El dermaplaning se ha vuelto tendencia en redes sociales por su promesa de una piel suave y luminosa, pero su uso sin supervisión profesional genera controversia.

Es cada vez más común ver a influenciadores y tiktokers hablar con total empoderamiento de tratamientos médicos, de hecho, desde hace algún tiempo, muchos han hablado del dermaplaning, una técnica que ha ganado popularidad gracias a las experiencias que comparten estas personas ante sus miles de seguidores. Aunque las ventajas prometidas son tentadoras (una piel suave, luminosa y sin vellosidad), los expertos en dermatología están divididos sobre su seguridad, especialmente cuando se realiza en casa.
Pero ¿qué es el dermaplaning?
El dermaplaning consiste en deslizar una cuchilla quirúrgica especial sobre la piel del rostro para eliminar la capa superficial de células muertas y la vellosidad facial. Este procedimiento, originalmente reservado para consultorios y clínicas dermatológicas, ahora se ha popularizado en los hogares gracias a herramientas de uso doméstico que prometen resultados similares.
En el ámbito profesional, se emplea un bisturí quirúrgico de calibre 10 de grado médico, diseñado para raspar con precisión las capas superficiales de la piel. “Este raspado elimina no solo las células muertas acumuladas en la epidermis, sino también el vello fino, logrando que la piel se vea más brillante y permitiendo una mejor absorción de productos tópicos, como sueros o cremas hidratantes”, afirma la dermatóloga Diana García.
En el contexto clínico, el dermaplaning puede realizarse como un tratamiento único o como un complemento a otros procedimientos, como peelings químicos o tratamientos con láser, ya que mejora la preparación de la piel al suprimir las barreras superficiales. Además, es una alternativa más suave y menos invasiva para quienes no pueden someterse a técnicas más agresivas, como la microdermoabrasión o los peelings profundos. Su efectividad y resultados inmediatos lo han convertido en uno de los tratamientos favoritos de celebridades en todo el mundo.
La controversia sobre el uso en casa
El auge del dermaplaning casero ha encendido las alarmas entre los profesionales de la salud. A diferencia de los bisturís quirúrgicos, las herramientas caseras suelen ser menos precisas y, en algunos casos, tienen bordes dentados que pueden causar microlesiones en la piel. Sin embargo, ya es posible encontrar kits de dermaplaning y cuchillas a la venta en diferentes sitios web, para efectuar esta técnica sin salir de casa.
“El principal riesgo del dermaplaning en casa es la falta de conocimiento técnico para manipular las herramientas. Un movimiento mal ejecutado puede derivar en cortes, irritaciones o incluso infecciones”, advierte la doctora García. Además, señala que quienes tienen condiciones cutáneas como acné activo, rosácea o eccema podrían agravar su situación al llevar a cabo este procedimiento sin supervisión médica.
Y aunque puede parecer un procedimiento simple, la falta de capacitación y el uso de herramientas de baja calidad aumentan significativamente los riesgos. Entre los daños más comunes se encuentran:
- Cortes e irritaciones: la técnica incorrecta o una presión excesiva pueden provocar lesiones, dejando la piel vulnerable a infecciones.
- Infecciones: el uso de herramientas no esterilizadas o una mala preparación de la piel pueden introducir bacterias, provocando infecciones como foliculitis o impétigo.
- Exacerbación de condiciones preexistentes: en personas con acné, rosácea o piel sensible, el dermaplaning puede agravar la inflamación, enrojecimiento o irritación.
- Hiperpigmentación postinflamatoria: las microlesiones o la exposición solar sin protección adecuada después del procedimiento pueden generar manchas oscuras en la piel.
- Resultados inconsistentes: la falta de precisión y experiencia puede ocasionar una exfoliación desigual, dejando zonas con vello o texturas disparejas.
- Falsa sensación de seguridad: muchas personas subestiman la importancia de un entorno estéril, lo que incrementa el riesgo de complicaciones.
¿Qué dicen los expertos?
El dermaplaning ha generado un debate significativo dentro de la comunidad médica y dermatológica. Mientras que algunos profesionales respaldan su uso como una técnica segura y efectiva cuando se aplica en entornos controlados, otros advierten sobre los riesgos y la falta de regulación que rodea su popularización, sobre todo fuera de los consultorios médicos.
La doctora María Marcos, dermatóloga, en conversación con el diario ABC de España, sostiene que hay alternativas más seguras. “Los dermatólogos no la recomendamos porque disponemos de otros tratamientos permanentes igualmente efectivos”, afirma.
La doctora María Marcos, dermatóloga, en conversación con el diario ABC de España, sostiene que hay alternativas más seguras. “Los dermatólogos no la recomendamos porque disponemos de otros tratamientos permanentes igualmente efectivos”, afirma.
Por otro lado, clínicas estéticas como Premierimage en Atlanta (Estados Unidos), afirman que el dermaplaning es una técnica válida, siempre y cuando se realice bajo supervisión profesional.
“Es un procedimiento que puede aportar grandes beneficios, pero solo un profesional con licencia y capacitación adecuada debe proporcionar tratamientos de dermaplaning”, destaca en su página web.
“Es un procedimiento que puede aportar grandes beneficios, pero solo un profesional con licencia y capacitación adecuada debe proporcionar tratamientos de dermaplaning”, destaca en su página web.
Los defensores del dermaplaning resaltan sus múltiples beneficios, convirtiéndolo en un procedimiento valioso dentro de la dermatología. Entre sus principales ventajas destacan:

- Exfoliación segura para diferentes tipos de piel: a diferencia de procedimientos más invasivos como los peelings químicos o el microneedling, el dermaplaning es en gran medida bien tolerado, incluso por pacientes con piel sensible o alergias a productos químicos.
- Mejor preparación de la piel: muchos profesionales lo utilizan como un paso previo a otros tratamientos, como la aplicación de ácido hialurónico, peelings superficiales o mascarillas médicas, debido a que mejora la penetración de los productos tópicos.
- Resultados inmediatos y visibles: los pacientes suelen notar mejoras en la textura y luminosidad de la piel al instante, lo que lo convierte en un procedimiento ideal antes de eventos importantes o como parte de una rutina de cuidado facial.
- Bajo riesgo en manos profesional es: cuando lo realizan especialistas capacitados en entornos estériles, el dermaplaning presenta una incidencia mínima de complicaciones.
Por otro lado, algunos profesionales expresan preocupaciones significativas respecto al auge de este tratamiento, sobre todo por su creciente popularidad en redes sociales y su realización en casa. Sus preocupaciones incluyen:
- Desinformación en redes sociales: el contenido que promueve el dermaplaning como una técnica “fácil” o “sin riesgos” suele minimizar las posibles consecuencias adversas. Esto puede llevar a que los pacientes desarrollen expectativas poco realistas o, peor aún, se enfrenten a complicaciones por imitar prácticas no profesionales.
- Falta de regulación: en algunos países no existen normativas claras sobre quiénes están autorizados para realizar dermaplaning. Esto abre la puerta a prácticas en entornos no regulados, donde la posibilidad de infecciones y complicaciones aumenta.
- Percepción errónea de los resultados: algunos dermatólogos advierten que los beneficios del dermaplaning, aunque visibles a corto plazo, no tienen un impacto completo en la salud de la piel. La eliminación del vello y las células muertas pueden mejorar la apariencia temporalmente, pero no reemplaza un tratamiento integral basado en las necesidades específicas del paciente.
En conclusión, esta técnica representa una opción atractiva para quienes buscan perfeccionar la textura y apariencia de su piel, pero no está exento de riesgos. Mientras que en manos de un profesional puede ser una herramienta eficaz, su práctica en casa requiere precaución extrema.
Para los médicos, la prioridad debe ser educar a los pacientes sobre los límites y beneficios reales de esta práctica, ayudándolos a evitar complicaciones y a cuidar su salud cutánea de manera responsable.