El bienestar integral de un ser humano se logra con la triada salud física, mental y financiera. Los profesionales de la salud saben muy bien de los primeros dos ítems, el tercero debe planearse. Les contamos cómo.
salud financiera
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El bienestar financiero es un proceso de mediano largo plazo y se alcanza a través de una gestión adecuada de la economía personal, familiar o empresarial. Con una buena salud financiera podrá hacer frente a imprevistos, conseguir metas vitales y planificar para el futuro.
Mantener la estabilidad y el bienestar económico implica tener control sobre los ingresos, gastos, deudas y ahorros, así como tomar decisiones financieras informadas y responsables.
Un manejo acertado de sus finanzas depende de la capacidad de planear, desarrollar e implementar un flujo de caja estable que permita disfrutar la vida. Se alcanza en función de definir estándares claros, sencillos y fáciles de implementar en el control de gastos, costos y calidad de vida.
Haciendo un símil con el tema de la salud, el financista Diego Palencia asegura que el bienestar en general, “no solo es alimentarse bien, es trascender el espíritu a nuevas fuentes de bienestar espiritual, fortaleza mental y hábitos atómicos”. A manera de ejemplo, dice que las caminatas iluminan los hábitos atómicos de bienestar financiero, pues durante ellas se activan los neurotransmisores necesarios para resolver desafíos y retos, además, se mejora la salud intestinal y mental.
Haciendo un símil con el tema de la salud, el financista Diego Palencia asegura que el bienestar en general, “no solo es alimentarse bien, es trascender el espíritu a nuevas fuentes de bienestar espiritual, fortaleza mental y hábitos atómicos”. A manera de ejemplo, dice que las caminatas iluminan los hábitos atómicos de bienestar financiero, pues durante ellas se activan los neurotransmisores necesarios para resolver desafíos y retos, además, se mejora la salud intestinal y mental.
Pensar a largo plazo
¿Qué implica tener una buena salud financiera? No es más que tener un manejo aceptable de ingresos y gastos para poder cubrir las necesidades diarias y los gastos inesperados sin generar estrés financiero.
¿Qué implica tener una buena salud financiera? No es más que tener un manejo aceptable de ingresos y gastos para poder cubrir las necesidades diarias y los gastos inesperados sin generar estrés financiero.
¿Por qué es importante la salud financiera?
Es clave para el bienestar general al reducir el estrés financiero y mejora la calidad de vida, brinda la posibilidad de tomar decisiones sin estar limitado por problemas económicos, permite afrontar situaciones difíciles como la pérdida de empleo o enfermedades.
Para mejorar la salud financiera, controle gastos impulsivos y sea consciente de los gastos y evite compras innecesarias. Además, utilice el crédito de forma responsable y prescinda del endeudamiento excesivo y pague las deudas a tiempo.
En resumen, la salud financiera es fundamental para el bienestar personal y económico. Al tomar decisiones financieras informadas y responsables, se puede aspirar a una mayor estabilidad, tranquilidad y libertad financiera.

La clave: planeación
Con una buena planeación financiera y en compañía de un buen asesor financiero de Coomeva se puede obtener el equilibrio perfecto de ahorro, inversión y soporte monetario para la edad adulta mayor.
Para alcanzar las metas financieras y vivir con tranquilidad, conviene establecer objetivos claros:
- Crear un presupuesto detallado.
- Gestionar ingresos y gastos.
- Formar un fondo de emergencia para imprevistos.
- Educarse sobre ahorro e inversión para tomar decisiones informadas, idealmente acudir a la guía de ese asesor para diseñar una estrategia personalizada que se ajuste a su patrimonio y tolerancia al riesgo.
Pero, ¿qué se debe tener en cuenta para cumplir sus objetivos y vivir con tranquilidad a través del asesoramiento en productos de ahorro e inversión y de soluciones que aportan valor y conocimiento para una mejor gestión del patrimonio?
Pasos para la gestión financiera:
1.
Establecer objetivos financieros claros y por etapas
Es clave tener metas específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con plazos definidos, como comprar una casa, ahorrar para la jubilación o constituir un fondo de emergencia.
Además, clasificar las metas de acuerdo con el plazo (corto, mediano o largo)
para priorizarlas correctamente.
2.
Trazar un presupuesto y hacer seguimiento a los gastos
3.
Priorizar un fondo de emergencia
Antes de invertir, es pertinente tener un fondo de emergencia que cubra entre tres y seis meses los gastos. Evitará el endeudamiento o retiro de inversiones a corto plazo.
Monitorear los gastos de forma rigurosa permite esforzarse de no gastar más de lo que ingresa.
4.
Educarse sobre ahorro e inversión
Antes de invertir, es pertinente tener un fondo de emergencia que cubra entre tres y seis meses los gastos. Evitará el endeudamiento o retiro de inversiones a corto plazo.
Monitorear los gastos de forma rigurosa permite esforzarse de no gastar más de lo que ingresa.
5.
Buscar asesoramiento profesional
Trabajar con un asesor financiero certificado puede contribuir a diseñar una estrategia de inversión a medida, alineada con sus objetivos, tolerancia al riesgo y situación financiera.
6.
Ahorrar e invertir de forma constante
Es ideal fijar contribuciones automáticas a cuentas de inversión o ahorro para garantizar la constancia. La diversificación de su cartera de inversiones es clave para distribuir el riesgo.
7.
Ser disciplinado y adaptar el plan
Es conveniente preservar la disciplina y la motivación para seguir el plan a largo plazo. Se puede ajustar periódicamente según cambien las necesidades o la situación contable.
Asesoramiento en productos de ahorro e inversión

Para obtener asesoramiento en productos de ahorro e inversión, contactar a un experto o entidad especializada es lo ideal. Ellos saben construir una estrategia personalizada considerando objetivos, situación económica y tolerancia al riesgo.
Este servicio le ayudará a comprender los productos disponibles y a tomar decisiones informadas para construir un futuro financiero sólido y alcanzar sus metas a corto, mediano y largo plazo.
¿Qué es un asesor financiero?
Es un profesional que le guía en temas de finanzas y economía. Su función es analizar sus condiciones económicas y sus objetivos de ahorro e inversión, y ayudarle a diseñar una estrategia personalizada para alcanzarlos. Le orientará sobre los distintos productos financieros existentes y le recomendará aquellos que mejor se adapten a su perfil de riesgo.
Asesorarse permite entender la diferencia entre ahorrar e invertir y elegir la mejor opción.
Busque siempre asesores financieros certificados, es decir, profesionales que cuenten con las certificaciones y conocimientos exigidos para ejercer la profesión. Asegúrese de que la entidad o el especialista estén debidamente autorizados y regulados.
Como consejo: no invierta dinero vital, o sea evite usar el dinero que necesita para sus gastos básicos o que no pueda perder.
Mejore la gestión del patrimonio
Para mejorar la gestión del patrimonio financiero es imperativo seguir ciertos pasos:
Defina objetivos y haga un diagnóstico: entienda sus valores y sueños para determinar metas claras y evalúe su estado financiero actual en profundidad.
Optimice sus finanzas: mantenga un equilibrio saludable entre deudas y ahorros, y busque formas de reducir gastos superfluos para poder invertir más.
Aproveche el interés compuesto: haga que su patrimonio crezca reinvirtiendo sus ganancias para que generen más ganancias a lo largo del tiempo.
Diversifique sus inversiones: evite poner todos sus huevos en la misma canasta; invierta en diferentes tipos de activos para reducir riesgos.
Proteja su patrimonio: considere seguros de vida y otras formas de cuidar sus activos de posibles imprevistos.
Planifique el futuro: piense en la gestión sucesoria y los beneficios fiscales, como los planes de ahorro para la educación con el fin proteger el legado familiar.
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