Con el tiempo, nuevos estudios y seguimientos permitirán valorar el verdadero impacto de la pandemia, en aspectos físicos, cognitivos y mentales. En algunos pacientes los síntomas persisten hasta 12 meses después.
Entre dos y seis semanas suele tardar la recuperación de quienes sufren del Covid-19, pero en algunas personas los síntomas pueden reaparecer semanas después o persistir y perdurar en el tiempo.
Si bien aún no se conoce suficiente sobre esta evolución y se requieren más investigaciones, como precisa la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el documento ‘Lo que sabemos sobre los efectos a largo plazo del Covid-19’, es claro que “algunos pacientes desarrollan complicaciones médicas que pueden traer problemas de salud duraderos”.
En el trabajo ‘Resultados a un año en sobrevivientes hospitalarios con Covid-19: un estudio de cohorte longitudinal’, considerado el más grande realizado hasta ahora en pacientes sobrevivientes hospitalarios, los investigadores Lixue Huang, del Departamento de Medicina Pulmonar y Cuidados Intensivos, Capital Medical University (Beijing, China), y Qun Yao, del Hospital Jin Yin-tan y la Academia China de Ciencias Médicas (Wuhan, provincia de Hubei, China), entre otros, encontraron casos de pacientes con secuelas que persistieron hasta 12 meses después.
Publicado en la revista científica The Lancet (28 de agosto de 2021), el estudio partió del seguimiento a 2.469 pacientes dados de alta del Hospital Jin Yin-tan (Wuhan, China) entre enero 7 y mayo 29 de 2020, con una visita de seguimiento a los 6 y 12 meses, a partir de entrevistas con cuestionarios sobre síntomas y calidad de vida relacionada con la salud, examen físico, prueba de marcha TC6M y laboratorios.
“La mayoría tuvo buena recuperación física y funcional, y quienes estaban empleados antes del Covid-19 habían regresado a su trabajo original. Sin embargo, los síntomas de secuelas, el deterioro pulmonar y las anomalías radiográficas persistieron hasta 12 meses en 1.276 pacientes (58%), especialmente en quienes estaban críticamente enfermos durante la estancia hospitalaria”, precisaron los especialistas.
Los sobrevivientes tenían mayor riesgo de resultados psiquiátricos y de enfermedad respiratoria y cardiovascular de nueva aparición durante la convalecencia, que podrían estar mediados por un efecto directo de la infección por virus y explicarse por varias hipótesis, incluida la respuesta inmune aberrante, la hiperactivación del sistema inmunológico o la autoinmunidad.
Como la genética del Covid-19, enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2 está estrechamente ligada a otros virus como los del Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS), los investigadores también analizaron secuelas de este que, en algunos casos, han perdurado hasta dos o cuatro años. Es el caso de la fatiga crónica.
“La causa y la patogenia de la fatiga y la debilidad muscular después del Covid no están claras, pero sobre la base de la evidencia previa en el SARS, el deterioro de la capacidad pulmonar y algunas causas extrapulmonares, incluida la miositis inducida por virus en la presentación inicial, alteración de las citocinas, atrofia muscular y el desacondicionamiento o la miopatía por corticosteroides, o una combinación de estos factores, podrían haber contribuido a la afección”.
Por estas y otras apreciaciones, recomiendan continuar con los seguimientos longitudinales para “caracterizar mejor la historia natural y la patogénesis de las consecuencias para la salud a largo plazo”.
Seguimiento continuo
Lo que sí se conoce, asegura la OMS, es que “las personas no contagian a los demás durante ese tiempo” y por ahora, ese denominado ‘covid persistente’ o ‘covid largo’ (long covid) o ‘poscovid’ se considera una alteración multisistémica que ya tiene documentados más de 200 síntomas.
Las dificultades respiratorias aparecen como las secuelas más comunes en pacientes recuperados de Covid que tuvieron que ser hospitalizados, señala una investigación del Departamento de Kinesiología de la Universidad de Chile (Santiago, Chile) junto con el Hospital Clínic de Barcelona (España).
El estudio, publicado en la revista portuguesa Pulmonology (junio 2021), encontró que hasta un 40% de ellos tuvieron secuelas en los meses posteriores en la función de sus pulmones. Pero, también presentaron dificultades para caminar y algunos incluso limitación hasta para bañarse.
La Guía Nice (NG 188), del 20 de diciembre de 2020, luego de revisar 111 publicaciones sobre el tema, encontró 19 suficientemente descriptivas que incluían como manifestaciones frecuentes: malestar y fatiga (62%), fatiga (47,19%), disnea (19%), síndrome bronco obstructivo (25,8%), dolor torácico (13%), confusión (16,85%), taquicardia no especificada (13%), intolerancia al ejercicio (14,6%), insomnio (10%), dolor en todo el cuerpo (10,11%), tos (9%) disosmia (7,86%), cefalea (7%), fiebre no especificada (6%), dolor en las articulaciones (6%) y dolor en el pecho (5,61%).
En general, son pacientes que “están teniendo diversos efectos después de haber superado la infección. Algunos efectos directamente relacionados, como la presencia de daño pulmonar, dificultad para respirar, problemas oculares, con el gusto o el olfato, y otros son secundarios, como la depresión, con mayores tasas de suicidio”, explica el doctor Gustavo Roncancio, especialista en enfermedades infecciosas, investigador asociado del Grupo de Investigación en Microbiología Básica y Aplicada (Microba), de la Universidad de Antioquia.
Incluso hay casos de afectación en diversos órganos, alejados de la infección respiratoria, entre los que el doctor Roncancio, menciona “mayor riesgo de falla renal y mayores problemas cardiovasculares”.
Pero, no solo los pacientes críticos sufren estas secuelas posteriores. Para Nancy Janeth Molina Achury, fisioterapeuta, presidenta de la Asociación Colombiana de Fisioterapia (Ascofi), independientemente de la complejidad de los pacientes, se han visto unos impactos que pueden persistir y que abarcan todas las dimensiones: “física, mental, emocional y cognitiva”.
Así lo refiere también el estudio ‘Duración de los síntomas y factores de riesgo para el retorno tardío a la salud habitual entre pacientes ambulatorios con Covid-19 en una red de sistemas de atención médica multiestatal en Estados Unidos’, publicado por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en 2020, en el que se menciona que “incluso entre adultos sintomáticos evaluados en entornos ambulatorios, puede llevar semanas la resolución de los síntomas y volver a la salud habitual”, y en este influyen aspectos como la edad y las enfermedades preexistentes o crónicas.
“Frente a esto, la fisioterapia, por ejemplo, tiene una innumerable cantidad de apoyos que realizar para ayudar a las personas a recuperar su independencia funcional, en un trabajo colaborativo y multidisciplinario que es determinante en este momento”, señala Molina.
También resulta fundamental, según Rafael Baracaldo, médico patólogo de Laboratorios Colcan, entender que luego de sufrir de Covid “es posible continuar presentando alguna sintomatología tras superar la infección inicial, y es el profesional médico de confianza quien puede realmente confirmar que se trata de este síndrome y manejarlo de manera adecuada, o bien descartar alguna otra patología que pueda presentarse con los síntomas descritos y que no tengan relación con la infección por SARS CoV-2 previa”, concluye
Un apoyo integral
En el marco de la pandemia, la Asociación Colombiana de Fisioterapia participó junto con otros profesionales de la rehabilitación y todo el gremio médico, en la realización del ‘Consenso Nacional: Síndrome Post Covid-19. Complicaciones Tardías y Rehabilitación’, con el fin “mantenerse alineados y actualizados frente al diagnóstico, fisiopatología, terapéutica y rehabilitación de la infección por SARS-CoV-2/Covid-19”.
Allí se retoma la definición de las Guías Nice:
– Covid agudo, con signos y síntomas hasta por cuatro semanas desde la aparición de los síntomas.
– Covid sintomático en curso, con signos y síntomas que se presentan desde la cuarta semana hasta las doce semanas desde la aparición de los primeros.
-Síndrome poscovid, relacionado con casos en los que los signos y síntomas tienen continuidad en el tiempo después de 12 semanas de la infección por SARS-CoV-2/COVID-19 y no se atribuyen a un diagnóstico alternativo.
Entre las recomendaciones de la Guía están las de evaluar la funcionalidad de los pacientes mediante el índice de Barthel o la Medida de Independencia Funcional (FIM); evaluar el estado físico mediante la prueba sit-to-stand (STS), el timed-up and-go (TUG) y/o el test de caminata de 6 minutos (TC6M), y el estado emocional, a partir de la Escala de Depresión, Ansiedad y Estrés (DASS 21)
Otros estudios
Diversos estudios se adelantan con el objetivo de profundizar en el conocimiento del Covid persistente:
En febrero de 2021, la revista The Lancet publicó el estudio ‘Asociaciones bidireccionales entre Covid-19 y trastorno psiquiátrico: estudios de cohorte retrospectivos de 62.354 casos en Estados Unidos’, según el cual “en pacientes sin antecedentes psiquiátricos, un diagnóstico de Covid se asoció con una mayor incidencia de un primer diagnóstico psiquiátrico en los siguientes 14 a 90 días en comparación con otros eventos de salud como influenza, infecciones del tracto respiratorio, colelitiasis, urolitiasis y fracturas de hueso”.
En abril, la revista portuguesa de neumología Pulmonology publicó el estudio ‘Predictores de la reducción de la distancia de caminata de 6 minutos después del COVID-19: un estudio de cohorte prospectivo en México’, en el que se encontró que “los pacientes con Covid moderado o grave tenían una 6MWD más baja en comparación con quienes presentaron enfermedad leve” y esta se “asoció de forma independiente con disnea de esfuerzo e hipoxemia, lo que sugiere que la disnea y la hipoxemia pueden tener distintos mecanismos a través de los cuales afectan la capacidad funcional”.
En mayo de 2021, en The Lancet, investigadores del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Oxford (Reino Unido), presentaron su trabajo ‘Resultados neurológicos y psiquiátricos a los 6 meses en 236.379 sobrevivientes de Covid-19: un estudio de cohorte retrospectivo utilizando registros de salud electrónicos’, según el cual “se evidencia morbilidad neurológica y psiquiátrica sustancial en los seis meses posteriores a la infección”. Los riesgos fueron mayores, pero no se limitaron a los pacientes con Covid grave.