La pandemia de COVID-19 trajo consigo para muchos el trabajo en casa, pero un reciente estudio muestra el lado no tan bueno de esta modalidad laboral.
Antes de la pandemia, en Estados Unidos, al menos el 5% de los trabajadores laboraban desde casa unos tres días a la semana. Luego de abril del 2020, esta cifra se elevó al 37%. Esta situación se replicó en gran parte del mundo e incluso miles de empresas decidieron mantener esta manera de trabajar de forma permanente.
Debido a esta situación, la multinacional Microsoft, junto con la Escuela de Negocios Haas de la Universidad de California, decidió realizar un estudio analizando a más de 61.000 de sus colaboradores en Estados Unidos. Esta investigación se dio desde el inicio de la pandemia hasta junio del 2020, momento en el que las compañías vieron en el teletrabajo una nueva opción para sus trabajadores, que les permitía realizar sus tareas y a la vez reducir las posibilidades de contagio por el nuevo coronavirus.
Con esta investigación se encontró que cuando los empleados trabajan desde su casa o desde otro lugar diferente a la oficina, mantenían una comunicación más limitada y aislada, lo que puede dificultar la manera cómo se comparte información con otros departamentos de la compañía y, por lo tanto, se vea afectada la productividad e innovación.
Más horas de trabajo
Así mismo, se encontró que el tiempo de las reuniones se hizo más corto y que, aumentara considerablemente en el volumen de correos electrónicos y mensajes instantáneos. De igual manera, las horas que el empleado trabaja a la semana aumentaron. Esto se traduce en que contrario a lo que muchos creen, una persona que implementa el teletrabajo, trabaja mucho más que cuando está en una oficina.
El estudio también concluyó que, con esta modalidad de trabajo, la comunicación en tiempo real se vio alterada, siendo ahora menos inmediata, gracias a un mayor uso de los correos electrónicos y mensajería instantánea, lo que evita la comunicación cara a cara. Además se encontró que los empleados tuvieron una tendencia a comunicarse con una mayor frecuencia con las personas de su red interna y a tener más conexiones con su equipo de trabajo.
«Históricamente, medir los efectos causales del trabajo a distancia ha sido difícil, porque solo se permitía a ciertos tipos de colaboradores laborar fuera de la oficina. Eso cambió durante la pandemia, cuando casi todas las personas que podían trabajar desde casa debían hacerlo. La obligación de trabajar desde casa creó una oportunidad única para identificar los efectos del trabajo remoto en toda la empresa sobre cómo los trabajadores de la información se comunican y colaboran.”, afirmó el profesor David Holtz, coautor del estudio.
Aunque antes de la llegada de la pandemia Microsoft ya había implementado el trabajo remoto para el 18% de sus colaboradores, con esta investigación, la multinacional decidió que a partir del 2022 sugerirá un modelo de trabajo híbrido en el que los empleados puedan decidir qué es lo mejor para ellos, según su CEO Satya Nadella.