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Salud mental desde el estoicismo

Conozca los principios estoicos que pueden ayudarle a mantener una buena salud mental en medio de los desafíos y las adversidades de la vida moderna.

Dentro del camino de la búsqueda de una vida plena y equilibrada, la salud mental juega un papel fundamental. En este recorrido es importante armarse de diferentes herramientas y técnicas que permitan llevar la cotidianeidad o los problemas que pueden surgir de una forma más sana en la que se logre combatir el desánimo y la desesperanza. El estoicismo es una antigua filosofía de vida que ha resistido la prueba del tiempo y que ofrece una perspectiva única sobre cómo cultivar una mente fuerte y resiliente.

El estoicismo fue fundado por filósofos como Epicteto, Séneca y Marco Aurelio. Se centra en la idea de que el individuo tiene el poder de controlar sus pensamientos y emociones, independientemente de las circunstancias externas. A través de la práctica de la autodisciplina y el autoexamen, los estoicos buscan alcanzar la eudaimonía (la felicidad) basada en la virtud y el conocimiento de sí mismos.

De acuerdo con el libro Estoicismo para principiantes: Guía práctica para construir su propia rutina estoica diaria y lograr la verdadera felicidad, del autor español Jose Villa, el principio central del estoicismo podría expresarse de la siguiente manera: “No es lo que sucede lo que nos preocupa, sino nuestra respuesta a lo que sucede. Y sobre nuestra respuesta a los eventos, de hecho, tenemos control”.

Aceptación de lo que no se puede controlar

Uno de los principios esenciales del estoicismo es la noción de que debemos aceptar las cosas que están más allá de nuestro control. En lugar de preocuparnos por eventos externos o situaciones inevitables, los estoicos animan a enfocar la energía en lo que sí se puede controlar: nuestras reacciones y actitudes ante las circunstancias. Villa señala que en vez de preguntarse y estancarse pensando ¿Por qué?, la pregunta correcta sería “¿cómo he permitido que todas estas personas y circunstancias me quiten, una vez más, mi tranquilidad, mi sensación de bienestar? ¿Cómo he fallado?”. Asimismo, explica que “es mi comportamiento, lo que controlo más que cualquier otra cosa en el mundo. La forma en que actúo y lo que le digo a todas las personas con las que me encuentro en mi vida es lo que tengo completamente en control”.

El poder de la resiliencia

La resiliencia es una cualidad determinante que los estoicos valoran y fomentan. En cambio de sucumbir al estrés, la ansiedad o la adversidad, el estoicismo insta a desarrollar la capacidad de adaptarse y recuperarse rápidamente de los desafíos. La práctica de la resiliencia permite enfrentar los obstáculos con coraje y resolución, en lugar de permitir que nos abrumen. En este sentido, es primordial desarrollar una actitud de desapego, pues el estoicismo enseña a no aferrarse demasiado a las cosas materiales, las relaciones o las expectativas, ya que todas estas cosas son efímeras y pueden cambiar en cualquier momento. Al contrario de buscar la seguridad en el mundo exterior, se debe buscar dentro de sí mismos, en la capacidad para aceptar y adaptarse a las inevitables fluctuaciones de la vida.

El biólogo y filósofo italiano Massimo Pigliucci en su libro Cómo ser un estoico: utilizar la filosofía antigua para vivir una vida moderna, señala cuatro virtudes estoicas que permiten vivir en resiliencia:

  1. Sabiduría (práctica): navegar por situaciones complejas de la mejor manera posible.
  2. Valor: hacer lo correcto, tanto física como moralmente, en cualquier circunstancia.
  3. Justicia: tratar a todos los seres humanos —sin importar su situación en la vida— con justicia y amabilidad.
  4. Templanza: ejercer la moderación y el autocontrol en todas las esferas de la vida.

Para los estoicos, la virtud es el fundamento de la verdadera felicidad y el bienestar mental. Tener una vida virtuosa implica cultivar la sabiduría, la valentía, la justicia y la templanza en todas nuestras acciones y decisiones. Al buscar la virtud en todas las áreas de nuestras vidas, podemos encontrar un sentido de propósito y significado que trasciende las circunstancias externas.

Otro principio central del estoicismo es el enfoque en la gratitud y el aprecio por lo que se tiene en el momento presente. En vez de lamentarse por lo que falta o lo que se ha perdido, los estoicos invitan a reflexionar sobre las bendiciones que tenemos en nuestras vidas y a encontrar alegría en las cosas simples y cotidianas.

La resignación serena también es una herramienta muy útil: una vez que identifique aquellas cosas que están fuera de su control, la práctica estoica implica abrazar aquellas cosas con una actitud de resignación serena. Es decir, aceptar la realidad tal como es, sin luchar contra ella ni resistirla. Lejos de sentirse frustrado o angustiado por las cosas que no puede cambiar, debe aprender a adaptarse y fluir con las circunstancias.

Asimismo, el autoexamen y la reflexión son prácticas imprescindibles en el camino estoico hacia la salud mental. Al tomar el tiempo para examinar los pensamientos, las emociones y acciones, se pueden identificar áreas de mejora y trabajar para desarrollar una mayor autodisciplina y autocontrol. La reflexión ayuda a cultivar una mayor conciencia de sí mismo y a vivir según sus valores y principios más profundos.

En este sentido, Pigliucci señala un conjunto de acciones que puede implementar a diario para una buena salud mental basándose en prácticas estoicas.

  1. Examinar nuestras impresiones. Pregunte: “¿Esto es algo que está o no bajo mi control?”. Pigliucci explica que, si no es una de las cosas que controla, “entonces esto no es de mi incumbencia”.
  • Recordar la fugacidad de las cosas.
  • La cláusula de reserva: esta práctica básicamente sugiere pensar en todo lo que podría salir mal y también en su posible reacción.
  • ¿Cómo puedo usar la virtud aquí y ahora?: para cada desafío, recuerde los recursos que tiene dentro de sí para enfrentarse al desafío.
  • Hacer una pausa y respirar hondo.
  • Hablar poco y bien. “Deje que el silencio sea su objetivo en la mayoría de las ocasiones; diga solo lo que sea necesario y sea breve”.
  • Elija bien la compañía.
  • Hablar sin juzgar.

El estoicismo ofrece una óptica valiosa sobre cómo cultivar una buena salud mental en el mundo moderno. Al adoptar principios como la aceptación de lo que no se puede controlar, la resiliencia, la gratitud, el autoexamen y la búsqueda de la virtud, se puede fortalecer la mente y encontrar una mayor paz y satisfacción en la vida. Al final, la salud mental no se trata solo de la ausencia de problemas, sino de la capacidad para enfrentar los desafíos con calma, claridad y determinación, y el estoicismo proporciona las herramientas necesarias para lograrlo.

Otro punto sustancial es lograr cultivar la indiferencia hacia los resultados externos. El estoicismo enseña a no aferrarse demasiado a los resultados externos o apegarse sobremanera a las expectativas autoimpuestas. En lugar de buscar la felicidad en el éxito, la riqueza o el reconocimiento externo, se debe encontrarlas dentro de sí mismo, en la capacidad para vivir a la luz de sus valores y principios, independientemente de las circunstancias.

Finalmente, el estoicismo brinda herramientas contundentes y aplicables a la cotidianeidad para vivir la vida moderna de una forma más serena cuidando la salud mental.

Bibliografía

  • Villa, J. (2020). Estoicismo para principiantes: guía práctica para construir su propia rutina estoica diaria y lograr la verdadera felicidad. Central Park Language Learning.
  • Pigliucci, M. (2018). Cómo ser un estoico: utilizar la filosofía antigua para vivir una vida moderna. Editorial Ariel.

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