La Meditación es una práctica de autocontrol que busca llevar al cuerpo y la mente a la relajación para lograr mayor concentración y calma interior. Los beneficios que aporta para la salud y el bienestar son mayores a los que se puede imaginar.
La práctica de la meditación tiene origen en las culturas orientales pero cada día es más común en occidente y en su día a día. Se estima que es un proceso inherente al ser humano ya que permite un adecuado manejo del cuerpo y la mente basándose en prácticas como la atención centrada, la respiración consciente y relajada, junto a pensamientos positivos.
Su aporte al bienestar
La meditación es un conjunto de ejercicios mentales y físicos que ayudan a potenciar la concentración permitiendo aislar ruidos y pensamientos que afectan el funcionamiento pleno del cerebro en sus actividades diarias. Hay estudios que demuestran que la meditación mejora la concentración, la rapidez mental, y a su vez la memoria, al priorizar la atención focalizada y promover la consciencia de los pensamientos dentro de sus ejercicios.
Esta práctica también favorece la reducción del estrés y la ansiedad, que afecta directamente al sistema nervioso, al corazón y la presión arterial. Esta ayuda a controlar la presión sanguínea relajando los estímulos nerviosos que coordinan la función cardíaca y la tensión en los vasos sanguíneos. Su aporte a la disminución de presión arterial alta evita la producción de formación de aterosclerosis, o estrechamiento de las arterias, lo que puede causar ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares. La meditación promueve la distensión muscular, disminuye la presión sanguínea y afecta de forma positiva el ritmo cardíaco debido a las técnicas y ejercicios de respiración.
El estrés produce la liberación de citoquinas que son proteínas moduladoras del sistema inmunitario y células sanguíneas que contribuyen a su funcionamiento adecuado. No obstante, la inflamación de estas proteínas puede llevar a la depresión. Se estima que la meditación no solo reduce la depresión, sino que permite la disminución de citoquinas liberadas.
Así mismo, se cree que esta práctica tiene injerencia en el córtex prefrontal, una zona del cerebro que está vinculada a la toma de decisiones y el comportamiento social, lo que repercute directamente en la inteligencia emocional al afrontar situaciones difíciles y estresantes con madurez y tranquilidad. De esta forma, la meditación también contribuye a la mejora de la salud mental pues ayuda a controlar y saber sobrellevar episodios de ansiedad social, pensamientos paranoicos y ataques de pánico.
Meditar ayuda a calmar la mente y mejora la respiración, por ende, permite tener un sueño profundo y reparador durante las noches, minimizando así trastornos como el insomnio, miedos nocturnos o sonambulismo.