La remolacha, un alimento fuente de fibra y rico en folato, magnesio, potasio, hierro, fósforo, nitrato de sodio y vitamina C , se asocia con beneficios para la salud pero, sobre todo, ha sido objeto de diversos estudios para determinar su eficacia en el rendimiento de los deportistas.
Los atletas han recurrido a suplementos en busca de mejorar su rendimiento deportivo, entre ellos, la carnitina, a la que se le atribuye que mejora la eficiencia en la utilización del oxígeno en la práctica de los deportes. Al natural y en la mayoría de refrigeradores, la remolacha, consumida en jugo constituye otro recurso de rendimiento deportivo, de acuerdo con los expertos.
Diferentes estudios han llegado a la conclusión de que la suplementación con jugo de remolacha durante al menos 6 días previos a una competencia reduce el consumo de oxígeno durante el ejercicio, la presión arterial sistólica y retrasa la aparición de la fatiga, lo cual mejora la tolerancia a ejercicios de alta y moderada intensidad.
La efectividad de la remolacha se basa en su contenido de nitrato (NO3), una sustancia que también se encuentra naturalmente en la espinaca y la rúgula. En la última década, nueva evidencia sugiere que el nitrato en estos vegetales es el que mejora el rendimiento deportivo y también puede aumentar la salud cardiovascular en la vejez.
Los primeros indicios se publicaron en el 2007, después de que investigadores suecos observaron, que luego de tres días en que un grupo de nueve ciclistas y triatletas recibieron suplementos con nitrato de sodio redujeron la demanda de oxígeno mientras hacían ejercicio, en comparación con los que recibieron un placebo de sal de mesa. También aumentaron los niveles plasmáticos de nitrito (NO2), un subproducto del nitrato.
Este estudio llamó la atención del fisiólogo del ejercicio Andrew Jones de la Universidad de Exeter en Inglaterra. Por lo general, la demanda de oxígeno del ejercicio es fija y poder cambiar ese patrón a corto plazo era algo inusual. No estaba claro cómo el nitrato lograba ese efecto. Jones sabía que las verduras de hoja verde y la remolacha eran fuentes ricas en nitrato de sodio. Eligió entonces la remolacha como ingrediente principal de su estudio, el cual posteriormente fue publicado en el Journal of Applied Physiology.
Durante el estudio se les dio a ocho hombres activos en deportes recreativos una cantidad determinada de nitrato proveniente del jugo de remolacha. Otro grupo consumió jugo de grosella negra.
Los voluntarios consumieron 500 ml (17 oz) de jugo de remolacha, rico en nitrato durante seis días. Luego, después de un descanso de 10 días, los grupos se intercambiaron durante seis días adicionales. Durante los últimos tres días de la prueba, se observó que la concentración de nitrato en la sangre de quienes bebieron el jugo de remolacha casi se duplicó y su presión arterial sistólica disminuyó en un promedio de 6 mm Hg. Por otra parte, la cantidad de oxígeno consumido, cuando se ejercitaban en una bicicleta estática se redujo en un 19 por ciento. “Cuando les pedimos que siguieran haciendo ejercicio hasta el agotamiento, pudieron hacerlo por más tiempo”, recuerda Jones, coautor de una verificación sobre los nitratos en la dieta en la Revisión anual de nutrición de 2018.
Aunque el nitrato en sí no es fisiológicamente activo, finalmente se convierte en óxido nítrico, que puede mejorar la función muscular y cardiovascular a través de una variedad de efectos en el cuerpo.
En otro estudio, publicado con anterioridad, en 2015, en la Revista Internacional de Nutrición Deportiva y Metabolismo del Ejercicio, investigadores australianos administraron a cinco kayakistas profesionales dos tragos de jugo de remolacha de 70 ml (2,4 oz), cada uno con unos 300 mg de nitrato, dos horas antes de una prueba de kayak de 500 metros. En comparación con un placebo, los remeros que bebieron jugo de remolacha mejoraron su rendimiento en un 1,7 por ciento.
Después de muchos de estos experimentos, principalmente con corredores y ciclistas, los investigadores han concluido que la suplementación con nitratos reduce la demanda de oxígeno del ejercicio y mejora el rendimiento en deportes de resistencia. Descubrieron también que el jugo de remolacha es más efectivo cuando se bebe dos o tres horas antes del ejercicio y, en general, que de 300 a 500 mg de nitrato inorgánico es suficiente para proporcionar una mejora del 1 al 3 por ciento en el rendimiento, lo suficientemente significativo como para brindarle a un atleta serio una ventaja competitiva.
De hecho, el Instituto Australiano de Deporte (IAD), referente deportivo a nivel mundial, lo incluye dentro del “Programa de Suplementación para Deportistas”.