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La revolución Pilates

La revolución Pilates

En los últimos tiempos se ha extendido la práctica de Pilates como método de ejercicio y bienestar tanto físico como mental. ¿En qué consiste y cuáles son sus beneficios?

“En 10 sesiones te sentirás diferente, en 20 sesiones te verás diferente, en 30 sesiones tendrás un cuerpo totalmente nuevo”, afirmaba con certeza Joseph Pilates, quien a principios del siglo XX creó el revolucionario método de ejercicio que bautizó con su apellido Pilates, una de las técnicas más populares en la última década, por su combinación de ejercicios de equilibrio y resistencia que mejoran el cuerpo y la mente en pocas semanas.

Inicialmente, su uso se centró en la rehabilitación física y en la prevención de los dolores de espalda, pero con el paso del tiempo esta actividad se popularizó y en los últimos años, famosos del mundo del deporte y del espectáculo la tienen como una de sus actividades claves para estar en forma.

“Pilates es una forma de actividad física que se compone de una serie de ejercicios que involucran a la totalidad del cuerpo, basándose en una serie de principios como la concentración, la respiración, la precisión, el control y el fluir de los movimientos”, explica el fisioterapeuta y preparador físico Alejandro Sánchez.

Para ello, el método mezcla dos disciplinas: una que se desarrolla en su totalidad en el suelo, sin herramientas extras, y otra que sí requiere de algunas máquinas para practicarla, conocida como ‘Reformer’. Las dos técnicas están concebidas como complementarias, de ahí que los expertos recomienden la combinación de ambos estilos.

“En una fase inicial, las máquinas ayudan porque permiten trabajar con un peso menor al del cuerpo, y cuando ya se tienen dominados los ejercicios en máquinas lo más óptimo es pasar a realizar las rutinas al suelo. El cambio se nota, por lo que requiere de un proceso de adaptación y entrenamiento, pero cuando se domina se pasa a la combinación de las dos técnicas, con pesos por encima del que marque el cuerpo”, agrega Sánchez.

Un poco de historia

La evolución del método va ligada a la historia de Joseph Hubertus Pilates, creador de la disciplina, quien nació el 8 de diciembre de 1880, en Mönchengladbach, Alemania. Desde su niñez padeció asma, raquitismo y fiebre reumática, por lo que desarrolló una musculatura débil que derivó en alteraciones posturales y problemas articulares. “Esto lo llevó a estudiar el cuerpo humano, buscando la manera de fortalecerse mediante el ejercicio físico. Observó el movimiento de los animales, filosofías orientales y los métodos de entrenamiento de los antiguos griegos y romanos, a los que admiraba porque consideraba que habían conseguido el ideal de equilibrio entre el cuerpo, la mente y el espíritu”, relata Diego Cortés, licenciado en Educación Física e instructor de Pilates.

Al comienzo de la Primera Guerra Mundial, Joseph Pilates fue declarado enemigo del Estado y lo enviaron junto con otros alemanes al campo de prisioneros de Lancaster, al norte de Inglaterra. En su confinamiento comenzó a desarrollar los primeros ejercicios en el suelo. Posteriormente, fue trasladado a un hospital como enfermero rehabilitando los heridos de guerra. Pasado el tiempo, en 1926 decidió exiliarse en Estados Unidos, en Nueva York, y en el número 939 de la Octava Avenida, abrió el primer estudio para enseñar su método.

Pronto se hizo popular entre coreógrafos y bailarines, a quienes ayudaba a mejorar su técnica y a recuperarse de las frecuentes lesiones derivadas del entrenamiento intensivo. Se dice que ‘Joe’, como le llamaban sus amigos más cercanos, trabajó sin descanso para promover su disciplina, hizo demostraciones en conferencias, diseñaba folletos con sus ejercicios, vendía sus aparatos y dio clases en las bases de las fuerzas armadas de Nueva York, hasta su muerte en 1967, a la edad de 87 años.

La revolución Pilates

Para todo público

El Pilates es un método indicado para personas de todo tipo de condición física, ya que los ejercicios se pueden amoldar a la capacidad de cada cuerpo. Es adecuado para los que quieren ejercitarse en función de una buena condición física y al mismo tiempo para quienes padecen algunas enfermedades articulares o musculares, dado que ayuda a fortalecer las extremidades.

A quienes lo practican les resulta atractivo el moderado nivel de dificultad, gracias a que cuenta con variedad movimientos que no son muy fatigantes, al tiempo que logran resultados notorios. “Una perspectiva errónea que mucha gente tiene del Pilates es que, si no es extenuante y no causa una fatiga elevada, no se obtienen beneficios. Con trabajo muscular y de respiración, la persona va ganando conciencia de sus limitaciones físicas lo que permite mejorarlas poco a poco y aumentar la flexibilidad. Adicionalmente, para aquellos que son deportistas, esta es una perfecta técnica complementaria después de una rutina de ejercicios”, asegura el experto Diego Cortés.

Equilibrio en cuerpo y mente fue uno de los preceptos de su creador, quien aseguraba que, con 30 sesiones de Pilates, de 45 minutos cada una, el cuerpo muestra cambios visibles, como son aumento de la fuerza y de la elasticidad de todos los grupos musculares ejercitados: “La recomendación es hacer dos sesiones semanales, de una hora cada una, para lograr resultados óptimos”, agrega Cortés.

 

Beneficios terapéuticos

Con los ejercicios de Pilates se trabajan músculos de la espalda y del abdomen, algo que se traduce en tonificación que mejora la postura corporal que se adopta al sentarse. Además, con el fortalecimiento de la espalda, se consigue caminar más erguidos y efectos positivos en la reducción del dolor lumbar crónico, especialmente en adultos mayores.

Otro grupo que de igual modo se beneficia de esta práctica deportiva son las mujeres embarazadas: “El Pilates durante el embarazo busca mejorar la conciencia corporal y promover una buena postura antes, durante y tras el parto. También prepara el suelo pélvico, mantiene la movilidad articular, mejora la circulación periférica y el estado anímico y la autoestima de mamá”, explica el fisioterapeuta Alejandro Sánchez.

 

Pilates y/o yoga

En los últimos años se ha extendido una corriente cultural, de alcance mundial, que promueve la desaceleración de un estilo rápido de vida para darles prioridad a las actividades que buscan el desarrollo integral de la persona. De ahí que el Yoga y el Pilates se encuentren entre las dos disciplinas más frecuentes para quienes buscan buen estado físico y mayor control mental.

“De un lado el Yoga es un conjunto de disciplinas y prácticas para equilibrar el cuerpo, la mente y el espíritu, muy útil para el manejo del estrés. Si se compara con el Pilates, el Yoga se realiza mediante posturas más estáticas, movimientos pausados, simulando figuras y al ritmo que marca la respiración. Definir cuál de las dos es la indicada para una persona, considero que se complementan muy bien, con una programación se puede aprovechar lo mejor de cada una en pro de mejorar la flexibilidad, el tono muscular y la respiración”, opina Diego Cortés.

Las dos disciplinas le apuntan a mejorar diferentes aspectos que afectan el común de la población, de ahí su utilidad para reducir el estrés, regular el sueño, mejorar el estado de ánimo y disminuir los síntomas de la fatiga.

Para los seguidores del método Pilates, su mayor beneficio está en su compatibilidad con cualquier práctica deportiva. La invitación es a cambiar de hábitos sedentarios a formas de vida más activas y el Pilates es una de las opciones a la mano.

Resultados a la carta

– Aumenta la duración del tiempo de sueño.

– Reduce los niveles de dolor en la región lumbar.

– Mejora el equilibrio y la coordinación.

– Mejora la movilidad de la columna.

– Incrementa la flexibilidad.

– Proporciona mayor fuerza y resistencia en las piernas y la espalda.

– Favorece la buena postura.

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