La lactancia materna es una forma eficaz de garantizar la salud y la supervivencia de los niños.
La leche materna es el alimento ideal para los lactantes, dado que suministra la energía y nutrientes necesarios durante los primeros meses de vida, pues contiene anticuerpos que protegen de muchas enfermedades propias de la infancia. De acuerdo, con información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), casi dos de cada tres menores de 1 año no son amamantados exclusivamente durante los seis meses que se recomiendan, esta es una tasa que no ha mejorado en dos décadas.
Desde 1992, la primera semana de agosto de cada año se celebra a nivel internacional, la Semana Mundial de la Lactancia Materna, promovida por la Alianza Mundial pro Lactancia Materna, WABA y la Organización Mundial de la Salud. El propósito de esta celebración es resaltar los derechos de la primera infancia relacionados con la alimentación adecuada y saludable desde el inicio de la vida. El tema de este año es “Impulsemos la Lactancia Materna: Apoyando y Educando”.
La OMS y el UNICEF recomiendan que los niños inicien la lactancia materna en la primera hora del nacimiento y sean amamantados exclusivamente durante los primeros 6 meses de vida. Los bebés deben ser amamantados bajo demanda, es decir, tan a menudo como el niño quiera, día y noche.
Según información de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los niños amamantados muestran un mejor desempeño en las pruebas de inteligencia, son menos propensos al sobrepeso o la obesidad y, más tarde en la vida, a padecer diabetes. Las mujeres que amamantan también presentan un menor riesgo de padecer cáncer de mama y de ovario. De acuerdo a la OPS, otros de los beneficios de la lactancia materna son:
Protege contra la leucemia en la niñez: amamantar por seis meses o más se asocia con una reducción del 19% en el riesgo de leucemia en la niñez, comparado con un período más corto o con no amamantar.
Protege contra el síndrome de muerte súbita infantil: los bebés que son amamantados tienen un 60% menos de riesgo de morir por síndrome de muerte súbita infantil, comparados con los que no son amamantados. El efecto es aún mayor para infantes que reciben lactancia materna exclusiva.
La lactancia materna aumenta la inteligencia de los bebés: los adultos que fueron amamantados cuando niños tienen 3,4 puntos más en los indicadores de desarrollo cognitivo. Un aumento en el desarrollo cognitivo resulta en más años de escolaridad .
La lactancia materna es buena para el medio ambiente: la lactancia materna no deja huella de carbono. La leche materna es un recurso renovable y es producida por las madres y consumida por los bebés sin polución, empaque o desechos.
La leche materna es más que nutrición: además de brindar la nutrición perfecta y protección contra infecciones y muerte, los componentes de la leche materna probablemente afectan la programación epigenética en un momento crítico cuando la expresión de los genes se está desarrollando para el resto de la vida.
Lactancia materna es una política imperativa de la salud pública: la OPS afirma “si hubiera una nueva vacuna que previniera 1 millón o más de muertes infantiles por año, y que además fuera barata, segura, administrada por vía oral, y que no necesitara una cadena de frío, sería una política imperativa de la salud pública. La lactancia materna puede hacer esto y más”.
La lactancia materna ayuda a prevenir enfermedades: la lactancia materna prolongada reduce el riesgo de sobrepeso y obesidad en un 13%, lo que contribuye a combatir las enfermedades no transmisibles causadas por la obesidad. También disminuye el riesgo de diabetes tipo 2 en 35%.
La lactancia materna también protege a las madres: las mujeres que amamantan tienen un 32% menos de riesgo de tener diabetes tipo 2, un 26% menos de riesgo de tener cáncer de mama y un 37% menos riesgo de tener cáncer de ovarios, en comparación con aquellas mujeres que no amamantan o que amamantan menos.
El apoyo a la lactancia materna involucra a muchos actores y niveles, tales como los servicios de salud, los centros de trabajo y la comunidad para amamantar de forma óptima. Por su parte, la OMS y el UNICEF crearon el Colectivo Mundial para la Lactancia Materna a fin de estimular el apoyo político, jurídico, económico y público a la lactancia materna. El colectivo reúne a entidades de ejecución y donantes de gobiernos, asociaciones filantrópicas, organizaciones internacionales y la sociedad civil.
Además, la OMS imparte cursos de formación al personal de salud para que brinde un apoyo especializado a las madres que amamantan, las ayude a superar los problemas y supervise el crecimiento de los niños.