infoilar.org/
Asociación Latinoamericana de Autocuidado (ILAR). (2025). Alfabetización en Autocuidado. En:
infoilar.org/
Organización Mundial de la Salud (OMS). (2021). Self-care interventions for health.
https://doi.org/10.24875/gmm.20000426
bayer.com/en/us/news-stories/
 
								 
		








