Más de 262 millones de personas en el mundo tienen asma, según datos recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS); una problemática tan seria que se considera la tercera causa de muerte en personas menores de 70 años, con un 90% de casos en países de ingreso medio-bajo.
En Colombia, el asma afecta aproximadamente al 18% de la población, y de acuerdo con el doctor Alfonso Mario Cepeda Sarabia, alergólogo clínico, es una de las enfermedades crónicas más comunes entre la población infantil y adolescente mundial, que suele incluir ataques recurrentes de tos, dificultad respiratoria y sibilancias.
En su forma más severa, se presenta de dos maneras: una, cuando los síntomas son difíciles de controlar o producen, incluso, que los pacientes se levanten súbitamente mientras duermen, debido a la presión de estos. La segunda, cuando hay exacerbaciones en la respiración que pueden requerir hospitalización, como indica la Guía para Profesionales de la Salud sobre Asma, —complicadas de tratar— y asma severa en sujetos adolescentes y adultos, desarrollada dentro de la Estrategia Global para el Manejo y la Prevención del Asma (GINA, por sus siglas en inglés).
En efecto, desde que nació GINA, en 1993, por iniciativa de la OMS y del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés), se han hecho diversos esfuerzos para aumentar su conocimiento, crear conciencia sobre su impacto y orientar para que haya un manejo adecuado y oportuno de esta enfermedad considerada heterogénea.
Allí se resaltan características que la definen, como “tener antecedentes de síntomas respiratorios (respiración sibilante, falta de aire, opresión en el pecho y tos que varían en tiempo e intensidad, así como limitación del flujo de aire respiratorio)”, los cuales son determinantes en el diagnóstico, junto a unos criterios específicos que se detallan en los reportes e informes.
Aun así, el diagnóstico puede ser complejo y, por ello, cuando haya dudas, sugieren remitir a un especialista o a una clínica de asma grave; igual se debe hacer con pacientes que acostumbran consultar urgencias frecuentemente debido a sus crisis o cuando hay sospecha de asma ocupacional.
Alternativas de hoy
Con regularidad se hace actualización de estas guías para los trabajadores de la salud, a partir de la evidencia clínica y los estudios científicos, y es así como en 2019 se presentaron cambios importantes, como dejar de recomendar el tratamiento con agonistas beta2 de acción corta (SABA) en monoterapia, entre otras cosas porque no representaba una protección real contra las exacerbaciones.
En 2023 se incorporó nueva información, a partir de la recomendación del panel de expertos internacionales (comité científico), entre ellas, el uso idóneo de medicamentos corticoides para pacientes que no tengan riesgo de insuficiencia suprarrenal y que se ha visto pueden proveer el cuidado primario que necesitan, siempre con una supervisión constante.
Allí se detalla cómo los medicamentos que se basan en el uso de inhaladores pueden darse durante un periodo de tres a seis meses para luego ir reduciendo su aplicación, según cada caso en particular y teniendo en cuenta la evolución del paciente, coincidiendo a la vez con diversos estudios e investigaciones que hablan de la necesidad de no detener bruscamente ninguna terapia.
En el caso de las nuevas alternativas globales, como los biológicos, las pruebas y ensayos científicos han demostrado que hay una buena respuesta en quienes padecen asma severa. La Guía recomienda considerar su uso hasta por los 12 primeros meses si los síntomas permanecen, pero no pasar de ese límite de tiempo para evitar cualquier posible reacción alérgica, tema que debe ser objeto de nuevos estudios comparativos a futuro.
En general, la Guía 2023 profundiza en temas de diagnóstico, manejo y evaluación de niños, jóvenes y adolescentes, y presenta un árbol de decisiones clínicas tanto en atención primaria como especializada, y un apartado sobre el mantenimiento de la atención colaborativa continua entre paciente, médico de cabecera, especialista y otros profesionales de la salud, teniendo en cuenta la imperiosa necesidad de ajustarse a cada individuo en particular, tomando en consideración su nivel de control de síntomas, sus factores de riesgo para exacerbaciones, sus características fenotípicas y preferencias.
Además, dadas las condiciones actuales de la población mundial, la Guía recomienda a los médicos tener en cuenta las comorbilidades de los pacientes, como obesidad, ansiedad, depresión, rinosinusitis, EPOC, apnea obstructiva del sueño, problemas cardiacos o cifosis debido a osteoporosis, y el uso que puedan estar haciendo de otros medicamentos, porque eventualmente algunos podrían afectar el tratamiento elegido para el asma o contribuir a los síntomas respiratorios.
De igual forma, se enfatiza en la importancia de no olvidar nunca el entorno socioeconómico de cada persona, así como su salud mental, determinantes a la hora de prescribir la terapia específica y de garantizar la adherencia terapéutica al mismo.
Otro tema de vital trascendencia en estos tiempos de globalización, mediados por la inteligencia artificial, es la comunicación asertiva entre médicos, pacientes y sus familiares, con el fin de facilitar el conocimiento de la enfermedad, tener un plan de acción para evitar que esta empeore o genere otros riesgos, prevenir los cambios súbitos de medicación y sus efectos secundarios, mantener la función pulmonar lo más normal posible, llevar una vida productiva y física activa adecuada, y revisar constantemente las indicaciones y los resultados de nuevas investigaciones.
Por ejemplo, se insiste en que “ el asma difícil de tratar no significa un ‘paciente difícil’ y a partir de ello es posible avanzar y generar una relación de confianza” y se considera indispensable, en el caso de adolescentes y jóvenes, trabajar intensamente en temas como autogestión con apoyo y responsabilidad por su propia salud y bienestar y, en general, utilizar métodos de enseñanza eficientes para el uso correcto de inhaladores, la reducción del riesgo de exacerbaciones y las terapias complementarias no farmacológicas (dejar de fumar, hacer ejercicio físico, llevar una dieta saludable, perder peso, practicar ejercicios de respiración”, entre otros.
Solo así será posible hablar de tener la enfermedad bajo control, disminuyendo el impacto y la afectación en la vida familiar, social y laboral, e incluso protegiendo la salud mental de los pacientes, quienes en algunos casos se sienten solos y poco comprendidos por las personas que están a su alrededor, como detallan los científicos y médicos que plantean la perspectiva GINA.
Educación, la clave
Cada 7 de mayo, desde 1998, se celebra el Día Mundial del Asma. En esta oportunidad se escogió como lema “Asma: La educación empodera”, con el fin de enfatizar la necesidad de brindar a los pacientes mensajes sobre cómo mejorar su conocimiento acerca del manejo de esta enfermedad y reconocer en qué momento deben buscar el apoyo de un profesional de la salud y recibir el tratamiento más apropiado.
Asimismo, este día tiene como objetivo incrementar el conocimiento del personal médico sobre los nuevos fármacos y las últimas investigaciones que les permitan brindar un manejo efectivo.
También se hace un llamado a los encargados de las políticas públicas en salud y a la industria farmacéutica para continuar con sus esfuerzos en temas como la prevención del asma y la reducción de casos de muertes, pese a la existencia de tratamientos eficaces, y para impulsar la producción e investigación de nuevos medicamentos e inhaladores elaborados bajo procesos de alta calidad y amigables con el medio ambiente.
Referencias y bibliografía
Centros para el control y la prevención de enfermedades (CDC), de Estados Unidos. Asma. Consultado en https://www.cdc.gov/asthma/es/faqs.htm
Iniciativa Global sobre Asma. Día Mundial del Asma 2024. Consultado en https://ginasthma.org/world-asthma-day-2024/
Iniciativa Global sobre Asma. Guía. Consultado en https://ginasthma.org/wp-content/uploads/2023/09/GINA-Severe-Asthma-Guide-2023-WEB-WMS.pdf
Iniciativa Global sobre Asma. Gina – Informe principal 2023. Consultado en https://ginasthma.org/2023-gina-main-report/
Iniciativa Global sobre Asma. https://ginasthma.org/
Organización Mundial de la Salud (OMS). Asma. Consultado en https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/asthma