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La revisión del estado de los frenos de su vehículo, una sana práctica de seguridad vial

La revisión del estado de los frenos de su vehículo

El desgaste de las pastillas y los niveles del líquido son dos de los aspectos que contribuyen a una mejor respuesta de los automóviles al momento de frenar.

En lo corrido del siglo XXI, los accidentes de tránsito hacen parte del listado de las 10 principales causas de muerte en el país, en los que las principales víctimas fatales son los conductores de motocicletas, los peatones y los usuarios de vehículos, de acuerdo con las cifras del Anuario Nacional de Siniestralidad Vial en Colombia de 2019.

Si bien el irrespeto a las normas de tránsito y el exceso de velocidad configuran los motivos principales que provocan la ocurrencia de choques, atropellamientos, volcamientos o caídas de ocupantes, en los cuales se registran muertes; las fallas mecánicas de los vehículos y la mala operación del sistema de frenos, son otros de los factores clave en materia de accidentalidad.

Según cifras del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, entre 2014 y 2019 se registraron en el país 3.273 siniestros, que provocaron el deceso de 121 personas y lesiones graves a otras 2.486, ocasionados por fallas en los frenos.

De la misma forma en que el propietario de un vehículo se preocupa por aspectos como tecnología, espacio interior, color, tipo de motor, consumo de combustible o precio, el estado del sistema de frenos y mantenimiento del mismo debería estar entre los temas de mayor atención.

¿Por qué fallan los frenos?

Ante la alta incidencia de los accidentes de tránsito en la mortalidad de colombianos de todas las edades y condiciones sociales, la Agencia Nacional de Seguridad Vial realizó un análisis de los siniestros y estableció las tres principales causas de las fallas mecánicas en los frenos:

  1. Uso inadecuado: uno de los problemas más frecuentes es el sobrecalentamiento del sistema de frenado, ocasionado generalmente por el exceso en la fricción. Aunque la correcta operación de los frenos se soporta en la fricción, prácticas no aconsejables como manejar agresivamente o a alta velocidad, llevan a que el conductor aumente de manera peligrosa la utilización de los frenos, con mayor ocurrencia en las carreteras del país, donde se presenta el 76,2 % de los siniestros por este tipo de fallas.
  2. Alteraciones del sistema original: con el objetivo de reducir costos en el mantenimiento de sus automóviles, se presentan casos en los que conductores solicitan la modificación, mayormente artesanal y sin seguir ningún protocolo técnico, de los sistemas de frenos. Al ser una práctica opuesta a los diseños originales del fabricante adquiere una connotación altamente riesgosa, toda vez que no responde a los parámetros de peso, aerodinámica, potencia y efectividad con los que fueron concebidos, manufacturados y ensamblados los vehículos.
  3. Falta de mantenimiento: muchas de las fallas ocurren por fugas de líquidos, desgaste de pastillas o bandas y atascamiento o avería de las piezas de fricción, los cuales pueden ser fácilmente detectados si los propietarios adquieren el buen hábito de efectuar mantenimientos periódicos a los sistemas de frenado.

Revisiones frecuentes al sistema

El sistema de frenos es clave para el buen funcionamiento del vehículo, debido a que es el encargado de controlar la potencia y la velocidad que este puede adquirir, de manera eficiente y segura.

Pese a que no existe un kilometraje o fecha específica para hacer el cambio de las pastillas de los frenos, encargadas de la fricción, se aconseja que las inspecciones al estado de las mismas se realice cada 10.000 kilómetros o antes, en caso de que el uso del vehículo sea intensivo.

Con relación al líquido de frenos, el cual permite asegurar la potencia del frenado, gracias a la transmisión de la fuerza ejercida por el conductor, desde el pedal hasta el sistema, algunos fabricantes recomiendan realizar este cambio, de manera obligatoria, cada dos años, independientemente del kilometraje que haya recorrido.

Igualmente, en estas revisiones, que preferiblemente deben hacerse en talleres autorizados o de confianza, los técnicos deben verificar el estado de los discos, las bandas y las mangueras que también hacen parte del sistema de frenos.

Asimismo, es recomendable que quienes vayan a adquirir un vehículo (nuevo o usado) se aseguren de que los vehículos incluyan los sistemas ABS (antibloqueo de frenos) y EBD (distribución electrónica de la fuerza de frenado), que incorporan tecnologías orientadas a evitar accidentes o disminuir su impacto.

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