En tiempos de Covid-19, cuando el empleo y los ingresos escasean, muchos piensan que ahorrar es imposible. Más ahora que volvieron los gastos de transporte, uniformes, útiles escolares, ropa y todo lo que implica retomar la normalidad. Sin embargo, basta con disciplinarse y diseñar una estrategia viable. Aquí encontrará algunas sugerencias.
Desde que las personas se convierten en adultas y manejan sus finanzas por cuenta propia, en más de una ocasión, se preguntan cuál puede ser la forma ideal para hacer rendir el dinero. Sueñan con tener una base que les sirva, a futuro, para darse esos gustos que mensualmente no logran, comprar vivienda o simplemente estar tranquilos en la vejez.
Los expertos sugieren la fórmula de gastar menos y guardar más, pero ¿cómo lograrlo? Ahí está la clave, pues se necesita adaptarse a una cultura de ahorro basada en orden, disciplina y constancia, cualidades que para muchos son difíciles de mantener. Difícil, pero no imposible. “Durante las crisis que han atravesado los países, se nota cómo la gente empieza a ahorrar más, de acuerdo con la cantidad de ingresos en sus hogares, pero cuando la economía va relativamente bien, la proporción de ahorros disminuye. Esto demuestra que sí somos capaces de ahorrar, pero no lo hacemos a menos de que tengamos una motivación verdadera o, en su defecto, a través de una mejor educación financiera. Y es importante aclarar que esto es independiente del sueldo de cada persona, porque el ahorro es un hábito, una forma de administrar su dinero”, así lo ilustra Juan Sebastián Celis, conferencista experto en desarrollo personal.
Si dedica 30 minutos cada semana a revisar sus gastos, aprenderá a conocer el movimiento de su dinero y en qué suele gastarlo, antes de adoptar cualquier método de ahorro.
A veces, lo más complicado a la hora de ahorrar es tomar la decisión de hacerlo y comenzar. Por eso, el primer paso es pensar en una estrategia sencilla y realista, plantearse hasta dónde quiere llegar y fijarse metas concretas a corto, mediano y largo plazo. Sería ideal hacerlo de forma progresiva, de menos a más, para prolongar esta práctica en el tiempo, a medida que se van viendo los frutos del esfuerzo personal o familiar.
Carlos García, economista y experto en finanzas, aconseja: “El manejo del dinero es muy importante, por eso, si le dedica 30 minutos cada semana, con papel y lápiz en mano, a revisar sus gastos y a hacer un análisis detallado de ellos, podrá tener una ventaja, porque aprenderá a conocer el movimiento de su dinero y en qué suele gastarlo, antes de adoptar cualquier método de ahorro”. Realizar esta labor implica contabilizar cada taza de café que se toma, propina que da, parqueadero que paga y compras en detalle, por insignificantes que sean.
Presupuesto, prioridades y herramientas
Cuando tenga el total de dinero que gasta en un mes, es hora de reorganizar, evaluar si ha estado disponiendo bien de lo que recibe y empezar a ser más eficiente. Recuerde que la idea es obtener resultados. Para conseguirlo, los consejeros financieros sugieren:
- Hacer un presupuesto que compare la lista de gastos con la de ingresos, y diseñar un nuevo plan en el que la prioridad sea gastar en lo necesario y destinar un porcentaje para ahorro.
- Definir la cantidad por guardar. Al respecto hay varias teorías. Unos proponen separar entre el 5% y el 10% mensual, y otros recomiendan la fórmula del 50/30/20, que consiste en ajustar la mitad de los ingresos a los gastos obligatorios, el 30% a entretenimiento, salidas y ocio, para terminar ahorrando el 20% restante.
- Establecer prioridades. Una vez que usted se ha planteado metas personales de ahorro, debe priorizarlas para irlas cumpliendo en orden de importancia. Por ejemplo, si en un par de años su hijo irá a la universidad, es claro que debe juntar dinero desde ya. O si su carro permanece más en el taller que funcionando, sería ideal pensar en comprar pronto el reemplazo.
- Automatizar las finanzas. Una buena ayuda es programar sus ahorros cada mes a través de la cuenta donde recibe su dinero. Puede ser mediante transferencias automáticas que se lo debitan y luego consignan en un fondo aparte sin que acceda a él ni tenga la tentación de gastarlo. También puede descargar aplicaciones que le ayudan a organizar sus cuentas por grupos y categorías facilitándole manejo, eficacia y organización.
¿Cómo ahorro?
“El que se programa para ahorrar, tiempo debe dedicar”. Muchos se rigen por esa máxima, dado que el tema de guardar dinero para el futuro es casi todo un arte que implica estrategia, calma y análisis. Estos tips prácticos pueden funcionar:
- Antes de comprar, comparar: cuando quiera cotizar algo que necesita, haga búsqueda online, pero no de tienda virtual en tienda virtual, sino a la inversa, es decir, copie la foto del producto en su navegador y le aparecerán los sitios donde está disponible. Así verá dónde es más barato, los descuentos que tiene y qué porcentaje de oferta le favorece.
- Use las tarjetas para comprar y no para endeudarse: si paga lo que requiere mensualmente con tarjeta de crédito a una cuota y cancela a final de mes, no solo evita que le cobren intereses, sino, también, acumula puntos que luego le servirán para comprar mercado, tanquear el carro, etc., y sin gastar un solo peso.?
- Guarde la plata en sobres: dejar el dinero en la cuenta bancaria facilita retirar cuantas veces quiera sin control. Si, en cambio, el día de la quincena saca el total y lo distribuye en sobres previamente clasificados por gastos mensuales, podrá garantizar sus pagos básicos y saber cuánto le queda; recuerde apartar su porcentaje para ahorro. Con esta táctica, no pagará cobros extra por utilizar el cajero automático ni correrá el riesgo de descuadrarse por retiros innecesarios.
- Compre genéricos: la publicidad induce a consumir basados en marcas, colores, creatividad y hasta por el eslogan y la música de un producto, pero, muchas veces, la calidad es la misma al comparar bienes llamados ‘originales’ con los genéricos ofrecidos por el supermercado. Estos, incluso, en ocasiones son vendidos por los mismos proveedores y solo tienen un empaque más sencillo.
- Avalancha y bola de nieve: pagar las deudas pendientes permite liberar dinero que luego se podrá ahorrar. Usted elige si prefiere amortizar primero las cuentas con mayor tasa de interés y saldo (avalancha), lo que le permitirá terminar más rápido. O darle prioridad al pago de la deuda más pequeña (bola de nieve), que le hará sentir satisfacción cada vez que logre liberar una obligación.
Somos capaces de ahorrar, pero no lo hacemos a menos de que tengamos una motivación verdadera o a través de una mejor educación financiera.
Para reducir gastos…
- Compre tiquetes o haga envíos de encomiendas de manera programada, así los costos serán menores.
- Cancele suscripciones o membresías que no usa, en especial las que se renuevan de forma automática.
- Evite las compras impulsivas, es decir, las que hace porque ‘se enamora’ de algo que no necesita. Piénselo, tómese un tiempo, incluya ese posible gasto en una lista de 30 días programando un recordatorio. Si al mes todavía lo quiere comprar, hágalo, pero no suele suceder.
- Guarde las ‘vueltas’ de todo lo que compra, júntelas al final de mes y consígnelas en el fondo destinado a su ahorro. Se sorprenderá de los resultados.
- Aproveche descuentos y promociones, pero de modo inteligente, por ejemplo, compre artículos en cantidad, 2 x 1, o solo los que están en oferta.
- Limite el uso de redes y mensajes de tiendas que venden en línea, pues siempre tratan de engancharlo con compras fáciles a solo un clic.
- Rechace los ofrecimientos de cambiar celular, aumentar su plan de datos o canales en su servicio de televisión, solo porque hay un descuento. Si no es necesario, páselos por alto.
- Adiós a los gastos ‘hormiga’, que son, por ejemplo, esa galleta o el café de media mañana, la boleta de la rifa. Si sumara esas cantidades podría invertirlas en algo que realmente necesite.