Los nuevos sublinajes de Ómicron, BQ.1 y BQ.1.1, son las cepas que los científicos vigilan más estrechamente porque desde fines de septiembre registran un aumento sostenido.
La prevalencia de la familia BQ.1 del coronavirus ocurre en el mundo incluso cuando la tendencia de casos confirmados de Covid-19 parece disminuir y las muertes derivadas de la infección están en los niveles más bajos de la pandemia a nivel global.
Los sublinajes son ramificaciones de las subvariantes BA.2, BA.4 y BA.5 de Ómicron y tienen más capacidad de evitar la inmunidad dada por la infección previa por coronavirus o por las vacunas. Sin embargo, la inmunización sigue protegiendo contra los cuadros graves causados por Covid-19.
La nueva variante ‘Perro del Infierno’ se caracteriza por el aumento de casos reportados en el mundo, su capacidad para evadir la inmunidad, y los síntomas que provoca. El Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC) designó al sublinaje BQ.1 y BQ.1.1, como variantes de interés el 20 de octubre.
Según las estimaciones del ECDC, más del 50% de las infecciones por Covid serán por BQ.1 y BQ.1.1 en diciembre y a principios de 2023, podrían representar más del 80% de los casos.
El nombre ‘Perro del infierno’ (Hellhound en inglés) se refiere al perro del dios Hades, dios de los muertos y del inframundo, llamado “Cancerbero” o “Cerbero”. Este perro de la mitología griega era el guardián de las puertas del infierno, y vigilaba que los muertos no escaparan y, al mismo tiempo, que los vivos no pudieran ingresar al inframundo. Este nombre no oficial se viralizó por ser más fácil de recordar que las letras y números de la nueva variante (BQ.1 y BQ.1.1), aludiendo a su capacidad de evadir anticuerpos y su gravedad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que “hasta el momento no hay evidencia epidemiológica de que estos sublinajes tengan un riesgo sustancialmente mayor en comparación con otros de Ómicron”, sin embargo, recomendó que se sigan monitoreando y estudiando esas variantes.
Los síntomas causados por la subvariante “Perro del infierno” son:
– Fiebre
– Escalofríos
– Tos
– Falta de aire y/o dificultad para respirar
– Fatiga y/o dolores musculares o corporales.
– Dolor de cabeza.
– Pérdida del gusto o del olfato.
– Congestión o secreción nasal.
– Dolor de garganta.
– Náuseas, vómitos o diarrea.
Según el Instituto Nacional de Salud, el ‘Perro del Infierno’ es el sublinaje dominante actualmente entre los contagiados de Coronavirus, con una tasa del 83% de los infectados.
Con estas cifras, se le está pidiendo a la ciudadanía que extreme los cuidados para evitar contagios, retomando el lavado de manos, uso de tapabocas y el aislamiento en caso de sentir algún síntoma.