La compañía Johnson & Johnson (J&J) dejará de fabricar y vender su talco para bebés en todo el mundo a partir del 2023.
La compañía estadounidense lleva 130 años vendiendo este talco para bebés, sin embargo desde 2020 no vende este producto en Estados Unidos y Canadá. J&J enfrenta cerca de 38.000 demandas de consumidores y supervivientes que afirman que su producto les provocó cáncer de ovario luego de usarlo regularmente, esto debido a la contaminación del producto con amianto.
J&J anunció recientemente que no fabricará ni venderá su talco para bebés a partir del 2023, esta medida será efectiva en todo el mundo. Aunque la empresa reiteró su opinión de que el producto es seguro de usar, afirmó que como parte de una evaluación de la cartera de productos en todo el mundo, decidieron centrarse en la fabricación de talcos para bebés fabricados exclusivamente a base de almidón de maíz. De hecho, este producto para bebé a base de almidón de maíz ya se vende en varios países.
La firma aseguró en un comunicado: «evaluamos y optimizamos continuamente nuestra cartera para posicionar mejor el negocio para el crecimiento a largo plazo», «esta transición ayudará a simplificar nuestras ofertas de productos, ofrecer innovación sostenible y satisfacer las necesidades de nuestros consumidores, clientes y tendencias globales en evolución».
En el mismo comunicado J&J reafirmó su posición sobre la seguridad del talco “Respaldamos firmemente las décadas de análisis científico independiente realizado por expertos médicos de todo el mundo que confirman que el talco Johnson’s Baby Powder a base de talco es seguro, no contiene asbesto y no causa cáncer”.
Sobre el amianto
El amianto, también conocido como asbesto, es un conjunto de minerales naturales con una estructura fibrosa y cristalina, incombustible que puede ser dividida en filamentos de hasta 800 veces más finas que las que había en un origen.
El término significa indestructible o inextinguible. Debido a su fuerza, duración y resistencia este material ha sido empleado durante años en diferentes industrias, sin embargo, por estas mismas características representa un peligro para la salud. Las fibras de amianto no se evaporan al aire ni se disuelven en agua, pero pueden entrar en contacto con el agua y con el aire cuando se degradan los materiales que lo contienen o por su manipulación, corte, demolición, rotura, etc.
Las fibras del amianto pueden ser inhaladas y depositarse en el interior de los pulmones para desencadenar cáncer de pulmón.
Por su parte, el talco es un mineral arcilloso compuesto de magnesio hidratado que se extrae de la tierra y se encuentra en vetas cercanas a la del asbesto.
La agencia de noticias Reuters publicó en 2018 una investigación en la que afirmó que J&J sabía desde hacía décadas que el asbesto estaba presente en sus talcos. En esta investigación se registraron testimonios de los juicios y pruebas que demostraron que, al menos desde 1971 hasta principios del 2000, el talco crudo y los polvos terminados de J&J a veces dieron positivo en pequeñas cantidades de amianto.
Un jurado de St. Louis, Estados Unidos, emitió un veredicto de US$ 4.700 millones contra la compañía en 2018, diciendo que la compañía fue negligente y no advirtió a los consumidores sobre los posibles riesgos para la salud de su talco para bebés.
Algunos estudios científicos han demostrado que las mujeres tienen un mayor riesgo de cáncer de ovario con el uso de talco en el área genital, pero otros no.