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Pacientes de COVID-19 con obesidad y sobrepeso pueden estar más cerca de una UCI

Pacientes de COVID-19 con obesidad y sobrepeso pueden estar más cerca de una UCI

Un estudio realizado en 2020 con cerca de 150.000 adultos contagiados en Estados Unidos confirmó la relación entre las comorbilidades con los riesgos de hospitalización y muerte.

Las recomendaciones emitidas por autoridades gubernamentales, asociaciones médicas y profesionales de todo el mundo en el sentido de que las personas traten de mantener un peso ideal para evitar complicaciones mayores en caso de resultar contagiadas por COVID-19, se confirman con los resultados de nuevos análisis practicados en poblaciones que han sido infectadas por el virus.

En marzo de 2021, un grupo de especialistas liderado por Lyudmyla Kompaniyets y Alyson Goodman, publicó los resultados de un estudio practicado entre marzo y diciembre del año anterior con 148.494 adultos en Estados Unidos que recibieron un diagnóstico de COVID-19, tras visitar los servicios de urgencias o ser hospitalizados.

Entre los datos encontrados, el 28% del grupo tenía sobrepeso (Índice de masa corporal -IMC- entre 25 y 29,9 kg/m2), mientras que el 51% era obeso (IMC de 30 kg/m2 o superior). Así mismo, el análisis arrojó que la obesidad estaba asociada con mayores riesgos de hospitalización, ingreso en la UCI, ventilación mecánica y muerte, con probabilidades en aumento para quienes tuvieran un IMC más alto.

“El hallazgo de que el riesgo de enfermedad grave asociada a COVID-19 aumenta con un IMC más alto sugiere que podría ser necesario un manejo progresivamente intensivo para pacientes con obesidad más severa. Este hallazgo también respalda la hipótesis de que la inflamación por exceso de la adiposidad podría ser un factor en la gravedad de la enfermedad asociada a COVID-19”, afirman los autores.

Menores de 65 años, los más afectados

El estudio que fue publicado por CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, por sus siglas en inglés), agencia gubernamental adscrita al Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, arrojó que 71.491 pacientes (el 48,1 % del total) requirieron hospitalización por causa de la COVID-19, 34.896 debieron ingresar a UCI, 9.525 necesitaron ventilación mecánica, en tanto que 8.438 fallecieron.

Asimismo, los datos señalaron que los riesgos derivados del sobrepeso y obesidad fueron mayores para el segmento de la población menor de 65 años, como quedó demostrado con las tasas de riesgo ajustadas para pacientes en la categoría de IMC más alta, que en comparación con los de peso saludable fueron de 1,59 (hospitalización) y 2,01 (muerte).

De otro lado, los pacientes menores de 65 años con bajo peso (IMC de 18,5 kg/m2  o menor tuvieron una probabilidad del 41 % de ser hospitalizados en comparación con los de peso saludable, mientras que el riesgo en los contagiados mayores de 65 años, con similar condición, tan solo fue del 7 %.

Este informe, a diferencia de otros previos que no habían podido demostrar relaciones fuertes entre la comorbilidad y la gravedad de la COVID-19 en pacientes mayores, evidenció que los altos índices de masa corporal son factores de riesgo para la ventilación mecánica invasiva, en tanto que la obesidad o la obesidad severa pueden llevar a las personas menores de 65 años a ser hospitalizadas, ingresar a una UCI o fallecer.

Impacto en la salud pública

La obesidad es un problema de salud pública en Estados Unidos, asociada a las principales causas de mortalidad. Según los autores de la investigación, se trata de una enfermedad metabólica que afecta al 42,4 % de los adultos en ese país, la cual se convierte en un factor de riesgo para otras enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, las afecciones cardíacas y algunos tipos de cáncer.

Con relación al COVID-19, se considera que la obesidad es un factor de riesgo grave que posiblemente está relacionado tanto con la inflamación crónica que interrumpe las respuestas inmunes y trombogénicas a los patógenos, así como con la función pulmonar deteriorada por el exceso de peso.

Como resultado del estudio, los expertos concluyeron que es necesaria la adopción de estrategias continuas para asegurar el acceso de la comunidad a oportunidades de nutrición y actividad física, orientadas a promover y a apoyar un IMC saludable.

Asimismo, recomendaron como medidas de prevención ante el COVID-19 en adultos con IMC más altos, y sus contactos más cercanos, el uso de mascarillas, las campañas de divulgación hacia esta población y su priorización frente a la vacunación.

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