Aunque históricamente la aparición de cáncer se asocia con la edad, esta creencia no es real y menos en estos tiempos. Un estudio analizó datos de 204 países y encontró que el número de casos de personas menores de 50 años con la enfermedad ha aumentado casi en el 80% en las últimas tres décadas.

El cáncer en cifras globales
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer es la segunda causa de muerte. En el año 2022, en el mundo se registraron 20 millones de nuevos casos y casi la mitad de los pacientes fallecieron.
Así mismo, el estudio Global trends in incidence, death, burden and risk factors of early-onset cancer from 1990 to 2019, de expertos de China, Estados Unidos, Reino Unido, Grecia y Suecia, publicado en la Revista BMJ Oncology, concluyó que, en las últimas tres décadas, el número de casos en personas entre 14 y 49 año s, se ha incrementado casi en el 80%. Dicha investigación revisó los registros de 29 tipos de cáncer en 204 países. Si bien la enfermedad se debe a causas diversas, la investigación encontró que el estilo de vida es determinante. “Factores dietéticos (una alimentación rica en carnes rojas, baja en frutas, alta en sodio y baja en leche), el consumo de alcohol y tabaco son los principales factores de riesgo que subyacen al cáncer de inicio temprano”, dice la investigación. Y hay más: se proyecta que estos casos crecerán el 31% para 2030, y que la tasa de mortalidad también subirá el 21%.
El doctor Raúl Murillo, director del Centro Javeriano de Oncología, del Hospital Universitario San Ignacio (HUSI), dice en el artículo Incidencia del Cáncer en Jóvenes en Colombia’, que “el cáncer es un conjunto de enfermedades. Todas tienen en común un crecimiento y multiplicación anómalos de las células que además desarrollan la capacidad de invadir un tejido que no es el de su origen. Esta replicación de células hace que se formen tumores, que pueden crecer e invadir otros órganos, que es lo que conocemos como metástasis”, explica. “Cualquier órgano o tejido puede desarrollar esta enfermedad y cada uno tiene una agresividad diferente. Eso hace que el diagnóstico y tratamiento sean distintos en cada caso”, agrega.
¿Qué es el cáncer y cómo se origina?
En cuanto a los orígenes de la enfermedad, el experto agrega que el cáncer está directamente relacionado con los hábitos de cada persona. “El sedentarismo y una dieta no balanceada aumentan el riesgo”, agrega. Se suman los factores ambientales como materiales cancerígenos, por ejemplo, la exposición constante en procesos industriales a arsénico, asbesto, benceno, hollín o incluso el polvo de madera, que se cuentan entre las 27 sustancias cancerígenas que el Instituto Nacional de Cáncer de los Estados Unidos menciona en su listado. Por eso, es indispensable contar con elementos de protección ocupacional en lugares de trabajo donde haya exposición a estos materiales.
Por otro lado, está el humo del cigarrillo, tanto el tabaquismo como la exposición al humo pasivo incrementan el riesgo de cáncer de pulmón; de igual forma, la contaminación ambiental y por humo negro en interiores.
Se suman las infecciones como la producida por el Virus del Papiloma Humano (VPH) que puede ocasionar al menos ocho tipos de cáncer, incluido el de cuello uterino. También la infección por el virus de la hepatitis B o por Helicobacter pylori, este último asociado al menos con el 70% de los cánceres de estómago”, refiere el experto.
El especialista sostiene que “el estudio de BMJ Oncology, demuestra que la mayoría de los casos registrados en los 204 países y regiones que participaron, no son de condición hereditaria sino por los hábitos y la exposición a contaminantes cancerígenos. La prevención es fundamental para las generaciones actuales y las futuras”.

Aumento de casos en jóvenes: Panorama internacional
En Estados Unidos, The Lancet Public Health reportó un aumento en 17 tipos de cáncer en jóvenes, especialmente en la generación millennial. Por su parte, la Sociedad Americana del Cáncer (ACS) evidenció que los casos de cáncer de mama en mujeres menores de 50 años crecieron a un ritmo del 1,4% anual entre 2012 y 2021.
Y es que, a diferencia del cáncer en adultos mayores, que suele estar vinculado con el envejecimiento celular y la exposición prolongada a factores de riesgo, en los jóvenes el origen de la enfermedad no siempre es claro. La médica Gabriela Gómez coincide en que no hay una causa única, pero sí se han identificado factores de riesgo que contribuyen a la expansión de casos en jóvenes como la alimentación y el estilo de vida. Esto es el consumo de ultraprocesados, el sedentarismo, la obesidad, el consumo de alcohol, tabaco y la exposición a aguas y ambientes contaminados y, por otra parte, factores genéticos.
Y es que, a diferencia del cáncer en adultos mayores, que suele estar vinculado con el envejecimiento celular y la exposición prolongada a factores de riesgo, en los jóvenes el origen de la enfermedad no siempre es claro. La médica Gabriela Gómez coincide en que no hay una causa única, pero sí se han identificado factores de riesgo que contribuyen a la expansión de casos en jóvenes como la alimentación y el estilo de vida. Esto es el consumo de ultraprocesados, el sedentarismo, la obesidad, el consumo de alcohol, tabaco y la exposición a aguas y ambientes contaminados y, por otra parte, factores genéticos.
La situación en Colombia
Colombia no es ajena a las cifras del estudio publicado en BMJ Oncology. Según Globocan 2022, la tasa de incidencia de cáncer infantil en el país es de 14,1 casos por cada 100.000 habitantes menores de 19 años, con una mortalidad de 5,1 por 100.000. Además, en los últimos cinco años, la prevalencia ha subido 125,1%, mientras que los casos nuevos crecieron un 62,9%. Aunque estos datos se centran en menores de edad, reflejan una tendencia preocupante en la población joven.
Al respecto, la doctora Helen María Barreto, especialista en Medicina Familiar y docente de la Facultad de Medicina de la Universidad El Bosque, sostiene en el artículo ‘Cáncer en adultos jóvenes en Colombia: ¿Por qué está aumentando?’ que “las cifras de cáncer en menores de 19 años continúan creciendo, y las desigualdades en el acceso al diagnóstico y tratamiento afectan gravemente la supervivencia”, dice. De hecho, se estima que el 50% de los niños con cáncer no son diagnosticados a tiempo, lo que reduce sus posibilidades de recuperación.
Como manifiesta el Instituto Nacional de Salud (INS), en Colombia los tipos de cáncer más frecuentes en adultos jóvenes son leucemias linfoides agudas (28,6 %), tumores en el sistema nervioso central (9,6 %) y linfomas No Hodgkin (8,5 %). Estos datos coinciden con las tendencias globales. Pero la ausencia de datos de cobertura nacional hace que exista un subrregistro de casos.
Teniendo en cuenta la información del DANE, el 56% de los casos nuevos se diagnosticaron en mujeres y 43%, en hombres. Y como señala la Organización Panamericana de la Salud los tipos de cáncer diagnosticados con mayor frecuencia en los hombres son: próstata, pulmón, colorrectal y vejiga. En las mujeres: mama, pulmón, colorrectal y útero. Sin embargo, son los de pulmón, próstata, colorrectal y páncreas los que causan el mayor número de muertes. La OMS calcula que el 30% de los colombianos en algún momento de la vida se enfrentará a un diagnóstico de cáncer.
Los datos del Fondo de Enfermedades de Alto Costo muestran que el 93.83% de los casos reportados, corresponden a casos en etapa invasiva. Esto hace que disminuya la probabilidad de que el paciente sobreviva.
Colombia es el cuarto país de la región con más casos de mortalidad a raíz de esta enfermedad, después de Brasil, México y Argentina conforme a datos del Observatorio Global de Cáncer de la OMS.

La situación en Colombia
La doctora Allison Rosenthal, hematóloga y oncóloga del Centro Oncológico Integral de Mayo Clinic, luego de enfrentar un diagnóstico de leucemia cuando estaba en la facultad de medicina, decidió liderar una iniciativa para ayudar a adultos jóvenes y adolescentes mayores a recibir la atención y el apoyo adecuados acordes con su edad. “Los avances en los tratamientos contra el cáncer han hecho que muchos de los tipos más comunes entre los jóvenes sean altamente tratables y, a menudo, curables”, expresa.
“Aunque completar el tratamiento es fundamental, la experiencia del cáncer no termina allí para muchos adolescentes y adultos jóvenes”, explica la doctora Rosenthal. “Estos pacientes suelen enfrentar efectos físicos, emocionales y sociales duraderos, lo que convierte la supervivencia al cáncer en un proceso continuo, que puede extenderse durante años o incluso décadas”.
Experiencia personal de la Dra. Allison Rosenthal
Ante la intensificación de los casos de cáncer en jóvenes es necesario que el sistema y el personal de salud, así como los pacientes, tomen acciones de prevención.
El estudio publicado en BMJ Oncology concluye que “vale la pena explorar si los programas de detección temprana y prevención del cáncer de inicio temprano deben ampliarse para incluir a las personas de 40 a 44 años y de 45 a 49 años, pero se necesitan más estudios sistemáticos y ensayos aleatorizados para determinarlo”. No obstante, la detección temprana también es clave en niños y adolescentes pues el cáncer en esas edades es difícil de reconocer.
El estudio publicado en BMJ Oncology concluye que “vale la pena explorar si los programas de detección temprana y prevención del cáncer de inicio temprano deben ampliarse para incluir a las personas de 40 a 44 años y de 45 a 49 años, pero se necesitan más estudios sistemáticos y ensayos aleatorizados para determinarlo”. No obstante, la detección temprana también es clave en niños y adolescentes pues el cáncer en esas edades es difícil de reconocer.
Por otro lado, la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomiendan la siguientes acciones para prevenir el desarrollo de cáncer: evitar fumar o el humo pasivo de cigarrillos convencionales o electrónicos; mantener un peso saludable, realizar actividad física regular, una dieta balanceada con frutas y verduras y pocas bebidas azucaradas o alimentos ultraprocesados, evitar el consumo de alcohol, evitar la exposición prolongada al sol, vacunarse contra la infección por VPH y Hepatitis B, y realizarse exámenes clínicos de detección temprana.
En Colombia, las Rutas Integrales de Atención en Salud establecen los lineamientos para la detección y tratamiento del cáncer, pero muchas personas no utilizan estos servicios por falta de información o porque subestiman los riesgos. Por eso, la educación es fundamental.
Sin embargo, este panorama ha llevado a organizaciones como la Unión Internacional para el Control del Cáncer (UICC) a sensibilizar a los médicos generales sobre el cáncer de aparición precoz para que no se pasen por alto los síntomas en pacientes más jóvenes. El llamado es a que consideren las patologías oncológicas dentro de las impresiones diagnósticas, si los síntomas coinciden, y no descartarlas únicamente por la edad del paciente.

El impacto Psicológico
Sin importar la edad, recibir un diagnóstico de cáncer puede ser devastador. Para los más jóvenes significa interrumpir sus planes educativos o profesionales. También se piensa en las relaciones amorosas por la apariencia o las limitaciones que puede traer la enfermedad. Así los pacientes pueden experimentar ansiedad, depresión, desesperanza hacia el futuro. Por eso es fundamental abordar el impacto psicológico de la enfermedad. La terapia cognitivo-conductual (TCC) resulta un tratamiento eficaz.
La doctora Rosenthal ha observado que los pacientes jóvenes suelen tener dudas sobre temas como comportamientos de bienestar estilo de vida, incluido el ejercicio físico; conexión con otros jóvenes, salud sexual y relaciones. Por eso es primordial tener un enfoque multidisciplinario, que implica especialistas en cáncer, trabajadores sociales, psicólogos sanitarios y consejeros financieros y vocacionales.
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