Es necesario entender que sucede en el cuerpo y por qué se crea ese malestar general después de consumir bebidas alcohólicas para saber cómo controlarlo.
La Navidad y el año nuevo son las ocasiones por excelencia que se prestan para consumir licor y aunque está claro que se debe consumir con moderación, cada organismo es diferente y reacciona de diversas formas a la ingesta de cualquier cantidad de alcohol. Aunque la mayoría de las resacas son por consumir alcohol en exceso, algunas personas pueden tener resaca después de tomar muy poco.
Según el estudio “La resaca: algo más que un dolor de cabeza”, se cree que la molécula encargada de que este mal se haga presente en el cuerpo es el acetaldehído. Dicho producto junto con otros delegados para añadir sabor, olor y apariencia a las bebidas alcohólicas pueden intervenir no solo en aparición sino en la intensidad de la resaca.
Es por ello, que los licores de color claro como el ron, vodka y ginebra pueden causar menos resaca, en contraposición de los licores de color oscuro como el whisky, brandy o el vino tinto pues contienen una mayor composición de los productos mencionados.
En el mismo estudio se señala que el alcohol inhibe el efecto de la ADH sobre el riñón, hormona antidiurética, que induce una diuresis desproporcionada y genera la deshidratación. A ellos se suma la inhibición de la disponibilidad de glucosa, el aumento plasmático de glucagón y la supresión de la liberación de cortisol que se produce en este escenario. Otros síntomas de la resaca varían entre el incremento de del ritmo cardiaco por la fracción de eyección del ventrículo izquierdo y la presión arterial, actividad electroencefalográfica enlentecida y que puede persistir por horas después de que los niveles de alcohol sean indetectables.
De acuerdo con la publicación de Western New York Urology Associates, lo mejor para combatir el guayabo o resaca es mantenerse bien hidratado bebiendo agua durante el consumo de bebidas alcohólicas y después. De esta forma puede evitar la deshidratación. También es muy importante comer antes de beber alcohol, pero si después la resaca le causa nauseas puede ingerir alimentos blandos como pan o galletas saladas pues contienen carbohidratos complejos e incrementarán el nivel de azúcar en la sangre lo que detendrá las náuseas.
Otra recomendación para combatir las náuseas o el malestar estomacal son los antiácidos. En la misma publicación, aconsejan evitar el consumo de acetaminofén pues puede ser tóxico para el hígado, como también señalan evitar el consumo de aspirinas y antiinflamatorios no esteroideos como ibuprofeno o naproxeno pues podrían irritar el estómago.
Como recomendación adicional, es muy importante dormir y descansar para recuperar las fuerzas y el sueño perdido.
Referencias
CALLEJA, S., & MATEOS, V. (2011). La resaca: algo más que un dolor de cabeza.
McCoy, K. (2013). Cómo Vencer una Resaca. Health.