Parte de los problemas infecciosos provienen de dientes y encías, y, por ello, este tema es prioritario para los atletas. También lo es prevenir golpes o traumas en la boca.
La salud oral es fundamental para los deportistas, porque es un factor determinante para un buen estado nutricional, para la prevención de enfermedades y para un rendimiento óptimo.
A la vez, algunas actividades deportivas pueden conllevar riesgo para los dientes y, en general, para toda la cavidad oral, por lo que se aconseja tomar medidas preventivas apropiadas, con el fin de proteger esta parte del cuerpo.
Se trata de un asunto prioritario en los programas de entrenamiento, nutrición, prevención y autocuidado de los atletas.
Lo primero que se debe tener en cuenta es que la salud oral permite una adecuada alimentación y “para un deportista es determinante tener un régimen alimenticio balanceado e ideal. Cualquier molestia, como dolor, sensibilidad o incomodidad a la hora de masticar, impide la correcta alimentación y eleva el riesgo de malnutrición”, explica Carolina Téllez Conti, odontóloga ortodoncista, profesora asociada de la Universidad El Bosque.
Lo segundo, precisa, es que si no se tiene un correcto manejo de la higiene oral, aparecen enfermedades como la caries, uno de los problemas de salud más frecuentes en el planeta, y la enfermedad periodontal (periodontitis o inflamación de las encías), que afecta a casi el 10% de la población mundial, según el Global Burden of Disease Study 2017; estas pueden ocasionar dolor intenso y cuando no se remueve correctamente la comida, el daño pasa al hueso, que es el soporte del diente, ocasionando que se aflojen o se caigan las piezas.
Lo tercero es que esas bacterias que circulan en la boca se convierten en un foco infeccioso que puede causar fiebre, lo que impide un correcto desempeño del atleta, o enfermedades gastrointestinales, que pueden deteriorar la salud general.
Las bacterias que circulan en la boca se convierten en un foco infeccioso que puede causar fiebre, lo que impide un correcto desempeño del atleta.
Incluso, un estudio presentado en la reunión de sesiones científicas de la Asociación Americana del Corazón (2018) evaluó la higiene oral de 682 personas y concluyó que quienes se cepillaban menos de dos veces al día durante menos de dos minutos tenían un riesgo tres veces mayor de que su corazón se afectara.
Esto debido a focos infecciosos en la boca que hacen sangrar las encías y fácilmente esas bacterias pueden pasar al corazón y producir una endocarditis bacteriana o infección del endocardio, que es el recubrimiento interno de válvulas y cavidades cardíacas.
Ello sucede, explica Enrique Melgarejo, médico cardiólogo, miembro de la Sociedad Colombiana de Cardiología, porque la enfermedad periodontal genera una inflamación persistente, crónica y sistémica, de bajo grado, que hace que el sistema cardiovascular, y en especial el endotelio (tejido formado por una sola capa que recubre o tapiza internamente el corazón y otras cavidades) empiece a ser disfuncional o vulnerable.
Una respuesta inflamatoria delicada y mucho más para los deportistas, porque impacta notablemente su rendimiento; también para personas con antecedentes de enfermedad cardiovascular, porque puede complicarse y elevar el riesgo de un infarto y de accidentes cerebrovasculares de origen vascular, no hemorrágico.
Signos a distancia
En algunos casos, pueden aparecer ‘señales’ en la boca de que algo anda mal en otra parte del cuerpo y, por eso, es importante asistir a una consulta regular con el especialista en odontología.
Por ejemplo, los pacientes que tiene problemas renales pueden presentar glositis o inflamación de las mucosas de la boca, que son muy dolorosas e impiden comer; un paciente con cáncer y en tratamiento de quimioterapia desarrolla aftas o heridas en la boca, que le incomodan para poderse alimentar correctamente.
Conforme con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los pacientes con VIH-sida pueden presentar ampollas y llagas en la boca, así como candidiasis (infección por diversas especies de levaduras del género Candida), que deben evaluarse, y que causan dolor, resequedad y dificultad para masticar. Incluso, consideran que estos problemas suelen ser un signo clínico primario de la enfermedad.
De igual forma, cuando hay déficit de vitaminas, como la A, B y K, aparecen signos y síntomas en la cavidad oral, como boca seca, grietas en las comisuras de la boca, sangrados fáciles, y si hay problemas de debilitamiento del hueso que soporta el diente, una razón puede ser la falta de vitamina D.
Otros problemas que inciden
Las fracturas y los traumatismos en los dientes también pueden perjudicar el rendimiento de un deportista. Pueden originarse por accidentes que no tienen que ver con su profesión, por problemas como el mal alineamiento de los dientes y por la práctica misma, que causa trauma dentoalveolar, es decir, golpes en las encías, el hueso que soporta los dientes o los mismos dientes.
En deportes de contacto y riesgo de trauma, “es muy frecuente el trauma facial y dental, por lo que se deben utilizar todos los elementos de protección para cada actividad”, recomienda el médico del deporte Hernando Jaime González.
Trastornos como el bruxismo, en el que se aprietan los dientes y se hacen rechinar, sea despierto o dormido, también afectan. De acuerdo con la odontóloga Téllez, “no es una práctica normal, y puede producir desgastes en los dientes, sensibilidad y contracciones musculares de cara, cuello e incluso hombros, y de ser continua, es decir, de no tratarse, va lesionando la articulación temporomandibular, que es la que permite abrir y cerrar la boca”.
También, hay que tener en cuenta que “los deportistas de alto rendimiento y aficionados, debido al esfuerzo, respiran por la boca, lo que, sumado a la deshidratación, produce resequedad en la mucosa oral. Si, además, ingieren bebidas hidratantes que contienen azúcar, se incrementa la posibilidad de daño en el esmalte dental, hipersensibilidad dental y disminución de rendimiento causado muchas veces por dolor”, expresa el doctor Jaime.
Todo esto origina el ambiente propicio para que aparezca la enfermedad periodontal, lo que, “añadido al estrés físico y psicológico de la competencia, afecta el rendimiento e incluso el riesgo de lesiones articulares y musculares”, complementa el médico del deporte.
Una salud oral adecuada
Según el Global Burden of Disease Study, las enfermedades bucodentales afectan a cerca de 3.500 millones de personas en el mundo. La caries y la enfermedad periodontal son las más frecuentes.
Entre los factores que contribuyen a las enfermedades bucodentales, la Organización Mundial de la Salud (OMS) resalta las “dietas malsanas ricas en azúcares, el consumo del tabaco y el consumo nocivo de alcohol”.
Para reducir ese impacto y no afectar el rendimiento deportivo, es importante seguir algunas recomendaciones:
- Realizar una visita regular al odontólogo.
- Seguir una dieta equilibrada, baja en azúcares libres y que incluya muchas frutas, verduras y hortalizas, así como alimentos ricos en calcio.
- Evitar el consumo de dulces y alimentos pegajosos, que pueden maltratar los dientes e, incluso, causar fracturas.
- Preferir alimentos que aporten en la limpieza de los dientes, entre los cuales están la manzana y la pera.
- Dejar el hábito del tabaco o nunca iniciarlo, y evitar el consumo nocivo de alcohol.
- Cepillarse los dientes con regularidad, después de cada comida, haciendo un uso adecuado del cepillo, la seda dental y el enjuague bucal, para eliminar debidamente todos los restos alimenticios de la boca y evitar que se formen placas.
- Fomentar el uso de equipos protectores para la práctica de deporte de contacto o en donde haya un riesgo (boxeo, por ejemplo), al igual que al desplazarse en motos o bicicletas, con el fin de reducir el riesgo de traumatismos.