Según un reciente estudio, el deterioro cognitivo puede persistir durante meses en los pacientes de covid-19, incluso en aquellos que no fueron hospitalizados.
El deterioro cognitivo, descrito como “niebla mental”, se refiere a la sensación de no pensar de forma clara y dificultad para concentrarse, esta es una afección presente en algunos de los pacientes que han sufrido coronavirus. Así lo demuestra la más reciente investigación publicada en la revista JAMA Network Open basada en el estudio realizado en pacientes que acudieron al sistema de salud de los hospitales Mount Sinaí de Estados Unidos.
El estudio dio a conocer que casi una cuarta parte de los pacientes con Covid-19 del Sistema de Salud del Monte Sinaí presentaron complicaciones con su memoria, y aunque los pacientes hospitalizados eran más propensos a padecer la niebla mental, después de una infección por coronavirus, algunos pacientes ambulatorios también sufrieron de este deterioro cognitivo. La publicación relata: «En este estudio, encontramos una frecuencia relativamente alta de deterioro cognitivo varios meses después de que los pacientes enfermaran por covid-19. Las deficiencias en el funcionamiento ejecutivo, la velocidad de procesamiento, la fluidez de las categorías, la codificación de la memoria y el recuerdo fueron predominantes entre los pacientes hospitalizados».
La investigación afirma que «este patrón es coherente con los primeros informes que describen un síndrome disejecutivo después del covid-19 y que tiene implicaciones considerables para los resultados ocupacionales, psicológicos y funcionales». De la misma forma, otra investigación publicada en la revista Lancet Psychiatry, descubrió que hasta 1 de cada 3 personas con Covid-19 presentaba afecciones neurológicas o de salud mental a largo plazo (en los 6 meses posteriores al diagnóstico).
El estudio incluyó datos desde abril de 2020 hasta mayo de 2021 de 740 pacientes, con una edad media de 49 años, que se infectaron de covid-19 y que no tenían antecedentes de demencia. Allí se evaluó el funcionamiento cognitivo de cada paciente y los investigadores analizaron la frecuencia del deterioro cognitivo entre ellos. De esta forma, encontraron que el 15% de los pacientes manifestaba déficit en la fluidez fonémica al hablar; el 16% en ciertas habilidades mentales denominadas funcionamiento ejecutivo; el 18% mostraba déficits en la velocidad de procesamiento cognitivo; el 20% en la capacidad de procesar categorías o listas; el 23% en el recuerdo de la memoria y el 24% en la codificación de la memoria, entre otras deficiencias.
De igual forma, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades incluyen la «niebla mental» en su lista de afecciones posteriores al covid-19. Por lo tanto, estos hallazgos destacan la necesidad de un seguimiento neurológico de los pacientes afectados por Covid-19.
