ESET Latinoamérica, compañía líder en detección proactiva de amenazas, explica como detectar las trampas ciberneticas para evitar caer en ellas.
Hacer ‘match’ se ha convertido en una expresión común en el mundo de las citas, con 75 millones de usuarios activos mensuales y 10,6 millones de suscriptores, en 10 años, Tinder registró más de 70 mil millones de usuarios que hicieron “match” y que dieron lugar a 1,5 millones de citas por semana.
ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, explica que a medida que los usuarios se sienten más cómodos buscando pareja en el mundo digital, cualquiera sea la plataforma, es probable que también estén menos alertas y puedan ser víctimas de gente con malas intenciones.
Por ejemplo, el documental de Netflix Tinder Swindler popularizó la historia de distintas mujeres que han sido estafadas por el mismo hombre: una persona real, un perfil con varias fotos, cuentas de redes sociales vinculadas e incluso verificación de fotos, que logró robar 10 millones de dólares después de engañar a sus víctimas y atraerlas para que financien su lujoso estilo de vida. Al igual que él, hay muchas otras personas que buscan aprovecharse de las personas que anhelan conocer a alguien, ya sea para enamorarse y establecer una relación o solo por una noche.
Según ESET los tipos de estafas más comunes tanto en Tinder como otras plataformas de citas son:
Estafa del código de verificación en Tinder: un contacto con el que se hace match contacta y pide si lo puede ayudar recibiendo un código a su teléfono. Este código suele ser la clave de verificación para acceder a su cuenta de Facebook, Snapchat, WhatsApp o de tu cuenta bancaria. También sucede que utilizando botslos estafadores se contactan con las personas que hicieron match con el perfil falso y de manera automatizada envían enlaces para verificar la cuenta.
Perfiles falsos: los delincuentes crean perfiles falsos, ya sea utilizando imágenes de bancos que parecen extraídas del catálogo de una agencia de modelos o utilizando imágenes super amateur, borrosas y sexualmente sugerentes. En ambos casos, lo más probable es que se trate de estafadores que intentan que el usuario deslice el dedo hacia la derecha y una vez en contacto, con la excusa de que “no pasan mucho tiempo en Tinder”, solicitan el número de teléfono para conversar a través de WhatsApp y “conocerse mejor”. En esta etapa, ya se está entregando información personal y es más fácil para el estafador encontrar los perfiles de redes sociales, robar imágenes y recopilar otros datos.
Catfishing: a veces, los estafadores no quieren dinero, solo atención o compañía. Existen muchas personas que crean perfiles falsos utilizando información personal, fotos y videos robados de otras personas, generalmente de alguien a quien estafaron previamente. Estos usuarios están listos para llevar sus mentiras tan lejos como sea necesario para que logren que se enamoren de ellos. Es importante tener cuidado con el catfishing ya que puede involucrar dinero y regalos, y pueden usarse para robar información personal, enviar software malicioso o incluso puede usarse como estrategia para llevar a cabo actividades de espionaje. Tinder permite conectar las cuentas de Instagram y Spotify al perfil como una forma de asegurar que la persona con la que se está hablando es real pero también es una gran fuente de información para cualquiera que cree una identidad falsa. Cuantos más detalles reales sobre alguien, más verosímil se siente todo.
Sextorsión: “enviar desnudos” y hacer “sexting”, dos actividades que son tan populares como riesgosas, convierten a las personas en un objetivo fácil para que los estafadores se aprovechen. A pesar de que es cada vez más común compartir fotos al desnudo, esto sigue siendo algo que la sociedad espera que sea privado.
Los estafadores son muy conscientes del impacto que la exposición puede tener sobre las personas y buscan aprovecharse de ello. Como característica de seguridad, Tinder no permite que los usuarios compartan imágenes, pero una vez que fuera de su ecosistema en una aplicación diferente, los usuarios pueden convertirse en una presa fácil. Quienes extorsionan pedirán un dinero a cambio de mantener las fotos en privado. Una vez que algún actor malicioso se apodera de las fotos es probable que las imágenes permanezcan en la web para siempre e incluso podrían venderse a otros sitios web sin conocimiento o consentimiento.
Suplantación de identidad: estar en Tinder también implica que se está expuesto a un posible ataque de malware y/o de phishing. Es fácil que engañen para que se abra un enlace o para que se comparta con un delincuente un código que le dará al atacante acceso a otras cuentas.
Estafas románticas financieras: las estafas románticas existen desde siempre, pero con la digitalización los estafadores han logrado llegar mucho más lejos que nunca gracias a las apps y sitios de citas. Los delincuentes preparan a la víctima durante el tiempo que sea necesario para obtener algo a cambio. Son personas reales, con perfiles reales, pero con intenciones malas que no solo buscan a personas con altos ingresos: hacen que se paguen almuerzos y cenas caras, algo que muchos harán para impresionar, es suficiente para muchos.
Recomendaciones
A continuación, ESET comparte algunos pasos fáciles a seguir para mantenerse protegido:
- No salir de Tinder para continuar la conversación en otras aplicaciones de mensajería. Esto mantendrá el entorno más seguro donde se puede denunciar fácilmente a un estafador y de esta manera protegerse uno y también a otros usuarios.
- No abrir enlaces enviados a través de Tinder, especialmente si se tiene una URL corta.
- Si se decide continuar la conversación en otra aplicación, como WhatsApp, no enviar fotos que puedan ser utilizadas por un tercero para extorsionar.
- Confiar en el instinto. Si un perfil parece demasiado bueno para ser verdad o está demasiado incompleto, es preferible deslizar el dedo hacia la izquierda y protegerse de una posible estafa.
Camilo Gutiérrez Amaya, jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica comenta “siempre tener en cuenta que el riesgo no solo está online, sino también en la vida real, por lo que es muy importante que consideres tu seguridad cuando te reúnas con alguien que conoces a través de la app. Por ejemplo, compartiendo tu ubicación con un amigo y eligiendo como punto de encuentro espacios públicos concurridos”.