Así se conoce a una forma activa de procrastinación en situaciones en las que se les da vueltas a las cosas en la cabeza sin llegar a tomar una decisión por miedo al fracaso. Esto lleva a situaciones improductivas y afecta el rendimiento, la creatividad y la efectividad en general.
La parálisis por análisis sucede cuando una persona se encuentra tan absorta en examinar una situación o problema que no puede decidir o actuar de manera efectiva. Esta es una forma de procrastinación, o postergación, en la que la persona se queda atascada en el proceso de análisis y no logra avanzar hacia una solución o acción concreta.
Este fenómeno puede ocurrir por diversas razones, entre estas el miedo al error, la falta de confianza en las propias habilidades, la búsqueda constante de la perfección o, simplemente, la incapacidad de priorizar y tomar decisiones de manera oportuna. Es evidente que la parálisis por análisis es especialmente perjudicial en situaciones en las que se requiere decidir rápidamente o en entornos de alta presión.
Se trata de un fenómeno que ha sido estudiado desde diversas perspectivas tales como la psicología, la neurociencia e incluso la economía del comportamiento. Aunque no hay un cuerpo específico de investigación dedicado exclusivamente a este tema, se han realizado estudios que abordan aspectos relacionados con la toma de decisiones y los procesos cognitivos involucrados en la parálisis por análisis.
De este modo, cuando existe una sobrecarga cognitiva, perfeccionismo, miedo al error o a no cumplir con los estándares, sumado a la dificultad para priorizar tareas o condiciones y la falta de habilidades de gestión del tiempo, la incapacidad para identificar lo que es más importante y la dificultad para tolerar la incertidumbre (lo que lleva a buscar constantemente más información o a posponer la toma de decisiones), allí está el escenario completo que conduce a una parálisis de análisis.
Barry Schwartz, psicólogo estadounidense, explica en su libro The Paradox of Choice (2004) que el exceso de análisis puede obstaculizar la toma de decisiones efectivas y sugiere que tener múltiples opciones puede llevar a la indecisión y a la insatisfacción, lo que desencadena la parálisis por análisis. Señala que ese infinito universo de posibilidades hace que el cerebro gaste energía y tiempo evaluándolas. El punto es que puede que el momento crucial de la toma de decisión nunca llegue pues al tener más información, con el tiempo se hará más difícil elegir. Y en caso de elegir una solución, Schwartz reflexiona sobre los sentimientos que dicha solución puede generar como la culpa, el peso de la responsabilidad sobre ese resultado que igualmente va ligada a una posible gran expectativa. En este sentido, señala que actualmente se vive con expectativas tan altas que cualquier falla o problema causa decepción y desilusión propiciando la miseria. Por lo que Schwartz sugiere que el secreto de la felicidad radica en tener expectativas bajas. Si desea conocer más sobre este análisis, puede escuchar la TedTalk de Barry Schwartz aquí: https://shorturl.at/cuxAN
Aunque la investigación en este campo es amplia aún sigue en evolución a medida que los investigadores exploran más a fondo los procesos cognitivos y emocionales involucrados en la toma de decisiones.
Dado que esta práctica de la parálisis por análisis se debería evitar conscientemente, se recomienda encontrar un equilibrio entre el análisis reflexivo y la acción efectiva para lograr establecer plazos realistas que permitan la toma de decisiones para resolver problemas. También puede ser útil buscar la opinión de otras personas o buscar ayuda de expertos cuando sea necesario.
Santiago Camacho, psicólogo especializado en neuropsicología, explica que la parálisis por análisis puede desencadenar en una toma de decisiones basada en la aleatoriedad lo cual no suele ser una estrategia conveniente, en particular cuando se trata de decisiones fundamentales o que tienen un impacto significativo en la vida o en la vida de otros. Confiar exclusivamente en la aleatoriedad para tomar decisiones cruciales puede llevar a resultados impredecibles y subóptimos.
La aleatoriedad no considera factores esenciales como lo son los datos relevantes, las experiencias previas, los objetivos personales o las consecuencias a largo plazo. Por ello, la aleatoriedad es problemática, ya que finalmente es la falta de control sobre las decisiones y los resultados. Si las preferencias o necesidades no son gestionadas luego generarán malestar e incluso arrepentimiento.
Y es que la toma de decisiones y soluciones terminan teniendo un impacto en la calidad de vida: cualquier situación relacionada con la carrera profesional, el empleo, las relaciones interpersonales o incluso la salud, inevitablemente, generará estrés, ansiedad y arrepentimiento si los resultados no son favorables.
Las estrategias
El experto Santiago Camacho recomienda algunas estrategias que se pueden emplear a diario en este proceso de elegir alternativas que le facilitarán mantener el enfoque y la productividad y de esta forma evitar caer en la procrastinación:
- Establezca metas claras y alcanzables: divida sus tareas en objetivos más pequeños y concretos. Esto hace que parezcan menos abrumadoras y así podrá progresar paso a paso.
- Cree un plan de acción: desarrolle un programa detallado que incluya fechas límite y pasos específicos a seguir para completar sus tareas. Esto le ayudará a mantenerse organizado y le dará una guía clara de lo que necesita hacer.
- Identifique las distracciones: precise las situaciones que lo alejen de sus tareas y busque formas de minimizarlas. Esto puede incluir apagar las notificaciones del celular, trabajar en un lugar tranquilo o utilizar aplicaciones o extensiones del navegador que bloqueen sitios web para que no se distraiga.
- Use técnicas de gestión del tiempo: puede organizarse con su tiempo productivo y tiempo de descanso o además recurrir a herramientas como la técnica Pomodoro, donde trabaja en intervalos cortos de tiempo (por ejemplo, 25 minutos de trabajo seguidos de 5 minutos de descanso) para mantenerse enfocado y evitar la fatiga mental.
- Practique el autocontrol: aprenda a resistir la tentación de posponer las tareas importantes. Esto puede requerir práctica y disciplina, pero cuanto más practique el autocontrol, más fácil será evitar la procrastinación.
- Encuentre motivación: identifique qué le motiva a completar sus tareas y úselo como incentivo para mantenerse enfocado. Esto puede incluir recompensarse a sí mismo después de completar una tarea difícil o recordarse los beneficios a largo plazo de completar sus objetivos.
- Cultive hábitos saludables: mantenga un estilo de vida equilibrado que incluya suficiente descanso, ejercicio y una alimentación nutritiva. Estos hábitos pueden mejorar su energía y concentración, lo que le ayudará a evitar la procrastinación.
- Conozca sus límites: antes de poder establecerlos con los demás, necesita entender sus propias limitaciones y qué es lo que le hace sentir cómodo o incómodo en diferentes situaciones. Tenga claro cuáles son sus necesidades y expectativas.
- Escuche sus necesidades: no tenga miedo de poner límites para proteger su salud mental, emocional y física. Priorice sus propias necesidades y bienestar, incluso si eso significa decir no a los demás.
- Busque apoyo: si le resulta difícil establecer o hacer cumplir límites, busque el apoyo de amigos, familiares o profesionales. Puede ser útil hablar con alguien de confianza sobre sus preocupaciones y obtener su perspectiva sobre la situación.
- Finalmente, sea compasivo consigo mismo: todos procrastinamos en algún momento, así que no se castigue demasiado si aplaza una tarea. En lugar de eso, reconozca lo que sucedió, aprenda de ello y siga adelante con un plan renovado.