Skip to content

Simulando el parto con realidad aumentada

Ya está en Colombia una tecnología que, mediante un entrenamiento adecuado al personal clínico, tanto en competencias técnicas como blandas para el tratamiento de maternas, permite reducir la mortalidad materna e infantil

Luego de varias horas de trabajo de parto, post epidural, mi hijo no nacía. Todo parecía normal, hasta que el ginecobstetra, José Raúl Negrete, un convencido de las bondades del parto vaginal tanto para la madre como para el neonato dijo: Ya decía yo que venía con circular de cordón, así que realizó una maniobra para desenredarlo y mi hijo llegó al mundo fuerte y sano, dice la periodista Lila Silgado. En este caso, la experticia del médico marcó la diferencia entre un parto y una cesárea.

Sin embargo, no todas las colombianas ni las venezolanas migrantes pueden contar unahistoria con final feliz. Pese a que la Razón de Mortalidad Materna (RMM) ha disminuido desde 2007, cuando por cada 100.000 nacidos vivos fallecían 73,3 maternas, en 2019 este indicador pasó a 47,1 casos por cada 100.000 nacidos vivos, según el más reciente Protocolo de Vigilancia de Mortalidad Materna, del Instituto Nacional de Salud, publicado en marzo de 2022.

Así es clave que médicos, enfermeras y parteras tengan el entrenamiento adecuado para manejar las situaciones que se presentan a la hora del nacimiento, principalmente, cuando a comienzo del siglo, Colombia y el mundo se pusieron la meta de reducir en 75% la RMM, meta que aún está lejos de la realidad: la mortalidad materna disminuyó 38% entre 2000 y 2017 y, en promedio, la tasa de mortalidad materna mundial bajó en 2,9 % anual durante el mismo periodo. No obstante, esto representa menos de la mitad de la tasa anual del 6,4 %,necesaria para alcanzar la meta mundial de 70 muertes maternas por cada 100.000 nacidos vivos para el 2030.

En 2017, cada día aproximadamente 810 mujeres murieron alrededor del mundo por causas prevenibles relacionadas con el embarazo y el parto. África subsahariana y Asia meridional registran alrededor del 86 % de las muertes maternas de todo el mundo.

En 2020, con la llegada de la pandemia, en Colombia la mortalidad materna se incrementó en 34,3% con respecto a 2019. Durante el año 2020 se notificaron 587 muertes maternas, de las cuales 403 se clasificaron como mortalidades maternas tempranas, 150 comomortalidades maternas tardías y 34 por causas coincidentes. Y hay más cifras: 10,1% de las muertes maternas se dieron en población extranjera y en Guainía, Chocó, Vichada, Amazonas, Vaupés, La Guajira, Putumayo y Magdalena hubo más de 100 casos por 100.000 nacidos vivos.

Ese año las principales causas de muerte materna fueron la hemorragia obstétrica con 19,4% y el trastorno hipertensivo asociado al embarazo con el 16,9 %; la principal causa de muerte materna indirecta fue la neumonía por Covid 19 con el 13,9 %.

Tecnología al servicio de las maternas

La RRM es uno de los indicadores del desarrollo de un país y de la superación de la pobreza esta mortalidad materna se puede reducir con varias acciones: fomentandocontroles prenatales que aseguran un mejor estado de salud para la materna y el producto, fortaleciendo el entrenamiento para evitar cesáreas o solo practicarlas en un caso extremo y con criterio científico y educando a la mujer sobre sexualidad y reproducción.

La Organización Mundial de la Salud recomienda que la persona que atienda un parto pueda brindar cuidado continuo, con buena calidad, higiénico y seguro, reconocer y manejar complicaciones y llevar a cabo medidas para salvar la vida de la madre y de su niño. Referir a la paciente, cuando sea necesario, rápidamente y con seguridad.

El doctor Marco Tulio Borrero, director médico de Tecnologías Médicas (TM) , compañía que importa equipos médicos y de investigación de última generación a Colombia, ha traído al país el simulador Lucina, que ya se ha implementado en al menos cinco facultades de salud y que representa los problemas más frecuentes durante el embarazo y el parto, monitorea tanto a la mamá como al bebé y es útil para entrenar a toda la comunidad: médicos, enfermeras, parteras y especialistas en ginecobstetricia en partos de alto riesgo y condiciones como distocia de hombro, desproporción cefalopélvica, hemorragia, eclampsia, síndrome de Crest, entre otras”.

Además, según Borrero, fortalece las habilidades blandas del personal: trabajo en equipo, toma de decisiones bajo presión, que permiten anticiparse y tomar las decisiones adecuadas en un caso real. “Esto es poner al país al mismo nivel de educación del primer mundo: mejora la calidad de atención en salud, lo que redunda en salvar vidas. El tándem materno fetal es muy frágil, sobre todo, en el momento del parto, pero si las personas están empoderadas, saben cómo hacerlo, terminamos salvando vidas. Prevenimos, de por vida, complicaciones de salud de la madre o del bebé”, afirma.

Lucinaen trabajo de parto

Lucina es un simulador de madre gestante de 39 semanas que demuestra cómo la innovación, la ciencia y la tecnología transforman la medicina. Su principal aporte es disminuir muertes y enfermedades por errores de procedimiento, sin poner en riesgo a pacientes reales. Con fisiología materno-fetal integrada y validada y cuellos uterinos estáticos intercambiables para entrenar en todas las etapas del parto y en las diferentes situaciones de emergencia, permite a los estudiantes tener experiencia de procedimientos reales en escenarios controlados y seguros. Los estudiantes pueden enfrentarse a maniobras de parto, desde un parto normal, parto de nalgas, distocia de hombros, eclampsia y muchas otras condiciones. La experiencia permite ver el proceso de nacimiento, desde el trabajo hasta el recorrido del bebé por el canal de parto, integrando tecnologías de realidad aumentada.

“Tener la posibilidad de atender situaciones de crisis en escenarios reales, con un simulador que incluso pierde presión hasta la muerte, es un avance para la ciencia y la medicina en el país, pero ante todo es una herramienta para prevenir eventos adversos en los que pacientes reales mueren por causas prevenibles producidas por el equipo dico o el personal clínico”, aseguró Marco Tulio Borrero.

Pie de foto: El simulador Lucina mediante su tecnología de realidad aumentada permite al personal clínico enfrentarse a diferentes situaciones del pre, parto y posparto.

La transformación

Lucina llegó a transformar la educación médica en el ámbito ginecobstétrico, pues antes se hacía con pacientes reales, que se enfrentaban a los errores que puede cometer una persona en aprendizaje.

La coordinadora del laboratorio de Simulación de la Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia, Sandra Guáqueta, aseguró que Lucina fue especialmente útil durante la pandemia, cuando los estudiantes del área de ginecobstetriciano podían acceder a campos de práctica. Con este simulador, antes de irse a su práctica asistencial experimentan la atención del parto. Por ser tan completo, permite hacer variaciones de todo tipo: presentación del bebé, posibles complicaciones de la materna, hasta código rojo, con la novedad de que responde fisiológicamente a las intervenciones de enfermería, lo que resulta muy importante para el cuidado de la materna.

Según la coordinadora, “tener un simulador que parpadea, convulsiona, el bebé llora cuando nace, permite que los estudiantes lo usen no solo para el parto, sino en las fases previas de trabajo de parto y preparación para el mismo.La ventaja es que prepara al estudiante para una situación que puede ser estresante en la vida real, usa el error como una oportunidad de aprendizaje de lo fundamental, es que uno pueda recrear el escenario e intervenir, si se equivoca, el error es tomado como una situación de aprendizaje que prepara al estudiante para cualquier situación. Luego se hace un debriefing donde se evalúa qué pasó y así se garantiza que ante una situación de riesgo el estudiante ya no esté en blanco”, afirmó.

Otra institución educativa que incorporó el simulador a sus ambientes de aprendizaje fue la Universidad Antonio Nariño. El decano de la Facultad de Salud de esa institución, Carlos Eduardo Caicedo Cáceres aseguró: Para la Universidad, presentar a Lucina en la comunidad académica es un logro importante, pues contribuimos a la excelencia de nuestros estudiantes y profesionales, les damos herramientas de talla mundial y disminuimos riesgos de efectos adversos en parteras, auxiliares de enfermería, enfermeras, medicina general, medicina de urgencias, residentes, ginecobstetras, intensivistas, cuidado intensivo obstétrico, paramédicos y prehospitalarios. Con Lucina adquirimos un diferencial relevante y, sin duda, conseguirá formar personal con mejor capacidad de respuesta, se trata de estar en el futuro de la educación médica”.

Y si bien habría que hacer un estudio para demostrar que el mejor entrenamiento en atención del parto trae como consecuencia que tanto médicos como pacientes prefieran este proceso sobre la cesárea, el doctor Marco Borrero es enfático en afirmar que “la educación es la que hace que el profesional tenga la capacidad de saber en qué momento remite, deriva o practica una cesárea, a veces es miedo o desconocimiento. El entrenamiento le da a la gente el conocimiento técnico para actuar en cada caso”, concluye.

Comparte este artículo

Te puede interesar

Suscríbete a la Revista Coomtacto