La exposición continua al estrés hace parte de la lista de riesgos que facilitan el padecimiento de problemas cardíacos.
La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en todo el planeta y esta puede originarse por constante exposicion al estrés, fumar, azúcar alta en sangre, presión arterial alta, obesidad, colesterol alto, contaminación del aire u otras patologias cardiacas. De igual forma, los problemas de sueño, ansiedad, fatiga, dolor de cabeza y otros síntomas asociados al estrés pueden influir en la salud cardiovascular.
Con motivo del Día Mundial del Corazón, la Organización Panamericana de la Salud invita a detenerse y a considerar la mejor manera de usar el corazón para la humanidad, para la naturaleza y para usted mismo y su salud. Por ello, vencer la enfermedad cardiovascular (ECV) es algo que le importa a todo corazón que late.
¿Cómo cuidar el corazón?
-Se recomienda hacer ejercicio, actividad física o deporte con frecuencia (mínimo 150 minutos a la semana)
-Seguir una dieta saludable (baja en calorías, con buena cantidad de antioxidantes y que aporten vitaminas)
-Limitar el consumo de alcohol
-No fumar
-Mantener un peso sano
-Disminuir el consumo de sal.
-Hacer rutinas cortas de respiración consciente
-Practicar meditación, yoga u otras actividades que generen bienestar
-Monitorear la presión arterial
-Cuidar los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre
También se recomienda hacerse un chequeo anual de rutina, desde los 30 años en los varones y, en las mujeres, desde su primer embarazo. Las consecuencias del mal cuidado del corazón tienden a desarrollar enfermedades cardiacas desde muy temprana edad, perjudicando la calidad de vida y las expectativas de vida de las personas.
Calculadora de riesgo cardiovascular
HEARTS en las Américas es una aplicación gratuita que permite descubrir su riesgo de tener una enfermedad cardiovascular (infarto de miocardio, accidente cerebrovascular o muerte cardiovascular) a 10 años y como modificar ese riesgo.
Esta es una iniciativa liderada por la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud, diseñada para ayudar a los trabajadores de salud a calcular en forma rápida el riesgo cardiovascular, a dialogar con los pacientes para analizar en qué medida el riesgo puede ser modificado. Asimismo, intenta ayudar a personas inquietas por su salud, facilitando que puedan estimar la necesidad de una consulta médica cuando su riesgo no es bajo. Las recomendaciones de tratamientos están orientadas a los profesionales de la salud y no constituyen una guía a la automedicación que puede resultar peligrosa. Bajo ningún concepto esta calculadora está pensada como un reemplazo a la consulta médica o al juicio clínico.