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 Día de la obesidad – monitores continuos de glucosa: no solo para diabéticos 

Los monitores continuos de glucosa (MCG), en teoría, están aprobados solo para personas con diabetes, pero cada vez son más utilizados por pacientes con obesidad. En el marco del Día Mundial de la Obesidad, conmemorado cada 4 de marzo, exploramos sus beneficios.
monitores continuos de glucosa (MCG)
Fotos © 2025 - SHUTTERSTOCKPHOTOS
La realidad es que los MCG se diseñaron para calcular dosis precisas de medicamentos y ayudar a que los pacientes con diabetes tomen decisiones basadas en datos sobre la dieta y el estilo de vida. Sin embargo, en la actualidad estos dispositivos también son utilizados por personas que no sufren de la enfermedad, pero que quieren estabilizar su glucemia, o sea, sus niveles de azúcar en sangre, optimizar su salud y prevenir enfermedades crónicas.

MCG: un aliado en la prevención de enfermedades

Los monitores continuos de glucosa proporcionan información en tiempo real acerca de cómo la alimentación y las actividades afectan los niveles de azúcar en sangre, incluso si estos se encuentran dentro del rango normal, de acuerdo con Ruchi Mathur, endocrinóloga del centro médico Cedars-Sinai, en Los Ángeles (Estados Unidos).
El asunto es que, si un individuo tiene prediabetes o antecedentes médicos, la utilización del monitor continuo de glucosa puede ser un apoyo para mantener estables sus niveles de azúcar en sangre y promover cambios en su estilo de vida. Por ejemplo, en personas obesas, sirve como una alerta que las motiva a mejorar su alimentación, actividad física y hábitos, evitando, en lo posible, el paso hacia una enfermedad crónica, la aparición de complicaciones preexistentes y, a largo plazo, enfermedades cardiovasculares, daño renal y neuropatía. 

El monitoreo y su impacto en los hábitos diarios

La diabetes y la obesidad son dos condiciones que en la mayoría de los casos están relacionadas; de hecho, se habla de ‘diabesidad’. Para nadie es un secreto que la obesidad es uno de los factores de alto riesgo para desarrollar diabetes tipo 2. Cabe resaltar que el sobrepeso dificulta el control de la glucosa. Monitorear sus niveles contribuye a que los pacientes entiendan cómo sus hábitos de vida afectan su azúcar en sangre, variable esencial para manejar las dos condiciones. 
Lo cierto es que, con base en estos datos, los pacientes pueden hacer ajustes adecuados en su estilo de vida, alimentación, medicación y actividad física. Esto es decisivo para aquellos que están trabajando en su pérdida de peso, ya que se mejora la sensibilidad a la insulina y se contiene la diabetes. 
Así, los dispositivos surgen como herramientas innovadoras que facilitan el monitoreo de la glucosa de manera continua con beneficios significativos para los pacientes diabéticos y, especialmente, aquellos que así mismo luchan contra la obesidad. 

Diabetes y peso bajo control

Medir con regularidad los niveles de glucosa les permite a los pacientes y a sus médicos ajustar el tratamiento para saber si el azúcar en sangre está dentro de los rangos recomendados.
Se sabe que las personas con sobrepeso tienen una mayor resistencia a la insulina, lo que lleva a valores elevados de glucosa en sangre. En ese sentido, un monitor resulta favorable porque les permite a los pacientes hacer su seguimiento de manera constante y ajustar su dieta, actividad física y ejercicio. Igualmente, previene el aumento de peso adicional. 
Y es que la glucosa juega un papel clave en la obesidad y la diabetes, dado que al comer sus niveles aumentan. Las células intestinales la absorben junto a los nutrientes que van a la sangre, al hígado y hacia los órganos que la necesitan como energía para llevar a cabo sus funciones. El problema surge cuando un exceso o un déficit de glucosa en el organismo lleva al desarrollo de patologías.  
En ayunas, la cifra normal de azúcar en sangre es de 70 a 110 miligramos por decilitros (mg/dl). Después de las comidas, estos valores aumentan. Cuando no hay equilibrio, se fabrica grasa y viene el sobrepeso. Si el mecanismo falla en algún punto, las células no responden a la insulina, y el azúcar sanguíneo sobrante no se elimina, generando resistencia a la insulina. Si los niveles de glucosa en sangre se mantienen altos incluso en periodos de ayuno (hiperglucemia), se habla de diabetes.  

Las investigaciones

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La evidencia disponible indica que el monitoreo continuo de la glucosa es una herramienta versátil y bien tolerada para la investigación de la obesidad en pacientes pediátricos y adultos. Recientemente, los investigadores han considerado la posible utilidad de los MCG, tanto como medida de resultados como para complementar las intervenciones conductuales con el fin mantener un peso saludable. Sugieren que la retroalimentación en tiempo real sobre los indicadores aumenta la adherencia, motiva el cambio de comportamiento y promueve la pérdida de peso y la actividad física. 
Pero la retroalimentación solo resulta una herramienta útil si los participantes utilizan los dispositivos de manera apropiada y durante el tiempo de uso prescrito por el médico. No obstante, los pacientes con diabetes en gran medida están muy motivados para adherirse al uso del medidor continuo de glucosa, pero en aquellos que no la padecen, el seguimiento es más complejo. 

Variabilidad glucémica y su relación con la obesidad

La variabilidad glucémica se refiere a los cambios en los valores de glucosa en sangre que ocurren durante el día. Es un proceso fisiológico que involucra una serie de hormonas reguladoras, y también depende de las variaciones en la tolerancia a la glucosa y la actividad de la insulina 
Se trata de una métrica de investigación útil para comprender el impacto de las intervenciones sobre la obesidad en la adiposidad y el metabolismo de la glucosa; sin embargo, los expertos sostienen que se requieren más estudios toda vez que esta investigación es relativamente nueva, de acuerdo con el estudio Use of continuous glucose monitoring in obesity research: A scoping review. 

La interacción entre órganos y el control glucémico

Por su parte, la investigación Glucose sensing and the pathogenesis of obesity and type 2 diabetes dice que el control del peso corporal y de las concentraciones de glucosa en sangre dependen de la coordinación de la función de varios órganos y tejidos, en particular el hígado, los músculos y la grasa. Estos desempeñan papeles fundamentales en la utilización y almacenamiento de nutrientes en forma de glucógeno o triglicéridos, así como en la liberación de glucosa o ácidos grasos libres a la sangre, en periodos de necesidades metabólicas.
Están más bien regulados por señales hormonales y nerviosas, generadas por células especializadas que detectan las variaciones de las concentraciones de glucosa o lípidos en sangre. Las hormonas insulina y glucagón no solo regulan los niveles glucémicos a través de su acción sobre estos órganos y las ramas simpática y parasimpática del sistema nervioso autónomo, que se activan mediante sensores de glucosa o lípidos, sino que de igual manera modulan la secreción de hormonas pancreáticas y el metabolismo hepático, muscular y adiposo de la glucosa y los lípidos. 
Otras moléculas señalizadoras, como las hormonas adipocitarias leptina y adiponectina, tienen concentraciones plasmáticas circulantes que reflejan la cuantía de grasa almacenada en los adipocitos. Estas señales se integran en la zona del hipotálamo por la vía de la melanocortina, que produce neuropéptidos orexigénicos y anorexigénicos para moderar el comportamiento alimentario, el gasto energético y la homeostasis de la glucosa.  

El MCG: una inversión en salud

Lo cierto es que el uso de un monitor continuo de glucosa es una inversión valiosa para los diabéticos y aquellos que se enfrentan a la obesidad que buscan un control más preciso. Aunque el precio inicial puede ser alto, los beneficios a largo plazo en términos de salud y prevención de complicaciones pueden justificar el gasto.  

Bibliografía

Hegedus, E; Salvy, SJ; Wee, CP; Naguib, M; Raymond, JK; Fox, DS y Vidmar, AP. (2021). Uso de la monitorización continua de la glucosa en la investigación sobre la obesidad: una revisión exploratoria Obesity Research Clinical Practice Journal. (2021). Sep-Oct;15(5):431-438. doi: 10.1016/j.orcp.2021.08.006. Epub Sep 2. PMID: 34481746; PMCID: PMC8502209. 
Thorens, B. (2008). Detección de glucosa y patogenia de la obesidad y la diabetes tipo 2. International Journal Obesity (Londres). Dec;32 Suppl 6: S62-71. doi: 10.1038/ijo.2008.208. PMID: 19079282. 

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