Un estudio asegura que los jóvenes menores de 30 años ahora experimentan más ansiedad social y tendencia a ser menos extrovertidos después de la pandemia.
El estudio publicado por la revista científica Plos One y el New York Times asegura que los jóvenes menores de 30 años luego de la pandemia por Covid-19 experimentan más ansiedad social, depresión y tendencias a ser menos extrovertidos después de la pandemia.
Debido al Covid-19, el aislamiento se volvió el estado natural, cambió las formas de interacción y relacionamiento, rutinas y, en general, la forma de apreciar y vivir la vida creando así grandes cambios en la sociedad. Angelina Sutin, autora principal de la investigación, dijo que los resultados del estudio mostraron que en promedio la personalidad de los participantes se alteró durante la pandemia, aunque enfatizó que los hallazgos solo captaron “un momento en el tiempo” y podrían ser temporales.
La investigación utilizó los datos del Estudio sobre conocimiento de América, recopilados de un panel de internet de la Universidad del Sur de California en el que 7 mil personas respondieron preguntas sobre la personalidad antes y durante la pandemia de Covid-19.
Con esta información, los investigadores estudiaron cinco dimensiones de la personalidad: el neurotismo (la tolerancia al estrés y a las emociones negativas), la apertura (falta de convencionalismo y la creatividad), la extroversión (la afabilidad, o ser confiado y directo), la capacidad de confianza , franqueza y la consciencia sobre sí mismo y la meticulosidad (el grado de responsabilidad y organización de una personas). En esta investigación se llegó a la conclusión de que la personalidad de los jóvenes menores de 30 cambió tras la pandemia evidenciando ansiedad social, depresión, menor creatividad y extroversión.
El estudio especificó que estos declives equivalen a “cerca de una década de cambio de personalidad normativo” y que los jóvenes menores de 30 años mostraban una “madurez alterada”. Así mismo, explicaron que ese cambio es contrario a la forma como normalmente se desarrolla la personalidad de un adulto joven a lo largo del tiempo.
Sutin y sus coautores tampoco saben si esos cambios de personalidad persistirán, sin embargo, el estudio indicó: “si los cambios son duraderos, esta evidencia sugiere que los eventos estresantes para toda la población pueden sesgar ligeramente la trayectoria de la personalidad, sobre todo en los adultos más jóvenes”.
Los autores subrayan la necesidad de nuevos estudios para reexaminar los resultados.