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Base de datos sobre sustancias que causan dependencia

La Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó un sitio web de referencia que contiene todos sus informes y recursos técnicos sobre sustancias que pueden causar dependencia. Profesionales de la salud, expertos y responsables políticos en materia de drogas pueden consultarla.

Se trata de la única base de datos que contiene fichas e informes sobre nuevas sustancias y fármacos psicoactivos de uso médico y científico, y abarca una lista de más de 450 sustancias. La compilación queda alojada en una sola página de internet (https://ecddrepository.org) y es de acceso libre.

Lo relevante de este compendio es que el Comité de Expertos en Farmacodependencia de la OMS lo estructuró ante las limitaciones de la información disponible sobre el riesgo que entrañan para la salud pública muchas sustancias.

“Es una plataforma de gran interés para aquellos quienes trabajamos en la atención de pacientes con dependencia de psicoactivos para identificar alertas tempranas y la detección de introducción de nuevas sustancias psicoactivas, ya que como se sabe muchas de estas se someten a cambios estructurales en su composición molecular, lo cual hace que su detección tradicional sea más complicada. A partir de esto se pueden afinar las pruebas diagnósticas y tener el conocimiento al momento y a la mano; incluso esta plataforma ofrece la posibilidad de revisar consensos y conclusiones de expertos en el ámbito internacional”, asegura Pedro José Castro, médico especialista en Toxicología de la Clínica de LaCardio.

Beneficio para los especialistas

Herramientas como esta permiten un intercambio de información con los profesionales de la salud y otros expertos que trabajan para hacer frente a los problemas de drogodependencia y farmacodependencia en el mundo, y sirven para dar a conocer más el consumo nocivo de sustancias psicoactivas examinadas por el Comité de Expertos, y los daños y la dependencia que ocasionan.

Así, se podrán aplicar mejor una serie de medidas eficaces de salud pública en esta esfera, como la mejora de la detección de sustancias y el tratamiento clínico de las sobredosis y de las demás consecuencias negativas para la salud del consumo de sustancias objeto de dependencia. Además, el nuevo sitio en línea es de gran utilidad para encontrar información sobre el uso terapéutico de sustancias psicoactivas.

El beneficio es enorme para los profesionales de la salud especializados, ya que les posibilita —a los grupos que atienden pacientes con dependencia de sustancias— establecer los eventuales riesgos dependiendo de la sustancia expuesta e igualmente entrega una perspectiva actualizada sobre su estatus regulatorio, lo cual favorece la toma de decisiones respecto a la política pública sobre prevención de consumo de sustancias psicoactivas.

⁠A través de esta plataforma se recopila información importante acerca de la problemática en salud y social, producto de la dependencia de algunas sustancias y también abre la puerta a las potenciales indicaciones terapéuticas de algunas; es decir, es una herramienta clave para la toma de decisiones informadas.

Es muy sencilla de navegar, tiene cinco secciones que se despliegan en forma de menú (registro de sustancias, sustancias de búsqueda, búsqueda de documentos, preguntas frecuentes y el contacto).

Más detalles en: https://www.who.int/es/news/item/01-06-2023-who-launches-a-single-source-repository-on-drug-dependence-information

Sobre la regulación actual

El Comité de Expertos en Farmacodependencia de la OMS, que integran un grupo independiente de expertos en medicina y sustancias psicoactivas, se encarga de evaluar los riesgos y beneficios para la salud del consumo de sustancias psicoactivas de acuerdo con una serie de criterios.

Dicho comité se reúne cada año para examinar las repercusiones en la salud pública de determinadas sustancias psicoactivas y para formular recomendaciones a la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas, un órgano normativo formado por 53 Estados miembros de las Naciones Unidas, sobre la conveniencia o no de someter las sustancias psicoactivas a fiscalización internacional. A su vez, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes se ocupa de supervisar la aplicación —por parte de los países— de las recomendaciones adoptadas por dicha Comisión.

Por ejemplo, el Comité de Expertos en Farmacodependencia de la OMS ha asesorado a la Comisión de Estupefacientes en los últimos años sobre la situación relativa a la fiscalización internacional del cannabis, lo que ha dado lugar a la reclasificación de esta planta para examinar sus usos terapéuticos reconocidos. Todos estos documentos técnicos están disponibles en el nuevo sitio informativo en línea.

Sobre el abuso de sustancias

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) entrega datos recientes del abuso de estas sustancias, que son esenciales para la información médica y ayudan a entender cómo aplicaciones —a las que se refieren— apoyan la labor del personal de salud.

  • Por lo menos 4,4 millones de hombres y 1,2 millones de mujeres de América Latina y el Caribe sufren trastornos causados por el uso de drogas —como dependencia y otros padecimientos— en algún momento de su vida.
  • Las sustancias psicoactivas son diversos compuestos naturales o sintéticos que actúan sobre el sistema nervioso generando alteraciones en las funciones que regulan los pensamientos, las emociones y el comportamiento.
  • Existen regulaciones para el control y la fiscalización del empleo de estas sustancias, ya sea para uso recreativo, como el alcohol o el tabaco; para fin farmacológico, como los tranquilizantes o analgésicos opiáceos, o de uso general, como los solventes industriales.
  • Hay un grupo cuyo uso es considerado ilícito y solo autorizado con fines médicos o de investigación, como el caso de la cocaína y sus derivados.
  • El uso de sustancias psicoactivas siempre implica un grado de riesgo de sufrir consecuencias adversas sobre distintos órganos y sistemas, las cuales pueden darse en el corto plazo, como en el caso de la intoxicación, que incrementa el riesgo de lesiones por accidentes o agresión, así como conductas sexuales en condiciones inseguras.
  • El uso repetido y prolongado en el tiempo de estas sustancias favorece el desarrollo de trastornos por dependencia, que son trastornos crónicos y recurrentes, caracterizados por la necesidad intensa de la sustancia y pérdida de la capacidad de controlar su consumo, a pesar de las consecuencias adversas en el estado de salud o en el funcionamiento interpersonal, familiar, académico, laboral o legal. 
  • Los trastornos causados por el uso de drogas son una carga pesada para los individuos, las comunidades y los sistemas de salud.
  • El empleo continuo de drogas puede causar dependencia y discapacidad, además de problemas crónicos de salud.
  • Las consecuencias sociales del uso perjudicial o dependencia de drogas llegan mucho más allá del usuario y afectan a sus familias y a otras relaciones personales.

  • Las cargas sociales y para la salud impuestas no son inevitables: los problemas ocasionados por las drogas y su dependencia son prevenibles y tratables.
  • Cuando se lo identifica tempranamente, el empleo riesgoso de drogas puede ser reducido o restringido mediante evaluaciones de la salud e intervenciones breves, antes de que las personas se vuelvan dependientes.
  • Las drogas ilegales son usadas con más frecuencia en los países de ingresos altos de las Américas, pero las consecuencias de la dependencia de drogas para la salud –enfermedades, discapacidades y defunciones– ocurren de manera desproporcionada en las naciones de ingresos bajos y medios, donde las personas tienen menos acceso a la atención de salud.
  • El daño asociado al uso de sustancias psicoactivas, a corto o a largo plazo, depende de la interacción de un conjunto de factores, tales como el tipo de sustancia y la forma de consumo, las características personales –físicas y psicológicas– del consumidor, pero también del contexto social en el que se produce el consumo. 
  • Existen numerosas intervenciones con base en la evidencia científica, que son efectivas en la reducción del consumo de sustancias y de su impacto en la salud, ya sea previniéndolo, abordando tempranamente la población en riesgo, tratando la dependencia o las consecuencias adversas del uso y favoreciendo la recuperación en el mediano y largo plazo.
  • El tratamiento debe ser accesible, especialmente para los grupos más vulnerables, adecuado a las necesidades y perfil particulares de la población usuaria, mantenido en el largo plazo, enfocado a la recuperación y al resguardo de los derechos humanos.

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