Skip to content

Consumo de alcohol y embarazo

Consumo de alcohol y embarazo

Diversos estudios advierten sobre la inconveniencia de ingerir bebidas alcohólicas en pro de favorecer la concepción, así como el éxito del nacimiento. No obstante, el consumo entre las mujeres gestantes arroja tasas sorprendentes.

En desarrollo del cumplimiento de la legislación en la mayor parte de los países, los fabricantes de bebidas alcohólicas advierten en las etiquetas o publicidad de sus productos sobre la prohibición tajante del consumo de alcohol en menores de edad y la inconveniencia o no recomendación de su ingesta por parte de mujeres embarazadas.

Adicionalmente, en el mundo existen millones de parejas o de mujeres que experimentan problemas de fertilidad, razón por la cual numerosos estudios coinciden en la recomendación de evitar el consumo de alcohol, con el fin de lograr una concepción y un nacimiento sin problemas.

De acuerdo con la investigación adelantada por Mohammad Yaser Anwar, Michelle Marcus y Kira C. Taylor, acerca de patrones de consumo de alcohol y los niveles hormonales en las diferentes etapas mensuales, la ingesta moderada de alcohol (3 a 6 bebidas a la semana) y la ingesta excesiva (más de 6) durante la fase lútea del ciclo de una mujer pueden afectar la secuencia hormonal necesaria para concebir.

Igualmente, los autores del estudio publicado en 2021 hallaron que la ingesta en exceso ocurrida en la fase temprana del ciclo de una mujer, es decir durante la ovulación, también podría interrumpir la concepción.

El mensaje para llevar a casa es que si una mujer desea quedar embarazada no tome más de una bebida al día en cualquier momento durante el ciclo menstrual y tome menos de la mitad de una, durante la ovulación y después de la ovulación en el periodo de implantación”, aseguró Kira C. Taylor, Ph. D., profesora asociada de epidemiología y salud de la población en la Universidad de Louisville, (EE. UU.) y líder de la investigación.

Mujeres embarazadas consumen alcohol

Las recomendaciones en torno a la abstinencia durante el embarazo abundan en la literatura médica. De acuerdo con otro estudio de 2017 realizado por Kristin Van Heertum y Brooke Rossi, “el consumo de alcohol está asociado con múltiples riesgos reproductivos, incluido el tener un hijo con un trastorno del espectro alcohólico fetal, un mayor riesgo de pérdida fetal y una menor probabilidad de nacer con vida”.

Entre las cifras recogidas en su estudio, las autoras destacan el porcentaje de parejas en Estados Unidos que experimentan dificultades para concebir o alteración de la fecundidad, definida como la capacidad de lograr un nacimiento vivo en un solo ciclo menstrual, el cual es cercano al 12 %.

Si bien este indicador puede ser considerado como alto, sorprenden aún más las tasas de consumo de alcohol entre esta población. Con base en un informe de la Administración de Salud Mental y Abuso de Sustancias de EE. UU., en el periodo 2011 – 2012, el 8,5 % de las mujeres embarazadas señalaron que consumen alcohol, pese a su condición; el 2,7 % reportó ingesta excesiva de la sustancia, mientras que el 0,3 % aseguró haber bebido durante cinco o más ocasiones durante el último mes.

El alcohol retrasa la concepción

Entre las voces que llaman la atención sobre evitar consumir alcohol si se desea quedar embarazada está la de la doctora Nishath A. Ali, profesora asistente de obstetricia y ginecología en Baylor College of Medicine, en Houston, EE. UU.

De acuerdo con la especialista, el impacto del alcohol en la probabilidad de concepción se sospecha desde la década de 1990, pero no se ha estudiado bien. Las bebedoras, tanto moderadas como empedernidas, generalmente tardan más en concebir y tienen mayor riesgo de necesitar una evaluación de la infertilidad”.

Igualmente, para los investigadores del asunto, la asociación entre alcohol y concepción puede verse reflejada en cambios disruptivos en las hormonas esteroides, específicamente un aumento en el estradiol, en forma de estrógeno.

En este sentido, Taylor afirma: el aumento de estrógeno puede resultar en ciclos irregulares, ovulación retrasada o anovulación. Por tanto, las parejas podrían estar tratando de quedar embarazadas en el momento equivocado en términos de ovulación”.

Para el caso de quienes se someten a tratamientos de reproducción asistida (TRA), el aumento de estrógeno también puede afectar el momento de la ventana de oportunidad en el revestimiento del útero para la implantación después de la fertilización.

Por esta razón, las mujeres participantes en un TRA deben reducir al mínimo el consumo de alcohol antes de iniciar el proceso, puesto que incluso cantidades moderadas pueden disminuir las posibilidades de un nacimiento vivo exitoso.

Debido a que no se ha identificado una “dosis segura” con relación al consumo de alcohol en mujeres gestantes o en tratamiento para concebir, la recomendación seguirá siendo mantener la distancia con la sustancia y aplazar el brindis.

Comparte este artículo

Te puede interesar

Suscríbete a la Revista Coomtacto