Las células cancerígenas del seno forman un tumor que se puede observar en una radiografía o se puede palpar como un bulto. Este tipo de cáncer ocurre casi exclusivamente en las mujeres, pero los hombres también lo pueden padecer.
El cáncer de seno (mama) se origina cuando las células mamarias comienzan a crecer sin control. Es importante recalcar que la mayoría de los bultos en los senos son benignos y no cancerígenos (malignos), aunque algunos tipos de bultos benignos pueden aumentar el riesgo de una mujer de padecer cáncer de seno. Por ellos es necesario siempre ser examinado por un profesional de la salud para saber si es benigno o maligno o si podría generar el riesgo a futuro de padecer cáncer.
Tradicionalmente este tipo de cáncer se ha presentado en mujeres que se encuentran en etapa de menopausia, sin embargo, cada vez son más las mujeres menores de 40 años de edad que lo padecen y aún no está claro el por qué. No obstante, existen algunas alarmas y factores de riesgo identificados que pueden ayudar para actuar y solicitar ayuda de forma oportuna.
Posibles causas que deben ser atendidas
1. Antecedentes familiares: si un familiar en primer grado de consanguinidad como madre, abuelas, tías, primas o hermanas, tiene o tuvo cáncer de seno, existe un riesgo de desarrollarlo. Si se tiene más de dos familiares con este antecedente, el riesgo aumenta. Este es un factor que no se puede controlar, pero tener esta situación reportada en la historia clínica permite intensificar el seguimiento para detectarlo a tiempo. La presencia del cáncer en una familia significa que existe un fuerte componente genético para que la enfermedad se presente y esto se debe a una mutación genética que se pasa de padres a hijos.
Los hombres también son portadores de estas mutaciones genéticas y por tanto sus hijas pueden heredarlas.
2. Vivir una ventana estrogénica amplia: esta medición comienza desde el momento en que se tiene la primera menstruación (menarquia) hasta la última (menopausia), cada mujer tiene una duración diferente a esta ventana, pero entre más dure, está en mayor riesgo debido al aumento de los altos niveles hormonales que se experimentan durante los años reproductivos, por ello las células que tienen daño genético crecen y se desarrolla el cáncer de seno.
3. Uso de hormonas femeninas: la terapia de reemplazo hormonal con estrógenos que se aplica para la menopausia prolonga la ventana estrogénica y esto repercute en elevar el riesgo para este tipo de cáncer.
4. Obesidad y consumo de alcohol: estudios científicos señalan que las mujeres en la etapa de menopausia, en condición de obesidad y con hábitos de consumo de alcohol, tienen un riesgo elevado de desarrollar cáncer de seno. Es importante tener hábitos de estilo de vida saludable dado que mejoran la condición de salud general.
5. No tener hijos ni amamantar: el cáncer de seno tiene una elevada incidencia en los países desarrollados, incluso estudios realizados en ese entorno, muestran que no tener hijos o no amamantar se asocia con probabilidades de llegar a presentar este tipo de cáncer. Pero esto no es algo definitivo. En Colombia, vemos que hay mujeres que, aunque tienen varios hijos, han llegado a tener cáncer de seno.
6. Antecedente de radioterapia: un antecedente de tratamiento oncológico con radioterapia en el tórax, por ejemplo, para tratar un linfoma, también puede elevar el riesgo de tener este tipo de cáncer.
Es relevante estar informado de los síntomas de alarma para actuar a tiempo.