Un estudio demostró que ingerir alimentos ultraprocesados en un 20% de la ingesta diaria de calorías, todos los días, genera deterioro cognitivo.
Ingerir alimentos ultraprocesados (entre estos, el tipo de comida congelada lista para comer) ha facilitado el proceso de alimentación, sin embargo, estos productos no son buenos para la salud pues no solo pueden aumentar el riesgo de obesidad, problemas cardíacos y de circulación, diabetes y cáncer, ahora también aportan al deterioro cognitivo.
Un nuevo estudio presentado en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer de 2022 en San Diego, Estados Unidos demostró el deterioro cognitivo causado a alrededor de 10.000 brasileños. El estudio los siguió durante 10 años y reveló que comer alimentos ultraprocesados puede contribuir al deterioro cognitivo general, este deterioro incluye las áreas del cerebro involucradas en el funcionamiento ejecutivo (capacidad de procesar información y tomar decisiones).
Allí se encontró que los hombres y mujeres que comían los alimentos ultraprocesados tuvieron una tasa de deterioro cognitivo global un 28% más rápida y una tasa de disminución de la función ejecutiva un 25% más rápida, en comparación con las personas que consumían menor cantidad.
Señalaron que para una persona que come 2.000 calorías al día, el 20% de ingesta equivaldría a 400 calorías. Por ejemplo, un pedido de papas fritas y hamburguesa con queso normal de McDonalds contiene un total de 530 calorías.
Las pruebas cognitivas se realizaron al principio y al final del estudio, y en estas se les preguntó a los participantes sobre su dieta. Dichas pruebas incluyeron resultados sobre la afección encontrada en el retraso de palabras, su reconocimiento y la fluidez verbal. Aquellos que comían los alimentos ultraprocesados eran jóvenes, mujeres, de raza blanca, tenían educación e ingresos superiores con mayor probabilidad de nunca haber fumado y menor probabilidad de ser consumidores actuales de alcohol.
Allí definen los alimentos ultraprocesados como demulaciones industriales de sustancias alimentarias (grasas, azúcares, almidón y aislados de proteínas) que contienen poco o ningún alimento entero y que normalmente incluyen saborizantes, colorantes, emulsionantes y otros aditivos cosméticos.
El estudio concluye enfatizando el deber de saber cocinar para preparar su propia comida desde cero, explicando que es importante eliminar las excusas como la falta de tiempo dado que las preparaciones no llevan mucho tiempo y de esta forma se protegerán el corazón y el cerebro de la demencia o el Alzheimer.
De igual forma, expresaron que aunque se necesitan más estudios sobre el tema, los resultados son bastante convincentes y enfatizan el papel crítico de una nutrición adecuada en la preservación y promoción de la salud cerebral.
