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Medicina funcional, en pleno auge en el mundo

El deseo de estar sano y tener calidad de vida, acompañado del aumento en la expectativa de vida, ha llevado a las personas a buscar otros mecanismos de atención y asumir grandes retos y desafíos con la medicina funcional.

En el mundo, las enfermedades no transmisibles (ENT) son responsables de la muerte de 41 millones de personas anualmente, es decir, de un 71% de los fallecimientos.

Relacionadas con factores genéticos, pero también con los estilos de vida y el medio ambiente, que no solo aumentan el riesgo de padecerlas, sino que impiden que se puedan mantener controladas, la lista de ellas es cada vez mayor. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovascularesocupan el primer lugar entre las ENT y tienen que ver con 17,9 millones de muertes cada año; el cáncer, las enfermedades respiratorias, la diabetes y los trastornos de salud mental, siguen en esta preocupante lista.

Durante la Semana Mundial de Acción sobre las ENT, en septiembre, los expertos hicieron un llamado a tomar conciencia sobre el gran impacto que tienen los estilos de vida y los factores ambientales; y como muchos de ellos son modificables y están a nuestro alcance promueven la concientización y la acción, lo que podría evitar dos de cada tres muertes por ENT.

En esa búsqueda de alternativas de solución, cada vez toma más fuerza la medicina funcional, modelo que parte de un abordaje integral del paciente y evalúa sus sistemas fisiológicos y criterios de vida (costumbres, interacciones sociales y emocionales, entre otros), para poder encontrar la causa-raíz de las enfermedades y realizar intervenciones sobre ellas, y que han demostrado resultados significativos en la salud de los pacientes y el control de sus ENT.

Por ejemplo, un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association Network Open (2019) encontró que el modelo de atención de la medicina funcional se relaciona con mejoras beneficiosas y sostenibles en la calidad de vida relacionada con la salud (HRQoL, por su sigla en inglés).

Otra investigación, publicada en octubre de 2020 (The impact of functional medicine on patient-reported outcomes in inflammatory arthritis: A retrospective study), se centró en analizar cómo pese a los avances en el tratamiento de la artritis una cantidad significativa de pacientes no lograba su remisión, y evaluó el impacto de factores modificables como la dieta, la actividad física y el ambiente.

En la evaluación de dos grupos de pacientes con artritis inflamatoria, cuyas características basales fueron similares, encontraron que los “pacientes del grupo de medicina funcional tuvieron una reducción estadísticamente significativa del dolor (0,92, valor de p = 0,007) y un cambio en la puntuación de salud física PROMIS (2·84, valor de p = 0,001) en comparación con el estándar de atención. Del mismo modo, los cambios en las puntuaciones globales de salud mental de PROMIS fueron significativos y dependieron de la edad, y fueron superiores en los mayores de 55 años.

Así mismo, otros estudios han encontrado un impacto sustancial en pro de la calidad de vida de las personas que tienen riesgos cardiovasculares y de otras enfermedades.

La clave está, dice la doctora Ángela María Ospina Obando, directora médica del Instituto Colombiano de Medicina Funcional (ICMF), en el cambio que se logra en las personas en sus estilos de vida, lo que, automáticamente, va a cambiar los factores de riesgo que conducen o condujeron a las ENT.

Compromiso del paciente

Con la medicina funcional, el aporte del paciente es vital. Esencialmente porque el trabajo del médico no es ofrecerle una píldora mágica que solucione los años de deterioro y de mala utilización de sus recursos, sino que “dentro del trabajo en la consulta en medicina funcional está concientizarlo sobre cómo sus decisiones han llevado a que su cuerpo esté en un momento crítico de salud y como a través de la adopción de estilos de vida saludables puede revertir la situación”, dice la doctora Ospina.

El secreto no está solo en una alimentación correcta, hacer ejercicio adecuado, descansar suficiente, sino en integrar cada uno de estos pilares y llevarlos a unos momentos que se vuelvan sostenibles en su día a día.

A mis pacientes les digo al cabo de unos meses que quedan graduados y han aprendido a volar en solitario, a autogestionar su salud y entienden cuáles son esas acciones que lo ponen en el lugar que quiere estar y cuáles lo sacan de estos estados de bienestar. Es un compromiso consigo mismo”, dice la doctora Ospina.

Además, destaca, “un modelo como el de la medicina funcional tiene una virtudmuy bonita y es que en la casa donde uno aprende, mejoran todos”, concluye la experta.

Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

Los ejes centrales

“Lo que hace la medicina funcional es, por un lado, buscar un diagnóstico de cuál fue ese momento en que los mecanismos naturales de recuperación del cuerpo se vieron sobrepasados por los malos hábitos, instante en el que se inició un deterioro progresivo que conlleva la ENT o disfunción. Podemos también corregir esas causas iniciales y revertir los efectos deletéreos de tal estirpe”, explica la especialista colombiana.

Así, como la medicina funcional es un modelo estructurado de atención que se centra en la persona y parte del análisis integral de los sistemas biológicos, factores asociados al estilo de vida, las interacciones sociales y emocionales, sus terapias tienen como eje las buenas recomendaciones del estilo de vida, que son: alimentación, ejercicio, descanso y adecuada arquitectura el sueño, relaciones interpersonales idóneas, una relación sana y saludable con el medio ambiente y con el entorno (de acuerdo con la reducción de toxinas y recursos limpios) yacertado manejo del estrés, entre otras.

“En ese sentido es disruptivo, ante la mirada convencional de la medicina interna y de lo que estamos acostumbrados en alopatía, no porque el diagnóstico sea diferente, sino porque en vez de combatir el síntoma se hacen modificaciones que puedan cambiar la causaraíz de la enfermedad”, señala la doctora Ospina.

La sólida relación médico-paciente resulta determinante, generando un vínculo importante y facilitando una correcta y profunda anamnesis; lo mismo es la educación de los pacientes, porque la medicina funcional no avanza o no logra sus propósitos si ellos no aprenden a autogestionar su enfermedad, su salud, su vida, y son disciplinados.

El propósito es igualmente evitar los efectos de rebote, muy nombrados en nutrición, pero que suceden en todas las enfermedades crónicas no transmisibles: un paciente que tiene periodos de control, pero muy frágiles, recae constantemente.

 

El caso colombiano

Dado que todo lo recurrente a terapias disruptivas en medicina resulta muy interesante para la población, que siempre quiere ir más allá, hoy en Colombia la medicina funcional que, si bien no es nueva porque lleva más de 15 años en el país, está en auge, y su interés creció ampliamente con la pandemia por el Covid-19 que llevó a la gente a querer proteger su salud y vivir mejor.

A esto se suma el boom de las redes sociales, que comenzaron a divulgar susbondades y la volvieron tendencia. “Nos cayó la moneda en muy buena mesa; pero esto no es nuevo, hay mucho trabajo detrás; hay universidades y grandes centros académicos trabajando en ello”, destaca la doctora Ospina.

Por ejemplo, el Institute for Functional Medicine, de Estados Unidos, cuenta con el curso interactivo ‘Introducción a la medicina funcional’ o la Fundación de Ciencias de la Salud (FUCS); en Bogotá, tiene el diplomado en medicina funcional y naturopatía, del que han hecho parte varios especialistas de la capital y de otras regiones del país.

Y la Universidad de Los Andes diseñó el curso ‘Perspectiva de la medicina funcional en el abordaje clínico’, a cargo de la doctora Ospina Obando. “Un programa en conjunto con la International Coaching & Mentoring Federation(ICMF) para la formación de médicos tanto generales como especialistas, que nace por el deseo de ampliar la distribución del conocimiento sobre el modelo en medicina funcional y contar con más grupos multi e interdisciplinares, que permitan un manejo integral de los pacientes.

 

Grandes desafíos y retos

Darse a conocer más es uno de los retos para quienes trabajan en medicina funcional. Si bien, como señalan, están en este momento en “un primer plano en el escenario”, quieren llegar a más rincones, a más personas.

Otro desafío está en educar a más médicos y pacientes, y romper falsas ideas, como el hecho de que muchos pacientes esperan es una píldora mágica o quieren que los sobremediquen y les hagan indicaciones excesivas o estudios avanzados de última tecnología (que se hacen en la medida en que son pertinentes, con uncriterio clínico apropiado), y se sorprenden o dudan cuando les dan unas indicaciones que si bien parecen poco complejas, son rigurosas y demandan disciplina y trabajo diario.

Un tercer campo está en lograr generar una mayor conciencia del autocuidado en la población en general.

Bibliografía

Cleveland Clinic. (19 de diciembre de 2019). Estudio compara dos modelos de atención para enfermedades crónicas.

https://consultqd.clevelandclinic.org/study-compares-two-models-of-care-for-chronic-disease/

Droz, N., Hanaway, P., et al. (2020). The impact of functional medicine on patient-reported outcomes in inflammatory arthritis: A retrospective study. https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0240416

Instituto Colombiano de Medicina Funcional. (2022). La medicina funcional. https://www.icmedicinafuncional.com/

Michelle Beidelschies, et al. (2019). Association of the Functional Medicine Model of Care With Patient-Reported Health-Related Quality-of-Life Outcomeshttps://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31651966/

Rueda, R. & International Coaching and Mentoring Federation (ICMF). ¿Por qué consultar de manera particular en Medicina Funcional, si existe un Sistema de Salud? https://www.icmedicinafuncional.com/post/por-qu%C3%A9-consultar-de-manera-particular-en-medicina-funcional-si-existe-un-sistema-de-salud

The Institute for Functional Medicine, Estados Unidos. ¿Qué es la Medicina Funcional? https://www.ifm.org/

 

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