Esta enfermedad neurológica es la tercera enfermedad más frecuente del mundo y la segunda causa de discapacidad.
La migraña es uno de los tipos de dolor de cabeza (cefalea primaria) más frecuente y que genera mayor discapacidad entre quienes la padecen. Según el Ministerio de Salud, se calcula que cerca de 5 millones de personas la sufren en Colombia. Se estima que el 13,8% de las mujeres en el país padecen esta enfermedad neurológica, principalmente debido a factores hormonales. Su prevalencia a nivel mundial se ubica entre un 13% y 18%, mientras que para los hombres está entre un 4% y 6%.
Migraña crónica
La migraña crónica produce entre cuatro a seis veces más discapacidad que la migraña episódica. Y las personas con migraña con aura tienen un riesgo mayor de sufrir otro tipo complicaciones. Aunque las causas de la migraña aún no están del todo claras, todo parece apuntar a la existencia de una alteración neurológica en el procesamiento de los estímulos dolorosos por parte de los pacientes con un componente hereditario.
Se estima que la enfermedad tiene una heredabilidad del 42% y ya se han identificado más de 40 marcadores genéticos relacionados con la migraña. Esta alteración y predisposición genética unida a otros factores o circunstancias, precipitan o desencadenan las crisis de dolor de cabeza.
La importancia del diagnóstico
Identificar los factores precipitantes de las crisis de dolor de cabeza y tratar de evitarlos es el primer paso para el tratamiento de esta enfermedad. Pero para ello, es necesario tener un diagnóstico correcto y la falta de conciencia en torno a esta enfermedad en la sociedad es preocupante pues generalmente no se considera la cefalea como motivo de consulta médica, y esto hace que las personas que padecen migraña estén sin diagnóstico. Esta
falta de diagnóstico y tratamiento, unido a la automedicación, es la principal causa de cronificación de la migraña. La cual es más discapacitante y hace que su tratamiento sea más complicado.
Además, las personas con migraña suelen presentar numerosas comorbilidades asociadas como trastornos vasculares, enfermedades neurológicas, trastornos psiquiátricos y psicológicos. También trastornos del sueño, enfermedades inflamatorias que pueden empeorar las crisis en términos de duración, frecuencia o intensidad del dolor. En este sentido, el estrés, la ansiedad y la depresión suelen ser las comorbilidades más frecuentes.
Se espera que se puedan plantear rutas de acción para aumentar la visibilidad y la sensibilidad social de la migraña, mejorar la formación de los especialistas para reducir el retraso del diagnóstico y mejorar el acceso a los medicamentos innovadores para su tratamiento.