Skip to content

Preocupación por la resistencia de las bacterias a los antibióticos

Preocupación por la resistencia de las bacterias a los antibióticos

De acuerdo con un reciente estudio publicado en la revista The Lancet, este fenómeno podría afectar los desarrollos de la ciencia médica.

La investigación elaborada por el Estudio de Carga Global de Enfermedad (GBD por sus siglas en inglés),  publicada en la revista The Lancet fue liderada por la Universidad de Washington y contó con la participación de cientos de científicos de todo el mundo en busca de realizar la primera estimación global de la proporción de casos y de muertes que se pueden atribuir exclusivamente a la resistencia antimicrobiana en el mundo.

Según este estudio, la resistencia a los antimicrobianos (RAM) representa una gran amenaza para la salud humana en todo el mundo y ya existen publicaciones anteriores que han estimado el efecto de la RAM en la incidencia, las muertes, la duración de la estancia hospitalaria y los costos de atención médica para combinaciones específicas de patógenos y medicamentos en lugares seleccionados. Tan solo en 2019, el uso indebido y excesivo de los antibióticos generó 1,27 millones de muertes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que la resistencia a los antimicrobianos surge cuando las bacterias, virus, hongos y parásitos cambian a lo largo del tiempo y dejan de responder a los medicamentos, lo que hace ineficaces a los antibióticos y otros antimicrobianos. Esto dificulta el tratamiento de las infecciones, incrementa el riesgo de propagación de enfermedades y muerte.

De acuerdo con el estudio, la resistencia bacteriana a los antimicrobianos se ha convertido en una de las principales amenazas para la salud pública del siglo XXI. La Revisión sobre la Resistencia a los Antimicrobianos, encargada por el Gobierno del Reino Unido, argumentó que la RAM podría matar a 10 millones de personas al año para 2050. Aunque estos pronósticos han sido criticados por alguno, la OMS y muchos otros grupos e investigadores están de acuerdo en que la propagación de la RAM es un problema que requiere un plan de trabajo urgente pues si no se controla, la propagación de la RAM podría hacer que muchos patógenos bacterianos sean mucho más letales en el futuro de lo que son hoy.

El uso indiscriminado de antibióticos por automedicación o por cuestiones operativas se prescriben medicamentos no adecuados desencadena la RAM pues la bacteria desarrolla mecanismos de resistencia para pasar a otros microorganismos. Pero también sucede cuando hay antibióticos muy básicos para tratar las infecciones o donde no se identifica qué bacteria está causando la infección y se ordena un medicamento que no sirve.

El estudio señala que en los países de África subsahariana la tasa de muertes causadas por RAM fue de 27,3 en cada 100.000, mientras que Australasia (región conformada por varios países de Oceanía e Indonesia) tuvo 6,5 decesos por cada 100.000.

Si bien los datos de muertes causadas y relacionadas con la resistencia antimicrobiana para cada país estarán disponibles en los próximos meses, allí plantean que un desafío importante para abordar la RAM es comprender la verdadera carga de la resistencia, particularmente, en lugares donde los datos son escasos. Sin embargo las propuestas de acción se enfocan en el aumento de la financiación para iniciativas que desarrollen nuevos antibióticos o vacunas.

Por su parte, la OMS recomienda a la población en general:

• Tomar antibióticos únicamente cuando los prescriba un profesional sanitario certificado.
• No pedir antibióticos si los médicos dicen que no son necesarios.
• Seguir siempre las instrucciones con respecto al uso de los antibióticos.
• No utilizar los antibióticos que le hayan sobrado a otros.
• Prevenir las infecciones lavándose frecuentemente las manos, preparando los alimentos en condiciones higiénicas, evitando el contacto cercano con enfermos, adoptando medidas de protección en las relaciones sexuales y manteniendo las vacunaciones al día.
• Preparar los alimentos en condiciones higiénicas tomando como modelo las cinco claves para la inocuidad de los alimentos de la OMS (mantener la limpieza; separar alimentos crudos y cocinados; cocinar completamente; mantener los alimentos a temperaturas seguras; y usar agua y materias primas inocuas), así como elegir alimentos para cuya producción no se hayan utilizado antibióticos con el fin de estimular el crecimiento ni de prevenir enfermedades en animales sanos.

Y a los profesionales de la salud recomienda:

• Evitar las infecciones velando por la limpieza de las manos, el instrumental y el entorno.
• Prescribir y dispensar antibióticos solo cuando sean necesarios, de conformidad con las directrices en vigor.
• Notificar las infecciones resistentes a los antibióticos a los equipos de vigilancia.
• Informar a los pacientes sobre cómo tomar los antibióticos correctamente, la resistencia a estos fármacos y los peligros de su uso indebido.
• Informar a los pacientes sobre cómo se pueden prevenir las infecciones (por ejemplo, vacunándose, lavándose las manos, velando por la seguridad de las relaciones sexuales o cubriéndose la boca y la nariz al estornudar).

 

Comparte este artículo

Te puede interesar

Suscríbete a la Revista Coomtacto