El descubrimiento de este pequeño invertebrado que come plástico podría ser importante para el proceso de reciclaje y trato de desechos plásticos.
La biodegradación de los desechos plásticos se ha asociado con el trabajo de bacterias y hongos que son capaces de descomponer algunos de estos materiales. A este proceso continuo de avance se suma el más reciente hallazgo de un grupo de investigadores descubrió que el gusano Zophobas, una larva, es capaz de alimentarse de poliestireno pues posee una enzima bacteriana en su intestino que le permite digerir y alimentarse de este material.
El artículo sobre esta investigación se publicó en la revista científica Microbial Genomics, en Australia, allí explican que estas larvas de escarabajo son capaces de sobrevivir con poliestireno durante todo su ciclo de vida.
El poliestireno es un tipo de plástico sólido de uso frecuente en productos como envases de alimentos (cubiertos, vasos, platos, envases de comida para llevar, bandejas, relleno de embalaje), y equipos de laboratorio. Su proceso de reciclaje es tan complicado que en ocasiones sus restos acaban en los vertederos o en los océanos.
Estos insectos pueden alcanzar hasta 6 cm de longitud y son nativos de Centroamérica y la zona norte de Suramérica. La investigación describe a estos animales como mini plantas de reciclaje que trituran el plástico con la boca para alimentar a las bacterias de su intestino.
El grupo de investigadores crio durante tres semanas un grupo de «súper gusanos» con dietas distintas: una de ellas, a base de salvado, y otra de poliestireno. Señalaron que los “súper gusanos” alimentados con una dieta de solo poliestireno no solo sobrevivieron, sino que aumentaron de peso de forma marginal, por lo que lograron obtener energía del poliestireno.
El proyecto científico dejó claro que no se pretende usar millones de estos gusanos para procesos industriales de reciclaje a gran escala, sino que buscan entender como funcionan las enzimas en el intestino de estos gusanos para descomponer el plástico. La idea es replicar lo que pasa en el estómago del gusano, por lo que esperan producir las enzimas y extraer las proteínas en el laboratorio a gran escala.
Estudios previos:
En el 2017 un grupo de investigadores comprobó la capacidad la capacidad de las larvas de Galleria mellonella para descomponer las estructuras de las poliolefinas más resistentes, como el polietileno y el poliestireno. Estos gusanos de la cera lograron degradar el plástico en 40 minutos desde su exposición.
Estos invertebrados viven dentro de las colmenas de las abejas excavando túneles y se alimentan regularmente de larvas de abeja, polen o cera.