El Covid-19 no se ha detenido, la más reciente variante BA.5 de Ómicron puede ser la cepa más contagiosa conocida hasta el momento.
La subvariante BA.5 es ahora la cepa predominante del COVID-19, se sabe que es altamente transmisible y de acuerdo con información de los Centros para el Control y la Infección de Enfermedades (CDC), cualquier persona infectada por el virus de la variante ómicron, independientemente de su estado de vacunación y tenga o no síntomas, puede propagar el virus a otras personas. Esta subvariante puede reinfectar a las personas, incluso si se recuperaron del COVID-19 hace poco tiempo.
Los síntomas de la subvariante BA.5 de Ómicron son:
- Tos
- Fiebre
- Escalofríos
- Fatiga
- Congestión o secreción nasal
- Dolores musculares y corporales
- Dificultad para respirar
- Dolor de cabeza
- Pérdida del olfato o el gusto
- Dolor de garganta
- Náuseas
- Diarrea
Estos síntomas ya son conocidos pues se parecen a los de algunas variantes anteriores del Covid-19. Los Centros para el Control y la Infección de Enfermedades (CDC) indicaron que los casos de infección de ómicron suelen ser leves, sin embargo, algunos pacientes pueden enfermarse gravemente. Las personas que se reinfectaron tuvieron mayor riesgo de problemas pulmonares y cardíacos, trastornos digestivos y renales,diabetes, derrames cerebrales y deterioro cognitivo a largo plazo.
Se conoce que la subvariante BA.5 tiene un periodo de incubación de dos días, y la infección puede durar 7 días.
Las infecciones en vacunados son cada vez más frecuentes dado que el virus del Covid-19 sigue evolucionando y mutando. Por lo tanto, es muy importante continuar con el esquema de vacunación pues aunque las vacunas no garantizan evitar la infección, estas aumentan la probabilidad de que si hay contagio, este no sea grave evitando hospitalización e incluso la muerte, y ese contagio debería ser breve.
Se recomienda que las personas con condiciones inmunocomprometidas usen tapabocas en lugares cerrados y concurridos.