Muchas personas deciden empezar a correr para mejorar su estado físico o su salud, pero la mayoría deja de hacerlo, o lo posterga y termina por olvidarlo.
Al principio aparecen dudas sobre cómo iniciar este proceso, pero siempre, la primera respuesta es, calentar antes del entrenamiento. Es la manera de activar el cuerpo y disminuir el riesgo de una lesión. Incorporar cinco hábitos, puede ser de gran utilidad para disfrutar de todos los beneficios.
Avanzar de manera progresiva
En muchos casos, salir a caminar a un ritmo relativamente suave ya puede ser un triunfo.
Al empezar, se preparan las articulaciones y el sistema cardiovascular y así, poco a poco, se avanza hasta un momento en el cual se lograr correr a un ritmo en el es posible mantener una conversación, que más adelante se puede acelerar.
Incluir descansos programados
Al ir aumentando el nivel de forma gradual, se debe tener en cuenta que al empezar a correr el cuerpo no está preparado para este estímulo y no es conveniente esforzarlo sino permitirle descansos.
Al comenzar no hace falta correr todos los días, será suficiente con tres días a la semana para que el cuerpo asimile el proceso.
No siempre hay que correr
Es recomendable empezar con la estrategia CACO, que consiste en alternar entre caminar y correr, de ahí su nombre CA + CO.
Aprovechar los fines de semana
Los momentos en que más tiempo libre hay son los fines de semana y aunque son dedicados al ocio o a planes sedentarios, es importante cambiar progresivamente la dinámica de muchas actividades para comprometerlas con el proceso del entrenamiento y vincularlo como un hábito del día a día.
Buscar el camino fácil
Es importante que el camino sea muy fácil. Por ejemplo, si un día no se tiene claro si salir a correr o no, se puede empezar por andar. Lo más seguro es terminar corriendo.
Conviene buscar terrenos planos que no exijan demasiado esfuerzo al principio, encontrar un compañero con quién salir a entrenar, monitorizar el progreso para no desmotivarse.
Por último, es clave realizar estiramientos para ayudar a la recuperación y evitar contracturas musculares a mediano plazo.