Diversos estudios dan cuenta del impacto del Covid-19 en el comportamiento de las personas en los distintos aspectos de su vida y sobre los signos de alerta que se deben considerar en la consulta médica.
Colombia hizo parte del estudio internacional ‘Salud sexual y reproductiva y bienestar en tiempos de Covid-19’, con el fin de evidenciar los efectos de esta pandemia ‒causada por el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2)‒ en la vida y salud de las personas, y en especial, en lo relacionado con sus comportamientos sexuales, su salud sexual, reproductiva y vida social.
Para tal propósito, en el país se aplicó la encuesta ‘I-Share’ a 2.444 personas de cinco regiones, en un trabajo conjunto entre Profamilia, la Universidad de Gante (Bélgica) y el London School of Hygiene and Tropical Medicine (Reino Unido). La investigación concluyó que el 64% de quienes estaban en una relación afectiva tres meses antes de la pandemia, terminaron su relación durante las medidas más estrictas de la cuarentena.
Cuatro de cada 10 personas que finalizaron su relación a lo largo del confinamiento, señalaron que esta ruptura estuvo influenciada por la situación de salud pública en la pandemia. También se registraron cambios en la frecuencia de la actividad sexual, encontrando que mientras un 18% de parejas la aumentó, un 30% la disminuyó.
Otra investigación llevada a cabo por el Instituto Kinsey, en Estados Unidos, encontró que, en Turquía, Italia, Estados Unidos e India, el confinamiento produjo un descenso en las prácticas sexuales, motivado por el estrés de las cuarentenas, la presencia constante de los hijos en casa, el aislamiento físico y el temor a contagiarse.
Para Claudia Inés Botero, psicóloga sexóloga, es innegable que las relaciones de pareja se han visto muy perjudicadas debido a que la imagen romántica-optimista de la ‘luna de miel en cuarentena’ tuvo respuestas insospechadas.
“Se dibujó una imagen, por completo, poco erótica del aislamiento doméstico por Covid-19; se escuchó hablar de parejas que estaban aburridas y molestas entre sí; se hicieron visibles los conflictos familiares, puesto que antes no compartían casi tiempo juntos y pasaron a estar 24/7 y, por tanto, las relaciones se volvieron más tensas”.
Este tiempo suscitó la búsqueda de nuevas alternativas de comunicación como la tecnología y también exacerbó el distanciamiento y las rupturas.
Otras consecuencias de la pandemia, en palabras de la psicóloga Botero, tienen que ver con la disminución de la reproducción sexual por el “temor que ha generado el virus” y las afectaciones en la salud mental (ansiedad, angustia y depresión). Incluso se incrementarán las tasas de divorcios, como consecuencia de esta situación que se sale de lo rutinario, como se ha visto en otros tiempos de crisis y de tragedias naturales que han afectado a la población.
Por eso, no duda en afirmar que se “necesita atención psicosocial, terapia e intervención para los conflictos domésticos y problemas sexuales que se han intensificado durante la pandemia y para quienes están en crisis de separación”.
El 40% del personal de salud presenta diversos trastornos y afectaciones en su salud mental derivadas de la pandemia, revela un estudio de la Universidad Corporación para Estudios en la Salud (CES), de Medellín.
Con respecto a las relaciones de pareja que no convivían (noviazgos, amistades largas), este tiempo “suscitó la búsqueda de nuevas alternativas de comunicación como la tecnología y también exacerbó el distanciamiento y las rupturas, y solo en algunos casos ‒más bien pocos‒ ha generado que opten por pasar a la convivencia permanente”, explica Lina Marcela Rojas, psicóloga y magíster en Educación y Desarrollo Humano.
Padres angustiados
Los conflictos familiares parecen haberse acrecentado, como lo precisa el ‘Índice de Paternidad Moderna’, estudio desarrollado por Nestlé, que investigó los temas que afectan a más de 8.000 padres y madres en Europa, Asia y América e identificó que las presiones internas y externas impactaron la crianza de los niños, “agregando nuevos retos y desafíos”.
En la pandemia aumentaron en un 58% los niveles de ansiedad en los padres y el trabajo en casa afectó a un 63% de ellos en el balance entre la vida laboral y la paternidad. El 68% de las madres colombianas considera que trabajar mucho las convierte en ‘malas mamás’.
En este campo, especialistas como el doctor Wilson Daza, médico pediatra, aconseja a los padres buscar ayuda, ya que resulta clave que sean escuchados y, sobre todo, comprendidos por el entorno familiar, laboral y personal.
Agobiados en lo laboral
En España, bajo la dirección del doctor François Peinado Ibarra, jefe de Urología del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo, se realizó una investigación sobre los hábitos sexuales de la población de España, Italia e Irán, mostrando cambios en las relaciones de pareja y en la vida familiar y laboral, originados por el miedo que produce la pandemia, por problemas económicos y hasta por la pérdida del empleo.
De igual forma, el Centro Nacional de Estadísticas de Salud (NCHS) ‒de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en Estados Unidos‒, en asocio con la Oficina del Censo, desarrollaron la ‘Encuesta de Pulso de Hogares durante la pandemia de Covid-19’.
Estos datos fueron recolectados entre el 28 de octubre de 2020 al 29 de marzo de 2021, para medir el embate de este mal epidémico en temas como el empleo, las interrupciones de la educación, los gastos de los consumidores y su bienestar físico y mental. Establecieron que el 37% de las personas encuestadas se sienten ansiosas o deprimidas, cuando en 2019, apenas el 11% tenía estos síntomas, y esto ha golpeado seriamente su vida familiar y laboral.
Sobre el empleo, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) precisó que en el primer semestre de 2020 se perdieron 500 millones de trabajos de tiempo completo en el mundo. Sectores como el turismo y la recreación fueron los más desfavorecidos; mientras otros, como el de salud, tuvieron un incremento notable en sus labores diarias, lo que no significa que haya sido positivo, dado el estrés y el impacto socioemocional que representa la atención permanente de enfermos y la pérdida de vidas.
En España, el estudio ‘Repercusiones de la Covid-19 sobre la salud y el ejercicio de la profesión de los médicos’, hecho por la Organización Médica Colegial junto a Mutual Médica, encontró una fuerte afectación en su salud mental, cansancio y fatiga, y en Reino Unido, un estudio del King’s College London evidenció crisis depresiva y hasta ideas suicidas en médicos y personal de salud de las UCI, en uno de cada siete médicos y una de cada cinco enfermeras.
Colombia no escapa a esta realidad. El 40% del personal de salud presenta diversos trastornos y afectaciones en su salud mental derivadas de la pandemia, revela un estudio de la Universidad Corporación para Estudios en la Salud (CES) de Medellín que se efectuó con el respaldo de la Iniciativa Mundial de Encuestas de Salud Mental (The World Mental Health Survey Initiative), proyecto colaborativo de la OMS.
Se entrevistaron 711 profesionales en Bogotá, Cali, Medellín y otras ciudades, y se encontró que el exceso de trabajo, la toma de decisiones bajo una presión extrema y otros factores han repercutido en su bienestar y elevado el riesgo de ansiedad, depresión e insomnio. Sobre esta misma realidad, han llamado la atención la Federación Médica Colombiana y el Colegio Médico Colombiano.
Más repercusiones
En otros campos de la economía, quienes no han perdido su trabajo tuvieron que cambiar la oficina por un espacio en su casa y han visto efectos a la hora de asumir esta nueva realidad.
Lina Marcela Rojas, psicóloga asistencial de la Clínica Palmira, destaca la percepción, desde el trabajador, de agotamiento y estrés, y cómo las exigencias del trabajo pueden estar sobrepasando la habilidad o la capacidad que se tiene; esto automáticamente se ve reflejado en los niveles de estrés y de ansiedad en quienes acuden a consulta.
Por otro lado, considera que “es posible que en este momento los colaboradores estén con un nivel de estrés y de tensión más alto, por la sobrecarga que esa serie de actividades genera y, además, porque se empezaron a asignar tareas adicionales a los colaboradores por distintas razones: quienes las venían ejecutando ahora no las pueden cumplir; hay personas incapacitadas, hubo que prescindir de los servicios de algunos empleados y se reajustaron los roles y las funciones”.
También causa estrés la dificultad en el manejo del tiempo por el tema de las comunicaciones, si no hay un límite entre el tiempo laboral y el personal y familiar, y por las reuniones continuas y de larga duración que producen la percepción de pérdida de tiempo.
Investigadores como Gustavo A. Esguerra y Françoise Contreras, de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario, destacan el papel del liderazgo electrónico, que implica un cambio en la forma como los líderes y los colaboradores se relacionan en las organizaciones.
Buscar ayuda
Es necesario que las personas tengan en cuenta las señales que pueden indicar dificultades en las relaciones de pareja, familiares, sociales y laborales.
En general, ellas pueden compartir una misma sintomatología: en lo biológico, con problemas recurrentes como el dolor de cabeza o la migraña; gastrointestinales, como la gastritis, el colon irritable, la gastroenteritis, o los espasmos musculares que se acentúan si no hay rutinas de ejercicio, explica la psicóloga Lina Marcela Rojas.
También puede presentarse baja tolerancia a la frustración, irritabilidad, enojo permanente consigo mismo, tristeza, ansiedad o miedo; deseo de estar solo, de aislarse; dificultad para conciliar el sueño o intermitencia al dormir, así como cambios en el patrón de alimentación (comer mucho o no comer).
“En esos momentos, es importante pedir ayuda psicológica o psiquiátrica, y en los aspectos biológicos ‒estaría bien‒ acudir a medicina familiar”, precisa la experta.
